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Esteban Granado escribió:Paradójicamente, es en el calor de la noche que se alcanza a ver más allá de las formas. Como en un viaje de LSD, descubres el andamiaje de los cuerpos, los cimientos del edificio humano. Hermoso homenaje y hermoso poema.
Un abrazo,
Esteban
Gracias Esteban, celebro que lo hayas disfrutado. Desde la publicación de la "Teoría de la evolución" de Darwin, el pensamiento científico y también filosófico ha dado un giro de 360 grados.
J. J. M. Ferreiro escribió:a Charles Darwin, en el bicentenario de su nacimiento (febrero 1809)
“Me celebro y me canto,
y aquello de que yo me apropio habrás de apropiarte,
porque los átomos que me pertenecen también te pertenecen” Walt Whitman
Son las ocho de la tarde. Agosto herido de muerte. El Sol, tirado en el suelo, sangra sobre el campo verde. Todo el mar está en silencio como velando el tormento.
La caída del sol es un cataclismo, sólo las cicatrices de las luciérnagas consiguen serenar mi incertidumbre. Vivir la noche es desnudar los recuerdos; es devenir la antiguedad remota, el tiempo mitológico donde la muerte obraba en la tez de las fieras y elementos atroces devastaban el alma de los primeros padres.
Habitando la noche siento tornar la evolución en un flash-back vertiginoso. Soy un lobo en la negritud en busca de su presa. Me transformo en ocioso cocodrilo regocijado al Sol de mediodía. Después y muy atrás, en helecho gigante del carbonífero. Alcanzo lo más simple, lo sublime: torrente de montaña que se vierte brutal ladera abajo.
Habitando la noche manifiesto en mi cuerpo
la materia de formas ya desaparecidas y considero el orden más bello de existir. Habitando la noche me conmuevo y celebro; pienso que el universo es secreto e infinito, pero tan infinito y arcano es mi sistema nervioso.
Habitando la noche evoluciono y glorifico porque en mí, la materia se hace consciente y sabia.
Se me había pasado por alto este extraordinario poema en el que vuelves a abordar la evolución de las especies. La imagen del Sol en la primera estrofa me parece muy impactante. También lo son esas "cicatrices de las luciérnagas". El lobo y el cocodrilo parecen estadios de la evolución. El cierre es perfecto.
Rafel Calle escribió:Hallazgos líricos por doquier, en esta bellísima pieza que acerca tu voz al oído de la turba cotidiana de lamano de un verso largo que cada día dominas más y mejor. Los octosílabos que abren el poema, querido amigo Ferreiro, despiden el aroma de los romances de Lorca.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el trabajo, colega.
Un fuerte abrazo.
Gracias colega por tan generosos comentarios sobre la también llamada "evolución poética" del estilo.
Jerónimo Muñoz escribió:Sabes que comulgo totalmente con tus ideas evolutivas. Suele hablarse de evolución reduciendo el término a los sucesivos cambios que afectaron al ser vivo, desde la primigenia célula procariota hasta el hombre actual. Cuando, tras detenerte en el lobo, en el cocodrilo y el helecho, dices
Alcanzo lo más simple, lo sublime: torrente de montaña que se vierte brutal ladera abajo.
advierto que tu idea de la evolución es mucho más amplia ( en eso también comulgo), llegando a contemplar el proceso desde aquel "psiquismo elemental del electrón" que aventurase Teilhard de Chardin, y no más atrás porque mucho más no sabemos, aunque pueda inferirse.
Difícil entroncar ciencia y poesía. Más difícil, si se mantiene una poética "irracionalista" o, al menos, muy ligada al simbolísmo críptico. Para escribir este poema has tenido que desvestirte de cierto ropaje, pero el resultado no deja de ser excelente. Creo que has escrito un poema imprescindible.
Un abrazo.
Amigo y colega Jerónimo, son todo un honor tus palabras; cada vez está más claro, sin excluir a los creyentes, que toda la vida deviene de un proceso evolutivo desde la materia inorgánica.
Susana Rodrigues Tuegols escribió:Un poema maravilloso aunque no comparta la teoría de la evolución en lo más mínimo.
Las imágenes que has generado son sublimes, felicitaciones.Susana
Gracias Susana, celebro que te haya gustado pero siento decirte que la evolución no es una cuestión de opinión o de fe, es un evidencia científca, como es un evidencia científica que el agua de la lluvia viene de las nubes.
