Una mañana que levanta el vuelo

[Liz Barrio]

Los cantos placenteros de la noche
me recuerdan las metáforas
mezcladas en tus pulsos,
tus anhelos,
aquellos vientos
donde nacen de la aurora sus albores.

Y el agua de la luna
te la bebes sin sospecha
y el aliento de tu mano
duerme plácido, cálido
cuando la belleza se transforma
en una mañana que levanta el vuelo.

Es el manantial cuyas imágenes
se retuercen adoloridas a fuerza de
indecisiones.
Es la distancia enmarañada
que se ensancha entre delirios encantados
y el alarido contradice
al grito de tu pecho
que aparenta vivir en la ironía de un enigma.

Pienso en todo esto
porque hoy derramo ante mis ojos
una cascada vagabunda,
deseo hechizado que resguarda
al verso transparente
de una voz lejana, aparente
y en total negrura.

En la incertidumbre del espacio intrigante
rondas tú encendiendo al celeste
con tu gotear esencial,
tu musitar especial,
tu cántaro anclado y torrencial.

La elocuencia, cabellera
grácil del arcoiris,
se atraganta cuando
habla de estas cosas
y el dibujo arrasado
del mar en la arena perezosa,
te inspiró las mil tonalidades
de un poema intranquilo.

Vuela pues bajo la melancolía juguetona
y entre bramidos turbulentos,
cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento
armado de horizontes viejos,
secretos encogidos, encuentros de lejos
y huracanes por siempre
desconocidos.

[Pilar Morte]

Un placer pasar por tus versos
UN abrazo
Pilar

[Óscar Bartolomé Poy]

Los cantos placenteros de la noche
me recuerdan las metáforas
mezcladas en tus pulsos,
tus anhelos,
aquellos vientos
donde nacen de la aurora sus albores.

Y el agua de la luna
te la bebes sin sospecha
y el aliento de tu mano
duerme plácido, cálido
cuando la belleza se transforma
en una mañana que levanta el vuelo.

Es el manantial cuyas imágenes
se retuercen adoloridas a fuerza de
indecisiones.
Es la distancia enmarañada
que se ensancha entre delirios encantados
y el alarido contradice
al grito de tu pecho
que aparenta vivir en la ironía de un enigma.

Pienso en todo esto
porque hoy derramo ante mis ojos
una cascada vagabunda,
deseo hechizado que resguarda
al verso transparente
de una voz lejana, aparente
y en total negrura.

En la incertidumbre del espacio intrigante
rondas tú encendiendo al celeste
con tu gotear esencial,
tu musitar especial,
tu cántaro anclado y torrencial.

La elocuencia, cabellera
grácil del arcoiris,
se atraganta cuando
habla de estas cosas
y el dibujo arrasado
del mar en la arena perezosa,
te inspiró las mil tonalidades
de un poema intranquilo.

Vuela pues bajo la melancolía juguetona
y entre bramidos turbulentos,
cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento
armado de horizontes viejos,
secretos encogidos, encuentros de lejos
y huracanes por siempre
desconocidos.

Un poema pleno de aciertos, de un lirismo despampanante, con metáforas de exquisita sensibilidad y no menos ternura. Las tres últimas estrofas son superiores. Hay dos versos que me parecen geniales: "cuenta los sabores del silencio / y miénteme un cuento". Son igualmente reseñables estos otros: "y el aliento de tu mano / duerme plácido, cálido".

Me permito hacerte una sugerencia, esperando no ser muy atrevido, porque nunca me gusta corregir al autor: creo que el verso "Vuela, pues, bajo la melancolía juguetona" quedaría mejor así, con "pues" entre dos comas.

Saludos, Liz, y enhorabuena por este hermoso poema.

[Aubriel Camila de la Prad]

Ya la imagen de una mañana que levanta vuelo me parece fantástica.
Hermoso, Liz! Con el sello de tu talento.

"Cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento"

Un gusto leerte.

Besos.

[Ricardo Serna G]

Liz Barrio,

magnífica poesía, querida amiga

ritmo, tema...belleza


un abrazo fuerte

[Antonio Soto]

IUff, electrizante. Eso dice mi piel aun erizada. Digo yo: Magistral, pleno, con la voz encantada de la melodía pura de un silencio tejido de verdades que hieren la mirada por su brillantez y claridad. Perfecto de principio a fin. Con todos los merecimientos de una obra perdurable, de una perfecta criatura de las eternidades.IIMadre sabia de las eternidades: No pude resistir la tentación de rendirme a la belleza por antonomasia. Una y otra vez he bajado a beber de la fuente pura donde la poesía mana, a ver si mi sed apaga, a ver si una esquirla de luz de diamante tan bello se queda prendida a mis ojos e ilumina mi alma. Gracias Gran Sacerdotisa de la Poiesis. Maga Suprema del silencio que canta.IIIAh, la elocuencia: El aspecto medular de la retórica que sabe de las tonalidades del discurso poético, que se apropia de la verdad y la transforma, la transustancia en la débil figura que da cuerpo al viento en que la palabra inunda la caracola del oído; que no cabe en sí de gozo cuando la extática contemplación de la belleza la enmudece y arroba el alma haciéndola padecer de agudos dolores la garganta; que no hace más que balbucear la evanescente transparencia de la eternidad hecha un instante fugaz que se agiganta en el conjuro de la lengua, de la mano que escribe y que borra la tristeza.

