Bajo el almendro

[Mario Martínez]

Aún florece el almendro, pero creo
que sus flores no huelen como antes
y hay frutos de amargor entre sus hojas
que eran dulces ayer, cuando sentados
a su plácida sombra cada tarde,
acabado el paseo vespertino,
compartía en silencio nuestra charla,
nuestro mundo amigable de recuerdos.

Aún está el nido aquél, pero la alondra
que solía alegrarnos con su canto,
hace ya que voló, y nadie osa
ocupar el lugar que ella dejara.
Sigue siendo refugio de gorriones,
de palomas torcaces y estorninos
que alborotan el aire con sus voces
y enmudecen de pronto si se posan.

Hay hileras de hormigas trepadoras
escalando su tronco mientras buscan
en su piel agrietada el alimento
de pulgones que a otro árbol se mudaron.
Siguen juntas las piedras que pusimos,
endurecido asiento confortable
donde buscan reposo algunas veces
estas piernas cansadas, esta mente
que te sigue buscando en los senderos,
en las puestas de sol, en las veredas
donde medra el tomillo florecido;
en el cierzo inaudible que te nombra
y que dice mi nombre sin decirlo.

Te marchaste, mi amigo. Me dejaste
la entristecida sombra de un almendro,
una piedra vacía, soledades,
y un mundo ilimitado de silencios.




Mario.

[Óscar Bartolomé Poy]

Mario Martínez,
"en el cierzo inaudible que te nombra
y que dice mi nombre sin decirlo.

Te marchaste, mi amigo. Me dejaste
la entristecida sombra de un almendro,
una piedra vacía, soledades,
y un mundo ilimitado de silencios."

Melancólico poema sobre la ausencia del amigo, un tema que ya habías tratado con anterioridad, según creo, pero bajo otra óptica. En los seis últimos versos se concentra la mayor cantidad de nostalgia. Tus versos consiguen enternecer incluso al corazón más pétreo. Las descripciones de la naturaleza están muy logradas. Crean la atmósfera imprescindible para vivir esos sentimientos que transmites, de dolor por la pérdida. Es como si nada hubiera cambiado, como si el mundo siguiera igual, pero los cambios también se producen por dentro, y ésos son los peores. Cuando cambia la visión del mundo, también cambia el mundo, pues la mirada hace la realidad.

Un abrazo, amigo Mario.

[Pilar Morte]

Casi me haces llorar con la última estrofa . Los versos que cuajas de naturaleza me encantan, tienen un sello de vida y de nostalgia
Un abrazo
Pilar

[Marcos de la Mancebía]

Decía Machado "..Lo nuestro es pasar".

Pero permanecen los recuerdos y esas cíclicas florecillas blancas que beben del rocío vespertino.

Romanticismo en estado puro. Quizá no haya un poeta que no sea melancólico.

Un abrazo.

Marcos

[Óscar Distéfano]

Entrañable poema, estimado Mario, con voz de honda melancolía, como una elegía sin consuelo. El ritmo es exquisito, resalta enormemente la belleza del texto.

Un abrazo.
Óscar

[Esteban Granado]

Una poesía directa que apela al artificio de la forma sólo para dotar al poema de la imprescindible solemnidad que requiere el asunto tratado.

Los versos más naturalistas serenan el ambiente por el que discurrre sin trabas tu voz tranquila, amigo Mario.

Un magnífico trabajo.

Abrazos,

Esteban

[Jaime José Plaza López]

en la frase dicer nombres sin decirlos da la vuelta en el pensamiento mui buen poema que hace girar la mente saludos desde aki para donde tu estas

[Nésthor Olalla]

Me ha gustado asomarme a tus excelentes y melancólicas letras, amigo.


Un abrazo

[Mario Martínez]

Hola Óscar

un tema que ya habías tratado con anterioridad, según creo, pero bajo otra óptica.

Probablemente, amigo mío, probablemente, en ocasiones me repito, supongo que nos pasa a todos sin querer. Aunque debo decir, que es tan sólo un trabajo poético, a Dios gracias (y toco madera), todavía no se me murió un amigo tan íntimo.
Me alegra que te hayan gustado los endecas. Un abrazo.
Mario.

[julián borao]

Una delicia, Mario, lirismo conceptual ayudado por una estructura rítmica impecable.
Un abrazo.
Julián Borao

[Julio Gonzalez Alonso]

Hermosa elegía, Mario, enmarcada en la amistad y los elementos de la Naturaleza en los que reposan los recuerdos compartidos, los sueños. Es la pérdida de ese mundo y la sensación de vacío lo que subyace en el sentimiento por el amigo que ya no está; y es que la amistad, como el amor, como la infancia, es lo que somos y lo que no podemos dejar de ser. Estupendo trabajo ahondando en estos sentimientos.
Salud.

[emerio henriquez]

Entrañable poema, cargado de lirismo y sentimiento, para cantar la ausencia dolorosa del amigo.Desgraciadamente es así, todo es lo mismo y ya nada es igual.
Me gusto mucho Mario,un abrazo.

[Mario Martínez]

Gracias, Pilar, me alegra que te haya gustado y emocionado. Sólo es un trabajo poético. Abrazos.
Mario.

[Mario Martínez]

Hola Marcos

Quizá no haya un poeta que no sea melancólico

Quizá, amigo mío, quizá. Llevamos la melancolía a flor de piel.
Me alegra que te haya gustado este poema a la amistad. Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

A Óscar D.

Gracias, amigo mío por ese comentario tan halagador a mis versos. Un gran abrazo.
Mario.