Querido Poeta teu poema lembra um quadro surreal,uma pintura onde as emoções abrem um leque imenso para ricas interpretações.
Preciosa jóia tua poesia!
Parabéns pela maestria em tua criação.
um beijo de violetas e meu carinho

Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Enhorabuena por todo el poema, Ramón. La primera estrofa la veo como un bodegón barroco , repleto de diferentes materias, físicas y espirituales, sobre la mesa de tu palabra.Ramón Carballal escribió: Yo conté el granito, la carne o la llaga.
Suben los ángeles a su árbol,
miran las dalias la cruz de una escalera.
Ramón Carballal escribió:
Yo conté el granito, la carne o la llaga.
Suben los ángeles a su árbol,
miran las dalias la cruz de una escalera.
Día sin párpado, ejércitos de vocales transitoriamente cisnes.
Al fondo el oratorio de una almena
-y pequeñas celdas, casi besos de niño-.
Si miras al cielo verás la prisión de un barco,
afuera el mar cabecea con pálidos insectos en su cenefa.
Cráteres en las alas, sucesos de aquilón,
después la goleta que se balancea en el blanco
ajena al cosmos de un suspiro de pez o de noche.
Tuyo y mío es el cadáver que retumbó en el signo,
esa fue la mirada del acuario,
en ella tus amatistas rompieron el pudor
desnutriéndose de inviernos.
Mi ciudad es un lápiz,
romo de insignias canta el oráculo en su playa de esponjas.
De mi llaga a la tuya hay un sórdido clamor de vidrieras,
cuando extiendo la brasa yo veo tu cintura,
hoja de sal, mi locura de hélices.
Somos del tiempo indignos acentos.
Tú y yo las rubias pestañas del neón.
Tú y yo los peces que anticipan el llorar oscuro de los gatos.
La ciudad teme ahora tu esfinge de tacón ciego,
se aleja.
Gracias, Óscar, por leer el poema y comentar. Un abrazo.Óscar Distéfano escribió:Saliste de pezca en este barco celeste, y mira lo que has traído: hermosa imágenes que incitan a un deshacer de la conciencia, para disfrutar con ojos infantes.
Este verso es una joya, amigo:
La ciudad teme ahora tu esfinge de tacón ciego,
se aleja.
Un abrazo.
Óscar
Gracias, Hallie, por tus palabras. Un beso grande.Hallie Hernández Alfaro escribió:"Tuyo y mío es el cadáver que retumbó en el signo,
esa fue la mirada del acuario,
en ella tus amatistas rompieron el pudor
desnutriéndose de inviernos."
No sabría explicarte porqué esta estrofa me conmovió tantísimo. Leerte sigue siendo una experiencia profunda y un lujazo!!
Un beso lleno de afecto, Ramón.
Hallie
Gracias, Carmen, probablemente el poema sea irregular y tenga algunas partes mas aceptables que otras. Besotes.carmen iglesia escribió:Mi ciudad es un lápiz,
romo de insignias canta el oráculo en su playa de esponjas.
De mi llaga a la tuya hay un sórdido clamor de vidrieras,
cuando extiendo la brasa yo veo tu cintura,
hoja de sal, mi locura de hélices.
Somos del tiempo indignos acentos.
Tú y yo las rubias pestañas del neón.
Tú y yo los peces que anticipan el llorar oscuro de los gatos.
La ciudad teme ahora tu esfinge de tacón ciego,
se aleja.
Bueno, ya te lo han dicho todos, magnífico... para mí, sobre todo el final...
Un placer, Ramón, siempre lo es.
Besotes,
Carmen
Gracias por tu generosidad, Jorge. Un abrazo.LEMOINE Y BOSSHARDT Jorge escribió:Abrazo Ramón. Maravilloso, muy gran poesía, felicitaciones.
O meu agradecemento pola túa presenza nas miñas letras. Bicos dende Galicia.Marli Franco escribió:Ramón
Querido Poeta teu poema lembra um quadro surreal,uma pintura onde as emoções abrem um leque imenso para ricas interpretações.
Preciosa jóia tua poesia!
