Para no morir

[Benjamín León]

Muchísimas gracias Alejandra por acercarte a mi idea de permanencia a partir de lo escrito. Un gusto tu visita.

Mi abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Benjamín León]

Muchas gracias, querido amigo Santiago, por tu lectura y tu palabra. Hace un tiempo pienso que nada es más importante que la poesía, porque a partir de la poesía, desde su esencia, todo adquiere su peso y su papel, quizás ahí también su trascendencia. Gracias por tu invaluable lectura.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Benjamín León]

Muchas gracias amigo Ferreiro por la lectura y la palabra, quizás sea justamente en la palabra en lo que está nuestro posible supervivir. Gracias otra vez por tu lectura, amigo.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Benjamín León]

Muchísimas gracias amigo Just, por tu lectura y tu palabra a estas letras y a la idea. Un gusto tu visita.

Mi abrazo fraterno desde este lado de América, Benjamín.

[Elisa Berna Martínez]

Si para no morir
formamos la palabra
y hacemos de su pulso
el cuerpo en la ceniza,
a qué temible muerte nos alzamos,
a qué lugar del aire
orlamos con gorjeos hondos
para ascender al tiempo.
Cruje la edad con sus caminos grises
y el árbol desteñido en la memoria
pende en los siglos.
Rompe la luz
en amarillos lentos de contornos
y forma los ocasos.
¿Y para qué las sombras con sus fuentes
cubriéndonos entonces,
si aún bajo las cuencas frías
surge el aliento herido de la voz?
Vendrá jamás
o vendrá nunca
el cuerpo incinerado en el olvido.
Ni el despoblado vientre
irá formando pueblos
en la infalible ausencia.
Entonces la palabra,
con su rigor,
abriéndose en la exactitud del mundo,
que hila sus horarios.
La noche y su destiempo.
La ausencia renacida.
La sumergida luz.
El peso de los años bajo el césped.

Jamás yace el poema.

Hola Benjamín, aunque ya había descubierto antes este poema, al verlo aquí aprovecho para releerlo. Se nota la calidad en su ritmo y buen uso del lenguaje, en su fondo y mensaje. La palabra como modo de sentirnos más vivos o como "fórmula mágica" para nunca morir. Encantada de leerte. Un saludo desde Zaragoza.

[Benjamín León]

Muchas gracias Alonso por acercarte a estos versos. Un gusto contar con tu lectura.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Rafel Calle]

Precioso poema, amigo Benjamín, que ha sido un placer leerte.
RECIBE UN FUERTE ABRAZO.

[Alberto Batania]

Tú te atreves a plantear un poema que hoy la mayoría de los poetas no se plantean, pues, si les hiciéramos caso, dicen que escriben por divertimento y evasión. Pero el gran motivo de la palabra es el que tú dices, el afán de perdurar, de continuar después de muerto, el ansia de inmortalidad.

Hasta pronto.

[E. R. Aristy]

Si para no morir
formamos la palabra
y hacemos de su pulso
el cuerpo en la ceniza,
a qué temible muerte nos alzamos,
a qué lugar del aire
orlamos con gorjeos hondos
para ascender al tiempo.
Cruje la edad con sus caminos grises
y el árbol desteñido en la memoria
pende en los siglos.
Rompe la luz
en amarillos lentos de contornos
y forma los ocasos.
¿Y para qué las sombras con sus fuentes
cubriéndonos entonces,
si aún bajo las cuencas frías
surge el aliento herido de la voz?
Vendrá jamás
o vendrá nunca
el cuerpo incinerado en el olvido.
Ni el despoblado vientre
irá formando pueblos
en la infalible ausencia.
Entonces la palabra,
con su rigor,
abriéndose en la exactitud del mundo,
que hila sus horarios.
La noche y su destiempo.
La ausencia renacida.
La sumergida luz.
El peso de los años bajo el césped.

Jamás yace el poema.

Rompe la luz
en amarillos lentos de contornos
y forma los ocasos.
¿Y para qué las sombras con sus fuentes
cubriéndonos entonces,
si aún bajo las cuencas frías
surge el aliento herido de la voz?

Es imposible callar la voz de La Poesía. Aún la muerte no alcanza a cubrir aquello que no pertenece a lo limitado de los tiempos. Un poema impecable, magistralmente consumado, póstumo. Me he deleitado!

[Rafel Calle]

Gran Reserva de Alaire.