Re: Ferroviarios
Publicado: Vie, 20 May 2016 7:46
Hermoso e interesante trabajo de Manuel.
Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
Manuel Alonso escribió:El poema trata del éxodo de familias cepedanas,
(de la comarca de La Cepeda, León)
a tierras de Castilla, (Valladolid, pueblo de Foncastín)
donde se asentaron, después de haber sido
obligados a abandonar su pueblo natal, Oliegos,
debido a la construcción del pantano de Villameca.
Ferroviarios.
Urces, álamos, oteros y centeno,
diezmos, primicias y voto de Santiago,
para el Corpus reales y letanías,
reales por alcabalas, reales a las Arcas
por el impuesto de cientos,
reales por sisas, por utinsilios,
reales por servicio real.
En dirección al río Valle,
bordea el pantano,
Sigue la orilla del agua,
O bien por Palaciosmil.
Otoño del 45, 28 de noviembre. Amanece,
Se para en Porqueros,
Para obtener más información hago clic,
copia de Office no original,
no existe el inicio,
No hallo, lo reconozco, ninguna referencia,
en el fondo me propongo revisar la página,
pincho León, pantano de Villameca
treinta vagones,
treinta y ocho familias de la Cepeda,
el tren mixto,
inserto lo necesario para el duelo,
el índice y el ratón son el señuelo,
ahora a la edad justa,
me detengo unos minutos en España,
cielo abierto de Brañuelas, suenan las vagonetas,
y la historia no es la historia, ni la ciencia la conciencia,
la razón es una presa, los sentidos las compuertas.
Debajo de los adoquines de los bulevares de París,
lo reconozco, no se encontraba la libertad,
la libertad era simplemente una excusa, o mejor dicho,
una reclusa de Villa Hierro, Mansilla de las Mulas,
León,
y la ciudad de New York, una hermosa criatura,
un propósito, digamos, indeterminado,
una vestal sin pechos.
No nos llamemos a engaño, señores,
no es Valladolid, ni Foncastín, la tierra prometida,
los míos eran ferroviarios,
como los tuyos Oliegos,
no me preguntes por Dios,
con esos ojos haciendo aguas,
si Dios existe.
Manuel Alonso escribió:El poema trata del éxodo de familias cepedanas,
(de la comarca de La Cepeda, León)
a tierras de Castilla, (Valladolid, pueblo de Foncastín)
donde se asentaron, después de haber sido
obligados a abandonar su pueblo natal, Oliegos,
debido a la construcción del pantano de Villameca.
Ferroviarios.
Urces, álamos, oteros y centeno,
diezmos, primicias y voto de Santiago,
para el Corpus reales y letanías,
reales por alcabalas, reales a las Arcas
por el impuesto de cientos,
reales por sisas, por utinsilios,
reales por servicio real.
En dirección al río Valle,
bordea el pantano,
Sigue la orilla del agua,
O bien por Palaciosmil.
Otoño del 45, 28 de noviembre. Amanece,
Se para en Porqueros,
Para obtener más información hago clic,
copia de Office no original,
no existe el inicio,
No hallo, lo reconozco, ninguna referencia,
en el fondo me propongo revisar la página,
pincho León, pantano de Villameca
treinta vagones,
treinta y ocho familias de la Cepeda,
el tren mixto,
inserto lo necesario para el duelo,
el índice y el ratón son el señuelo,
ahora a la edad justa,
me detengo unos minutos en España,
cielo abierto de Brañuelas, suenan las vagonetas,
y la historia no es la historia, ni la ciencia la conciencia,
la razón es una presa, los sentidos las compuertas.
Debajo de los adoquines de los bulevares de París,
lo reconozco, no se encontraba la libertad,
la libertad era simplemente una excusa, o mejor dicho,
una reclusa de Villa Hierro, Mansilla de las Mulas,
León,
y la ciudad de New York, una hermosa criatura,
un propósito, digamos, indeterminado,
una vestal sin pechos.
No nos llamemos a engaño, señores,
no es Valladolid, ni Foncastín, la tierra prometida,
los míos eran ferroviarios,
como los tuyos Oliegos,
no me preguntes por Dios,
con esos ojos haciendo aguas,
si Dios existe.