Óscar Bartolomé Poy escribió:Fermín Lasarte escribió:Lleno de otoño voy por el tiempo.
Camino errante
la lenta noche de mis años.
Los silencios son de bronce y marfil.
La ciudad es un niño dormido en mis palmas.
Las calles se limpian el ardor
de su piel adoquinada.
Solo yo y mi otoño a cuestas,
mi otoño pedregullo en el pecho, mi otoño
como hielo o dagas o estupor. Y la luna,
la luna que ya no es un estanque de almas blancas.
Un tibio trazo de luz se gesta en el negro.
Vanguardia tibia del alba, punta de flecha
de otro día entre tantos.
Inevitable es
detener el poderoso oleaje de tu ascenso,
petrificar el instante para que los rayos no hieran, no ultrajen
el inmaculado lienzo de estas sombras.
No nazcas sol,
no crezcas incendiando el misterio.
Hoy no quiero amanecer con tu canto.
Hoy quiero ser noche eterna.
¡Oh brillantes bocas de fuego
besadme la muerte que me pesa!
dadme un respiro y seguiré muriendo.
Fermín Lasarte
En este poema no me cuesta reconocerte, Fermín. Es todo lirismo y melancolía, como un hálito de muerte que amenaza la frágil existencia. Has vuelto a componer otra metáfora increíble de la luna: "estanque de almas blancas". Me gustan los claroscuros de las imágenes que concibes con la mano de un pintor tenebrista que alumbra la oscuridad del lienzo con la claridad del pensamiento, al modo de Caravaggio. La súplica al sol de la cuarta estrofa es impresionante; no en vano, casi la subrayo entera. Es curioso, pero últimamente yo también le pido al sol que se oculte. Por último, no quiero concluir este comentario sin decirte que me ha maravillado la infinita ternura que desprende este verso: "La ciudad es un niño dormido en mis palmas".
El otoño te inspira, amigo mío, para disfrute de los que te leemos en cada entrega con renovadas ganas. Un fuerte abrazo, Fermín, y a seguir con el estro, que está de tu parte.
Te agradezco Óscar, siempre tan amables tus mensajes, es un honor para mí que te tomes todo ese tiempo en el análisis de mis poemas, análisis, que en este caso, como en la generalidad de los mismos, es exacto.
Me gusta matizar, estoy buscando mi rumbo en esto de escribir versos, y me interesa tanto la ternura y la cadencia en las imágenes, como también el misterio y la noche.
El misterio es fundamental, cierta parte fantástica, como también lo es la existencia, el ser y el medio, las ciudades y sus grises. En fin, más o menos en eso, se resume casi todo lo que escribo, pero no descarto nada.
Bueno Óscar, te vuelvo a agradecer y te mando un abrazo grande desde este otoño austral.