Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:Cómo anima leer versos de esperanza cuando sientes cerradas las puertas de la vida. Un precioso poema que es preciso leer. Me gustó mucho
Besos
Pilar

Israel Liñán escribió:Oscar, a mi me sucede algo parecido cada vez que veo el telediario. Son tiempos difíciles para la fe, pero al menos nos quedan los versos.

Magnífico poema, compañero.

Un abrazo.

Carmen Pla escribió:Hay que vencer a veces esa terrible oscuridad nocturna y a la escarcha darle fe.
Me gusta ese existencialismo hecho poema tan sincero y revelador.
Un placer, Óscar
Abrazos

Guillermo Cuesta escribió:Cuando el sentir humano decide filosofar encuentra la manera de no saber por donde comenzar a distribuir la lógica.
Decoras el poema como si la literatura de la palabra fuera el concepto permanente de que hay una humanidad para
la vida primera y otra humanidad para la siguiente.

un abrazo

José Manuel F. Febles escribió:Y entonces comprendo que solo va muriendo
de soledad aquel en quien la puerta abierta
no ha logrado crear evocaciones. (Óscar Distéfano)

Un gran poema. Yo he perdido la FE, siempre que abierta la puerta las evocaciones creadas son de tristezas y de desengaños. Has sabido, al menos a mí, llevarme al límite de no vivir.

Un gran y fraternal abrazo, amigo mío, desde mi isla.

José Manuel F. Febles

Ramón Castro Méndez escribió:Buen poema, amigo. Hay soledad, desengaño e, incluso, hastío, aunque el remate final, precioso para mi gusto, abre una puerta a la esperanza. Un placer pasar por tus letras.

Un abrazo.

Gerardo Mont escribió:Reflexivo, bien trazado, con la crudeza de esa realidad que se parece a la de muchos, a la de una sociedad cada vez más deshumanizada. Se afilan tus palabras, poeta. Felicitaciones por el poema y por la actitud que has asumido venciendo a la desesperanza. Un gran abrazo.

E. R. Aristy escribió:
Un poema desnudo, en toda la vulnerabilidad humana. Es sublime por hablar con el Corazón en la mano...Me conmueve su belleza desorientada, es como hablar con Dios, diciendo: se que no existes, que es imposible que me escuches, pero, ay, si acaso fuera verdad...es un estado de desánimo que tarde o temprano, y a veces con frecuencia, todos confrontamos, no necesariamente llamando a Dios, pero si, como dices a los recuerdos felices, al tiempo que se da en el grano. Es un poema muy bien logrado, Óscar, te felicito. Abrazos, ERA