Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió://




Buenas tardes, amor.

Los dédalos de pólvora rigen el instante,
nubarrón de soledades frente al cielo de mástiles;
la guerra pervive en el beso neófito
mientras el vestido blanco tiembla, entre las yemas de Hiroshima.

Buenas tardes, amor.

La promesa eufórica de las bocas que saben de fin
me concibe
me ata
me puede.

Buenas tardes, amor.

Ya nadie sabe llorar;
parece salivarnos un minutero de gaviotas
y el puerto nos llama
de bronce, rendidos a la memoria.




Rendición incondicional, J. Seward Johnson, en Tuna Harbor Park, San Diego, California.

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E. R. Aristy escribió:

Hallie Hernández Alfaro escribió://




Buenas tardes, amor.

Los dédalos de pólvora rigen el instante,
nubarrón de soledades frente al cielo de mástiles;
la guerra pervive en el beso neófito
mientras el vestido blanco tiembla, entre las yemas de Hiroshima.

Buenas tardes, amor.

La promesa eufórica de las bocas que saben de fin
me concibe
me ata
me puede.

Buenas tardes, amor.

Ya nadie sabe llorar;
parece salivarnos un minutero de gaviotas
y el puerto nos llama
de bronce, rendidos a la memoria.




Rendición incondicional, J. Seward Johnson, en Tuna Harbor Park, San Diego, California.

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Se titula El beso, y sin duda emociona ver la imagen del soldado que celebra ese regreso de la guerra a la normalidad...pero la poesía, tu poesía, sabe darle un completo colorido, podríamos olvidar otros tantos besos, pero ninguno como el beso que ha probado el fin. Maravilloso poema, Hallie. Un abrazo, ERA

Pilar Morte escribió:Precioso, Hallie, un poema para el recuerdo eterno. Escribes tan bien que todos los registros los dominas.
Un abrazo grande lleno de buenos recuerdos
Pilar

Antonio Justel escribió:

Hallie Hernández Alfaro escribió://




Buenas tardes, amor.

Los dédalos de pólvora rigen el instante,
nubarrón de soledades frente al cielo de mástiles;
la guerra pervive en el beso neófito
mientras el vestido blanco tiembla, entre las yemas de Hiroshima.

Buenas tardes, amor.

La promesa eufórica de las bocas que saben de fin
me concibe
me ata
me puede.

Buenas tardes, amor.

Ya nadie sabe llorar;
parece salivarnos un minutero de gaviotas
y el puerto nos llama
de bronce, rendidos a la memoria.




Rendición incondicional, J. Seward Johnson, en Tuna Harbor Park, San Diego, California.

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... pasar por tus aportes, Hallie, poeta y amiga, es exponerse a salir muy bien parado del intento, así en este momento, así llevo tus versos, los que nos has dejado hoy. Orión

Ramón Carballal escribió:Bellísimo poema, Hallie. Un placer la lectura. Abrazos.

CELIA PUERTA escribió:Muy bello, Hallie. Un placer leerte.

Un fuerte abrazo.

Ventura Morón escribió:Preciosa esta palabra que se enlaza a un recuerdo colectivo, a un recorrido vital, que es testimonio de un Viaje, de ese sorprenderse del mundo con los ojos llenos de poesía.
Magnífico amiga, beso enorme

Hallie Hernández Alfaro escribió://


Ya nadie sabe llorar;
parece salivarnos un minutero de gaviotas
y el puerto nos llama
de bronce, rendidos a la memoria.

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Hallie Hernández Alfaro escribió://


Los dédalos de pólvora rigen el instante,
nubarrón de soledades frente al cielo de mástiles;
la guerra pervive en el beso neófito
mientras el vestido blanco tiembla, entre las yemas de Hiroshima.


Ya nadie sabe llorar;
parece salivarnos un minutero de gaviotas
y el puerto nos llama
de bronce, rendidos a la memoria.




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