Más
No como siempre, ese siempre de fantasía
para quererte sin límites,
poseerte en el silencio
derramando fiesta en la lluvia de caricias,
en día de paz y fe.
Más sobre el cristal de los senderos de sueños
en doble viaje con el amante espacio
y la lámpara con aroma de palabra nueva;
y sea el amor vaso lleno,
cómplice del misterio que se consume.
Más sobre los latidos sembrando
la caída de la tristeza,
librándote de la memoria amarrada
de la voz que duele,
que se sepulta en el enemigo
y sus herramientas de lágrimas.
Más sobre los puentes aliados
de la esperanza, cantando
como un adolescente sin pedir permiso,
con ojos que tienen, que viven
en los cimientos de la espera vestida
de dulzura en perfecta armonía,
que entrega y recibe, y te abraza.
Más.. cuando llegues, cuando tu rostro
no sea distancia, cuerpo en vuelo,
peña del recuerdo, fruta en vino,
miedo del fuego apagado,
sollozo en polvo que como aguja
de sol busca las ráfagas de la herida;
sea la red del mar de los incendios,
que abandone la indiferencia, viva
de la pirámide de deseos, suba
por la escalera de los sueños, venza
la llave del inalcanzable dueño de la felicidad, y logre
la solemne gloria con el oleaje
del incienso de la flor más bella, sin cenizas
que abrasa, libera y sostiene.
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