La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Por los huecos vacíos de la ausencia se escapan los silencios tras la voz coagulada de la angustia.
Cuando la noche mece sus cabellos
sobre un lecho de espejos cenicientos
y una llama rizada de deseos
enciende la nostalgia,
un cierzo aletargado se levanta
vertiendo amarilleces
en el cuenco desnudo de los sueños.
Entonces, al apagarse la luz
del rojo de la sangre,
un escueto y hermético latido
golpea con su grito
el maduro cantil de la garganta
obligando a los párpados caídos
a volver tras las huellas del recuerdo.
Y así, cansados de vivir huyendo
del mármol de la niebla,
los ojos, tras las mejillas del cielo,
se alejan de la frente
al no visualizar
los bordes irisados del consuelo.
*Andros
Por los huecos vacíos de la ausencia se escapan los silencios tras la voz coagulada de la angustia. Cuando la noche mece sus cabellos
sobre un lecho de espejos cenicientos
y una llama rizada de deseos
enciende la nostalgia,
un cierzo aletargado se levanta
vertiendo amarilleces
en el cuenco desnudo de los sueños.
Entonces, al apagarse la luz
del rojo de la sangre,
un escueto y hermético latido
golpea con su grito
el maduro cantil de la garganta
obligando a los párpados caídos
a volver tras las huellas del recuerdo.
Y así, cansados de vivir huyendo
del mármol de la niebla, los ojos, tras las mejillas del cielo,
se alejan de la frente
al no visualizar
los bordes irisados del consuelo.
*Andros
Me ha gustado mucho la expresión "voz coagulada de la angustia", y me hace pensar en lo importante que es para un poeta saber adjetivar. Los dos primeros versos de la segunda estrofa son asimismo muy bellos. Has descrito una noche insomnio donde afloran y torturan los recuerdos.
Por los huecos vacíos de la ausencia
se escapan los silencios
tras la voz coagulada de la angustia.
Cuando la noche mece sus cabellos
sobre un lecho de espejos cenicientos
y una llama rizada de deseos
enciende la nostalgia,
un cierzo aletargado se levanta
vertiendo amarilleces
en el cuenco desnudo de los sueños.
Entonces, al apagarse la luz
del rojo de la sangre,
un escueto y hermético latido
golpea con su grito
el maduro cantil de la garganta
obligando a los párpados caídos
a volver tras las huellas del recuerdo.
Y así, cansados de vivir huyendo
del mármol de la niebla,
los ojos, tras las mejillas del cielo,
se alejan de la frente
al no visualizar
los bordes irisados del consuelo.
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Muy hermoso poema, amigo José Luis.
Algunos versos, a mi juicio, tienen margen de mejora rítmica, por ejemplo:
“tras la voz coagulada de la aungustia”, porque, aunque el verso es muy hermoso, como señala Óscar (el verso no tiene discusión, así, lo apuntado se refiere a detalles con objeto de abundar sobre el ritmo), para que sea un endecasílabo tendremos que aplicarle una sinéresis en “coa”, que son dos sílabas pero, por mor de la licencia nombrada, se convierten en una.
Luego está la aliteración “lada de la”, que, en mi opinión, está demasiado cercana y procura cierta dificultad al recitarse.
La cantidad de rimas por estrofa, sobre todo cuando hablamos de combinaciones de verso corto (heptasílabo) y verso medio (endecasílabo), opino que se tienen que tener muy en cuenta porque pueden dar al traste con el asunto melódico, por saturación.
Da lo mismo si la rima está al final del verso (axis rítmico) o está en su interior, puesto que la “rima interna” cambia el ritmo, pero existe igualmente un detonante melódico.
Si eres consciente de ello, deja de tener importancia; yo, por ejemplo, en algunos poemas rimo muchos versos seguidos, pero lo tengo muy en cuenta.
En el poema, algunos endecasílabos no se ajustan a la acentuación que resulta más conveniente, pero, otra vez, si eso lo tienes en cuenta deja de ser básico. Hay otros asuntos en la construcción versal que, en este momento, me parecen más importantes. Se refieren a ocupar el espacio rítmico dentro del propio verso, ahí también tienes margen de mejora, según creo.
Si te interesa el tema iremos hablando de ello. Precisamente, ahora estoy a vueltas con esa cuestión. La teoría que estoy intentado demostrar con mis trabajos se enfrenta a la métrica tradicional, sí, pero también se opone frontalmente al verso libre, ahí me refiero al verso libre que no sabe muy bien lo que ha sucedido cuando lo han alumbrado.
En fin, decirte que no te comentaría esos pequeños detalles si no creyera que te pueden servir para obras posteriores. El poema me ha gustado, creo que es el trabajo de un autor que tiene lo principal, lo único ineludible: talento. El talento metafórico, querido colega, es el quid de la cuestión, y de eso a ti no te falta. Dado que “fondo y forma son la misma cosa” (Gamoneda), la metáfora, si es buena, nace vestida de gala (rítmicamente provista).
Felicidades por el poema.