Óscar Distéfano escribió:Lo que a mí me gusta de este planteamiento poético es que trae el reconocimiento de que los poemas cerrados (ya sea por un simbolismo muy personal o por un surrealismo de absoluta escritura automática) son percibidos como mundos que alguna vez se abrirán a la conciencia, a la razón, a la trasmisión lógica de un mensaje, por más que este hecho no se dé nunca. Los poemas de los simbolistas, que en sus primeros tiempos parecían indescifrables, fueron casi todos desentrañados en sus símbolos; los poemas surrealistas ortodoxos puros y duros no podrán desentrañarse nunca ya que carecen de mensaje: son vuelos de la imaginación subconsciente que logran, cuanto más, hermosas imágenes en secuencias fortuitas; y, los poemas, crípticos, sellados con la llave jeroglífica de mentes poéticas que han llevado la conciencia a profundas fiebres de inspiración, como el caso de Mallarmé, cuya poesía (no todas) es, hasta hoy día, inaccesible, pero con la característica de que trasmite una dificultad que puede ser vencida con el tiempo (de ahí que muchas personas lo estudian afanosamente). Mallarmé decía que, al otro día de escribir un poema, él mismo no lo entendía, ya le resultaba imposible recuperar el sentido del poema que con tanta lucidez lo había plasmado la noche anterior. Es claro que para comprender mejor este sorprendente hecho, debemos tener en cuenta que Mallarmé era un consumidor de drogas muy alucinógenas.
De ahí que, el cierre de este texto epistolar, me ha parecido muy revelador:
Seguiré observando, sintiendo, racionalizando (es inevitable) pero, agradeciéndole de antemano, que abra estos horizontes de emoción que sigo afanándome por divisar.
Un abrazo, amiga, y mi admiración por tu honda sensibilidad.
Óscar
Es claro, que no todos los poemas simbolistas me gustan, como no todos los poemas me gustan, sin embargo en el foro hay varios poetas (ahora unos pocos más) que sí lo son y me gustan sus poemas, a pesar del intento infructuoso e involuntario de descifrar sus símbolos, no lo puedo evitar, sin embargo
es muy claro que estos símbolos existen, si seguimos con detalle la evolución de un poeta simbolista, hay símbolos muy presentes en su obra, la mano derecha, la izquierda, arriba, abajo, la oreja, la lengua....y así podría proseguir, si sigues con detalle a un simbolista es porque ha dejado en ti un sentimiento, eso es claro, nada puede variar eso, a veces la forma es la simbología, otras no, no importa, lo que importa es la impronta que nos deja, como llega el sentimiento a nosotros, a veces a pesar de nosotros...
Intentaba sólo ser honesta, no todo lo que no se comprende no tiene valor, así como no todo lo que se comprende lo tiene, yo he llorado con poemas de Marius y con poemas de Bruno, otros me han emocionado tanto que su impronta me ha acompañado todo el día, eso, es un regalo y admitir su grandeza es tan sólo ser coherente con su sensibilidad.
Un abrazo grande, Öscar.
Carmen