
“Nadie comprendía el perfume de la oscura magnolia de tu vientre"
Federico García Lorca
.4.
Lléname de agujas la pureza
y escrudiña los gestos del ombligo
con la rabiosa virtud de tu analgesia
Yo me vendo al agua
a la gota cíclica
que estremece el desierto de las piernas
Tal vez mañana entre las sales
curtirás las orillas de promesas
pero hoy
aciclona remansos
y amontona de efluvios a mi arena
Vamos mar adentro
en atajo de pez que en el exilio
reverbera corriente hacia la veda
Vacíame de estrella los lunares
que penden de la mano de dios
cuando la noche se estremece en la marea