Parabéns pela maestria em tua criação.
um beijo de violetas e meu carinho
Muchas gracias por tus palabras, Juan. Un abrazo.juan delgado escribió:Enhorabuena por todo el poema, Ramón. La primera estrofa la veo como un bodegón barroco , repleto de diferentes materias, físicas y espirituales, sobre la mesa de tu palabra.Ramón Carballal escribió: Yo conté el granito, la carne o la llaga.
Suben los ángeles a su árbol,
miran las dalias la cruz de una escalera.
Un saludo.
Gracias, Orión, lo mismo digo, siempre leerte es un disfrute. Un abrazo.Antonio Justel escribió:Ramón Carballal escribió:
Yo conté el granito, la carne o la llaga.
Suben los ángeles a su árbol,
miran las dalias la cruz de una escalera.
Día sin párpado, ejércitos de vocales transitoriamente cisnes.
Al fondo el oratorio de una almena
-y pequeñas celdas, casi besos de niño-.
Si miras al cielo verás la prisión de un barco,
afuera el mar cabecea con pálidos insectos en su cenefa.
Cráteres en las alas, sucesos de aquilón,
después la goleta que se balancea en el blanco
ajena al cosmos de un suspiro de pez o de noche.
Tuyo y mío es el cadáver que retumbó en el signo,
esa fue la mirada del acuario,
en ella tus amatistas rompieron el pudor
desnutriéndose de inviernos.
Mi ciudad es un lápiz,
romo de insignias canta el oráculo en su playa de esponjas.
De mi llaga a la tuya hay un sórdido clamor de vidrieras,
cuando extiendo la brasa yo veo tu cintura,
hoja de sal, mi locura de hélices.
Somos del tiempo indignos acentos.
Tú y yo las rubias pestañas del neón.
Tú y yo los peces que anticipan el llorar oscuro de los gatos.
La ciudad teme ahora tu esfinge de tacón ciego,
se aleja.
... creo, compañero, que mientras pueda leer, te seguiré leyendo; nadie encuentra tanto en cualquier espacio a que mire o que contemple; la terminación es sensacional; Orión
Ramón Carballal escribió:carmen iglesia escribió:Mi ciudad es un lápiz,
romo de insignias canta el oráculo en su playa de esponjas.
De mi llaga a la tuya hay un sórdido clamor de vidrieras,
cuando extiendo la brasa yo veo tu cintura,
hoja de sal, mi locura de hélices.
Somos del tiempo indignos acentos.
Tú y yo las rubias pestañas del neón.
Tú y yo los peces que anticipan el llorar oscuro de los gatos.
La ciudad teme ahora tu esfinge de tacón ciego,
se aleja.
Bueno, ya te lo han dicho todos, magnífico... para mí, sobre todo el final...
Un placer, Ramón, siempre lo es.
Besotes,
Carmen
Gracias, Carmen, probablemente el poema sea irregular y tenga algunas partes mas aceptables que otras. Besotes.
Ya sabes que valoro tu opinión, gracias por pasar de nuevo. Un beso, Carmen.carmen iglesia escribió:Ramón Carballal escribió:carmen iglesia escribió:Mi ciudad es un lápiz,
romo de insignias canta el oráculo en su playa de esponjas.
De mi llaga a la tuya hay un sórdido clamor de vidrieras,
cuando extiendo la brasa yo veo tu cintura,
hoja de sal, mi locura de hélices.
Somos del tiempo indignos acentos.
Tú y yo las rubias pestañas del neón.
Tú y yo los peces que anticipan el llorar oscuro de los gatos.
La ciudad teme ahora tu esfinge de tacón ciego,
se aleja.
Bueno, ya te lo han dicho todos, magnífico... para mí, sobre todo el final...
Un placer, Ramón, siempre lo es.
Besotes,
Carmen
Gracias, Carmen, probablemente el poema sea irregular y tenga algunas partes mas aceptables que otras. Besotes.
La parte que destaco para mí ya es un poema ... lo dice mi intuición como lectora, que no el saber... Es un gustazo encontrar poesía como la tuya.
Más besotes,
Carmen