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Re: re: Los abecedarios del recuerdo
Publicado: Sab, 19 Jul 2014 18:23
por Rosa Marzal
Pilar Morte escribió:Me encanta como escribes, hay emoción y sinceridad en tus palabras que aplaudo con fervor.
Tienes una poesía exquisita sin afectación.
Un poema para el recuerdo.
Besos, Rosa
Pilar
Te agradezco enormemente estas palabras, querida amiga. Besos.
Re: re: Los abecedarios del recuerdo
Publicado: Sab, 19 Jul 2014 18:23
por Rosa Marzal
Manuel Alonso escribió:Hola amiga, me ha encantado el poema, sobre todo el final. Versos hermosos que llueven sobre las niñas de los ojos y empapan el alma de silencio. Es un placer siempre leerte, amiga, un abrazo.
Gracias, Manuel. Siempre es un placer recibir tu visita. Un abrazo.
Publicado: Sab, 19 Jul 2014 18:24
por Rosa Marzal
Ana Muela Sopeña escribió:Maravilloso, Rosa:
Tu poesía es excelsa.
Aplausos
Un beso
Ana
Ana, mil gracias por esos aplausos. Un beso.
Publicado: Lun, 21 Jul 2014 3:04
por Josefa A. Sánchez
Terso y rutilante este poema. Me ha encantado entretenerme en tus versos. Para guardar.
Un abrazo.
Pepa
Re: Los abecedarios del recuerdo
Publicado: Lun, 21 Jul 2014 19:13
por E. R. Aristy
Rosa Marzal escribió:Daban las doce en punta
en los abecedarios del recuerdo,
daban las doce en punta
y sangraba el pecho
de diez campanas mudas.
Era tan grave el trance,
tan extremo ese gesto de morirnos
así,
cruzando a tientas
las vías de un silencio enmascarado,
desempolvando viejos trenes detenidos
largo tiempo
en las vísceras del llanto,
que anudábamos nuestras venas
a la desangelada sombra
de una estrella.
Tú llovías de improviso,
proyectabas el llanto
de tu alma tras los cristales blancos;
en mis dedos un grito, en tu cerebro pájaros
oteando los restos de un cadáver
de fuego.
Quisimos domesticar una lengua de agujas,
ahuyentar a las moscas fieras
de la muerte
tú y yo,
cada uno en un extremo de la cuerda
del miedo, cada uno
castrando mil suicidos con arpegio de esperas
sobre violines de luz
deshabitada.
Vivimos muriendo y tu poema resuena e nuestro interior con su marcha nupcial en medio del entierro y su funesto temor amena. Pero es su punzante delirio lo que más me conmueve en el silencio, esos trenes detenidos simbolizando quizá lo obsoleto y lo irrenunciable del reemplazo, sería justo vivir eternamente y habitar el infinito espacio y alcanzar el desarrollo metafísico ( por falta de mejor palabra) vivir 900, 100, 000, ViViR! Tu poema recoge esos sueños inexorablemente, dolorosamente. Abrazos, ERA