Un cuento infantil

[Marcos de la Mancebía]

Hola, mi querido amigo,
voy a contarte una historia,
que retengo en mi memoria,
si tú te quedas conmigo.

No es nada maravillosa,
sin princesas, ni piratas,
ni hermanastras timoratas,
sin un hada, ni una rosa.

Es una historia sencilla
(espero que no te aburra
y para que esto no ocurra
la diré de carrerilla)

Es sobre un viaje que hizo
una niña en una nube
que hasta los cielos la sube
como presa de un hechizo.

Ni se tomó bebedizo,
ni nada que no debiera
y peinó su cabellera,
con las púas de un erizo.

Quiso subir hasta el cielo
con la sola compañía
de un osito, al que quería
llevar con ella en su vuelo.

¡Con qué gozosa alegría
volaba con su amiguito!
-Nada más yo necesito.
De su amistad presumía.

-¡Fuera la melancolía!
Dijo la mar de contenta.
-¡No la tengamos en cuenta,
la tristeza es tontería!

Cuando llegó a los altares,
habló con su dios divino:
-En mi volar peregrino,
olvidados mis pesares,

he visto tierras y mares,
desde la diosa Fortuna
al Principito en la luna;
vi mil remotos lugares

y las más altas montañas;
vi las fosas abisales
y desiertos y arenales;
de la Tierra las entrañas.

Vi todos los animales,
también vi brillar el Sol
y vi nacer una col;
árboles descomunales,

oásis de soledad,
los más lujosos ajuares
y desiertos y glaciares
y vi un dragón de verdad.

Pero no hay nada mejor,
nada tan maravilloso,
tan alegre y tan hermoso
como sentir el amor.

Con una tierna sonrisa
dijo el dios: -No temas nada.
por siempre serás amada;
vuela chiquilla sin prisa.

Quizá te preguntarás
¿Cómo puede ser posible
que una niña tan sensible
vuele tan alto y aún más?

Pues no te debe extrañar,
porque la niña dormía
y todo lo que ocurría
es que empezaba a soñar.

Con esto quiero decirte
algo que tú ya sabrás,
que no sólo soñarás
cuando llegues a dormirte,

que puedes soñar despierto
en aquello que te guste
y olvidar lo que te asuste;
tú prueba, verás que es cierto.

[Borja Martínez]

Un gusto leerte este gran poema rimado, lleno de sentencias que prueban lo que dices.

[carmen iglesia]

Un cuento infantil que ningún adulto debería olvidar, o es que en algunos aspectos no deberíamos ser nunca adultos? Tu poema me ha alegrado la mañana.

Un beso,

Carmen

[Hallie Hernández Alfaro]

Es un texto precioso lleno de recursos, dulzura y sabiduría!

Enhorabuena y aplausos fuertes!!!

Abrazote, Marcos.

Hallie

[Marcos de la Mancebía]

Un gusto leerte este gran poema rimado, lleno de sentencias que prueban lo que dices.

Gracias Borja, el gusto es mío y acepto encantado que pases a formar parte de mi cuento.

Un abrazo.

Marcos

[Diego Javier Oruña]

Marcos, felicidades por estos octosílabos preciosos y maravillosamente esccritos.


Un aabrazo


javier

[Pilar Morte]

Un cuento para recordar en cada momento. Me gustó leerte
Un abrazo
Pilar

[Armilo Brotón]

Un gran mensaje Marcos.
La rima hace que suene como los recitados antiguos, llenos de calor.

Un abrazo

Armilo B.

[Aubriel Camila de la Prad]

¡Hermoso, Marcos! Tiene tanta ternura y es tan cierto ... nunca hay que dejar de soñar.

Besos.

[Andrés Caparrós]

Estupendo poema, para deleitarse en sus belleza. Un gusto.
Cordiales saludos.

[Marcos de la Mancebía]

Gracias, Carmen, por tu encantadora presencia en mis versos. Y si han conseguido tu alegría, ha merecido la pena escribirlos.

Creo que, en mayor o menor medida, todos tenemos un niño dentro y si perdemos esa candidez infantil nos volvemos oscos y desabridos; y lo que es peor, perdemos la ilusión.

Un beso.

Marcos

[Marcos de la Mancebía]

Gracias Hallie por el aplauso y por mirar mis versos de esa manera tan delicada.

Un beso.

Marcos

[Pablo Ibáñez]

Me ha gustado muchísimo. Me encanta el tono infantil a la vez que adulto. Poemas como este aportan un aire freso y clásico muy agradable.

[Amparo Guillem]

Sólo decir que me pareció estupendo.
Volé entre tus versos.
Saludos desde mi retiro castellano con resaca de cierzo.
Amparo

[Mario Martínez]

Hola Marcos, amigo mío.
Un hermoso cuento con moraleja incluida en su final.

Es cierto,
se puede soñar despierto,
pero procura encontrar
un hombro donde llorar
cuando el sueño yazca muerto.


Un placer leerte, compañero. Abrazos.
Mario.