[Ramón Carballal]

Excelente de principio a fin, Liz. Tienes una facilidad enorme para escribir buena poesía. Un beso.

[Liz Barrio]

Un placer pasar por tus versos
UN abrazo
Pilar

Gracias Pilar, el placer es mío.
Un beso,

[Liz Barrio]

Los cantos placenteros de la noche
me recuerdan las metáforas
mezcladas en tus pulsos,
tus anhelos,
aquellos vientos
donde nacen de la aurora sus albores.

Y el agua de la luna
te la bebes sin sospecha
y el aliento de tu mano
duerme plácido, cálido
cuando la belleza se transforma
en una mañana que levanta el vuelo.

Es el manantial cuyas imágenes
se retuercen adoloridas a fuerza de
indecisiones.
Es la distancia enmarañada
que se ensancha entre delirios encantados
y el alarido contradice
al grito de tu pecho
que aparenta vivir en la ironía de un enigma.

Pienso en todo esto
porque hoy derramo ante mis ojos
una cascada vagabunda,
deseo hechizado que resguarda
al verso transparente
de una voz lejana, aparente
y en total negrura.

En la incertidumbre del espacio intrigante
rondas tú encendiendo al celeste
con tu gotear esencial,
tu musitar especial,
tu cántaro anclado y torrencial.

La elocuencia, cabellera
grácil del arcoiris,
se atraganta cuando
habla de estas cosas
y el dibujo arrasado
del mar en la arena perezosa,
te inspiró las mil tonalidades
de un poema intranquilo.

Vuela pues bajo la melancolía juguetona
y entre bramidos turbulentos,
cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento
armado de horizontes viejos,
secretos encogidos, encuentros de lejos
y huracanes por siempre
desconocidos.

Un poema pleno de aciertos, de un lirismo despampanante, con metáforas de exquisita sensibilidad y no menos ternura. Las tres últimas estrofas son superiores. Hay dos versos que me parecen geniales: "cuenta los sabores del silencio / y miénteme un cuento". Son igualmente reseñables estos otros: "y el aliento de tu mano / duerme plácido, cálido".

Me permito hacerte una sugerencia, esperando no ser muy atrevido, porque nunca me gusta corregir al autor: creo que el verso "Vuela, pues, bajo la melancolía juguetona" quedaría mejor así, con "pues" entre dos comas.

Saludos, Liz, y enhorabuena por este hermoso poema.

Muchas gracias Óscar por detenerte en estos versos. Tomo en cuenta tu sugerencia que me parece acertada. Gracias siempre por leerme.
Un beso para ti,

[Mario Martínez]

Hola Liz

Belleza y lirismo a raudales en este hermoso poema pleno de imágenes acertadas, amiga mía. UN placer leerte. Abrazos.
Mario.

[paula varela]

mucho ritmo y hermosas imágenes!

[Liz Barrio]

Ya la imagen de una mañana que levanta vuelo me parece fantástica.
Hermoso, Liz! Con el sello de tu talento.

"Cuenta los sabores del silencio
y miénteme un cuento"

Un gusto leerte.

Besos.

Eres muy amable Aubriel, mucho aprecio tu visita a mis letras.
Gracias siempre, un abrazo para ti,

[LEMOINE Y BOSSHARDT Jorge]

Inmenso Liz, una divinidad.

[Liz Barrio]

Liz Barrio,

magnífica poesía, querida amiga

ritmo, tema...belleza


un abrazo fuerte

Eres muy amable Ricardo, aprecio y recibo con alegría tu generoso comentario.
Abrazos para ti,

[Liz Barrio]

IUff, electrizante. Eso dice mi piel aun erizada. Digo yo: Magistral, pleno, con la voz encantada de la melodía pura de un silencio tejido de verdades que hieren la mirada por su brillantez y claridad. Perfecto de principio a fin. Con todos los merecimientos de una obra perdurable, de una perfecta criatura de las eternidades.IIMadre sabia de las eternidades: No pude resistir la tentación de rendirme a la belleza por antonomasia. Una y otra vez he bajado a beber de la fuente pura donde la poesía mana, a ver si mi sed apaga, a ver si una esquirla de luz de diamante tan bello se queda prendida a mis ojos e ilumina mi alma. Gracias Gran Sacerdotisa de la Poiesis. Maga Suprema del silencio que canta.IIIAh, la elocuencia: El aspecto medular de la retórica que sabe de las tonalidades del discurso poético, que se apropia de la verdad y la transforma, la transustancia en la débil figura que da cuerpo al viento en que la palabra inunda la caracola del oído; que no cabe en sí de gozo cuando la extática contemplación de la belleza la enmudece y arroba el alma haciéndola padecer de agudos dolores la garganta; que no hace más que balbucear la evanescente transparencia de la eternidad hecha un instante fugaz que se agiganta en el conjuro de la lengua, de la mano que escribe y que borra la tristeza.

El suspiro que emanó mi alma cuando leí estos comentarios tuyos en otro foro de poesía (hace ya más de dos años), aún permanece en mí.
Gracias Sol que a mis adentros ilumina y colma de felicidad. Te quiero profundamente.
Mi beso en pétalo, sólo para ti,