J. J. M. Ferreiro escribió:
De este lado estoy yo,
del otro, tú, el tiempo
y su revelación.
Ciego, sin entenderlas,
sumerjo las horas en ti.
No puedo
con todo este aire indiscutible
y con los años siempre
a punto de caer.
Levanta la montaña y pronuncia sus cumbres.
Pronuncia también todos los pájaros que veas,
que luego en mí tendrán que remontar.
Y no te preocupes,
porque al final también será ceniza
todo lo que pensé contra la muerte;
allá en el frío,
tus manos asirán arena y corazas vacías,
pero serán
eternamente acariciadas.
En el tiempo que huye
hay un territorio de sombra
en donde el miedo
es sólo un pensamiento necesario.
Uno de esos poemas que parecen haber sido ya, hace mucho, perfección pura.
Ovación cerrada y sostenida, querido amigo.
Abrazos.
.
"Sé mi nombre, pero me desconozco.
Ignoro tu nombre, pero todavía te sueño."
Aventuras de El Roedor. El palo
Ignacio Mincholed