Llueve en la madrugada

[Alejandro Costa López]

Del mar brotan vientos huracanados e inconscientes
que golpean puertas deterioradas y de nervios reprimidas.
La noche, oculta sombras que parecen inhumanas
y las engalana con tul de encaje y broches de olvido.
Late de inquietud la leña carcomida,
mientras, muy lentamente, la luz se desliza,
y los portones entreabiertos
esbozan música agrietada
por los portazos aderezados de interrogantes sordas y mudas.

Es madrugada, oscura y tormentosa,
húmeda y exiliada,
y llueve,
llueve en la madrugada,
hiel oxidada de bisagras sin palabras,
llueve,
soledad amarga.

[Marcos de la Mancebía]

A resguardo de la lluvia nocturna es buen momento para la introspección.

Un abrazo.

Marcos

[Alejandro Costa López]

Gracias Marcos.
Un abrazo.