Pilar Morte escribió:Qué bien escribes Hallie y qyé lirismo en tues versos. Un placer seguirte
Abrazos
Pilar
Gracias, Pilar! Eres muy generosa con mis letras. Te agradezco muchísimo tu aliento y compañía.
Un abrazo fuerte,
Hallie
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Pilar Morte escribió:Qué bien escribes Hallie y qyé lirismo en tues versos. Un placer seguirte
Abrazos
Pilar
Lillian Hernández escribió:"Esperé siempre. Creí vislumbrar tu silueta fundida en la hosanna nocturna de Puerto Madero. Podrías haber sido un ser esculpido por la lluvia, dibujado en la cruz celta de los incendios amarillos. No cesabas de girar las manos para columpiar el temor de los erizos.
Toda la tierra libraba de ardor a las batallas y los años enfermos de duda lamían el epicentro de un destino ciego."
Hallie, tu texto es exquisito.
Claro y profundo al mismo tiempo. Repleto de imágenes únicas.
Te felicito.
Cariños.
lh
Nésthor Olalla escribió:"Ese día solo pudimos ser dos: falibles y rezagados en el último pasillo del desconsuelo"
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Sin comentarios. Felicidades por el hallazgo.
Abrazo, hermana
Javier Cañas Belmar escribió:IV
Adeptos, inflamables y mutuos recorremos el zigzageado camino de los dioses.
¡Copón, Hallie; qué último lazo! ¡WOW! Aplausos fuertes, PLAS, PLAS, PLAS. Qué maravilla.....
Avanti a toda vela, Poeta. Como dice un compañero mío, dale tónica (marcha) Besos y una sonrisa bien grandota![]()
javi
Hallie Hernández Alfaro escribió:Lazos
I
Esperé siempre. Creí vislumbrar tu silueta fundida en la hosanna nocturna de Puerto Madero. Podrías haber sido un ser esculpido por la lluvia, dibujado en la cruz celta de los incendios amarillos. No cesabas de girar las manos para columpiar el temor de los erizos.
Toda la tierra libraba de ardor a las batallas y los años enfermos de duda lamían el epicentro de un destino ciego.
II
Ese día solo pudimos ser dos: falibles y rezagados en el último pasillo del desconsuelo.
Mi boca sobornaba la distancia y mojaba en su pertenencia tu dedo índice. El amor fingía no llenar los espejos y almacenar la niebla de las promesas bardas.
III
Y supimos que los besos no serían un holograma de suspiros, ni una estatuilla oblicua de piel fervorosa. Uno, dos, tres, casi cuatro péndulos de temporalidad ingrávida para volver a rozar la frente desnuda, para corporizar el aliento de tu génesis irrepetible.
IV
Adeptos, inflamables y mutuos recorremos el zigzageado camino de los dioses.
Hallie
Juanmi Jerónimo escribió:Está claro que tienes un territorio muy tuyo, en el que te mueves perfectamente, abarcando su polvo y sus fronteras. Esas que a veces rompes.
Un saludo.
Armilo Bretón escribió:Estre tus versos me quedaría varios siglos por ver si algo de su esencia impregnara mi piel.
De tus palabras podrían salir ríos de emociones y como las ramas del arbol diversificar en hojas y frutos, sombra y alimento en estos días.
Un abrazo maestra
san armilo b.
Maximiliano Rodriguez escribió:Hallie; qué territorio el tuyo, tan personal. A veces, gótico, otras, transparente. Trazos firmes, delineantes en ocasiones, ejercicio de puntillismo, por contra, en otros poemas, que con la perspectiva adecuada muestra un cuadro admirable, un territorio poético que guardar.
Pero siempre tú; original, con tu acento, con tu espectro de luz bien definido y bello y fascinante y uno se queda, después de leer tus textos, con la mirada suspensa y el regusto amable y sabroso de haber realizado un viaje que bien mereció la pena.
Un beso, max
Antonio Justel escribió:Hallie Hernández Alfaro escribió:Lazos
I
Esperé siempre. Creí vislumbrar tu silueta fundida en la hosanna nocturna de Puerto Madero. Podrías haber sido un ser esculpido por la lluvia, dibujado en la cruz celta de los incendios amarillos. No cesabas de girar las manos para columpiar el temor de los erizos.
Toda la tierra libraba de ardor a las batallas y los años enfermos de duda lamían el epicentro de un destino ciego.
II
Ese día solo pudimos ser dos: falibles y rezagados en el último pasillo del desconsuelo.
Mi boca sobornaba la distancia y mojaba en su pertenencia tu dedo índice. El amor fingía no llenar los espejos y almacenar la niebla de las promesas bardas.
III
Y supimos que los besos no serían un holograma de suspiros, ni una estatuilla oblicua de piel fervorosa. Uno, dos, tres, casi cuatro péndulos de temporalidad ingrávida para volver a rozar la frente desnuda, para corporizar el aliento de tu génesis irrepetible.
IV
Adeptos, inflamables y mutuos recorremos el zigzageado camino de los dioses.
Hallie
... Hallie ¿ estuviste acaso en Puerto Madero recogiendo en la hosanna el apropiado canto con que exaltar el amor...?; ¿ fuisteis uno y dos y dos y uno a través de ese inmenso y zigzagueado camino que los dioses han surcado y descrito para los valientes... ? ¿ tragiste todo eso, Hallie, lo tragiste como envuelto en velo de estrellas para dejárnoslo en el foro...? ¿ fue así, amiga, lo fue...?; si vuelvo a leer el poema podré comprender mejor el ala que lo anima, la victoriosa mano que describe ya lo tangible e intangible, la armoniosa cadencia y exactitud que los abraza, y aqui los deja, para nuestro pasmo y reverencial deleite; txiki, qué bien; Orión