Y recuerdo aquí que aunque yo no soy creyente, el hecho evolutivo no cuestiona religiones ni creencias, es una cuestión de mirada racional sobre la realidad, ni más ni menos, tampoco niega (ni en ello se mete, repito) la existencia de Dios, religiones como la católica aceptan el hecho evolutivo.
J. J. M. Ferreiro escribió:a Charles Darwin, en el bicentenario de su nacimiento (febrero 1809)
“Me celebro y me canto,
y aquello de que yo me apropio habrás de apropiarte,
porque los átomos que me pertenecen también te pertenecen” Walt Whitman
Son las ocho de la tarde. Agosto herido de muerte. El Sol, tirado en el suelo, sangra sobre el campo verde. Todo el mar está en silencio como velando el tormento.
La caída del sol es un cataclismo, sólo las cicatrices de las luciérnagas consiguen serenar mi incertidumbre. Vivir la noche es desnudar los recuerdos; es devenir la antiguedad remota, el tiempo mitológico donde la muerte obraba en la tez de las fieras y elementos atroces devastaban el alma de los primeros padres.
Habitando la noche siento tornar la evolución en un flash-back vertiginoso. Soy un lobo en la negritud, en busca de su presa. Me transformo en ocioso cocodrilo regocijado al Sol de mediodía; después y muy atrás, en helecho gigante del carbonífero. Alcanzo lo más simple, lo sublime: torrente de montaña que se vierte brutal ladera abajo.
Habitando la noche manifiesto en mi cuerpo
la materia de formas ya desaparecidas y considero el orden más bello de existir.
Habitando la noche me conmuevo y celebro; pienso que el universo es secreto e infinito, pero tan infinito y arcano es mi sistema nervioso.
Habitando la noche evoluciono y glorifico porque en mí, la materia se hace consciente y sabia.
Solo estos versos ya valen por todo un poema. Una gozada verte a través de la evolución.
Un abrazo.
Pepa
Prefiero ser verbal
y no adjetiva.
Perfecta ¿para qué?
si no es amandote.
Mario Martínez escribió:Lo que comienza como un romance
Son las ocho de la tarde.
Agosto herido de muerte.
El Sol, tirado en el suelo,
sangra sobre el campo verde.
Todo el mar está en silencio
como velando el tormento.
se decanta hacia el verso libre en una sucesión de imágenes que nos hablan de la evolución con gran profundidad y cuidado lenguaje, tal y como acostumbras.
Me gustó el poema. Un abrazo, amigo mío.
Mario.
Gracias, amigo Mario, celebro que disfrutases por este histórico paisaje de la vida.
Sergio Gómez escribió:El tema es fascinante y la manera de tratarlo también. Lleno de imágenes que lleva a una idea de la evolución en la que se encuentran dos ideas. Si no es así corrígeme. No somos nada especiales. Venimos de la misma raíz que los animales. Y la segunda idea entronca con la teoría de la creación (o más bien no creación griega) que habla de la eternidad del mundo, en tanto que la materia es infinita e increada,aunque tú lo calificas como infinito.
Habitando la noche manifiesto en mi cuerpo
la materia de formas ya desaparecidas
y considero el orden más bello de existir.
Habitando la noche me conmuevo y celebro;
pienso que el universo es secreto e infinito,
pero tan infinito y arcano es mi sistema nervioso
Todo un acierto de poema. Muy interesante.
Enhorabuena y un abrazo.
Gracias, amigo Sergio, por este generoso y profundo comentario que haces de estos versos; es todo un honor.
Un abrazo.
Última edición por J. J. Martínez Ferreiro el Lun, 09 Nov 2015 14:52, editado 1 vez en total.
J. J. M. Ferreiro escribió:a Charles Darwin, en el bicentenario de su nacimiento (febrero 1809)
“Me celebro y me canto,
y aquello de que yo me apropio habrás de apropiarte,
porque los átomos que me pertenecen también te pertenecen” Walt Whitman
Son las ocho de la tarde. Agosto herido de muerte. El Sol, tirado en el suelo, sangra sobre el campo verde. Todo el mar está en silencio como velando el tormento.
La caída del sol es un cataclismo, sólo las cicatrices de las luciérnagas consiguen serenar mi incertidumbre. Vivir la noche es desnudar los recuerdos; es devenir la antiguedad remota, el tiempo mitológico donde la muerte obraba en la tez de las fieras y elementos atroces devastaban el alma de los primeros padres.
Habitando la noche siento tornar la evolución en un flash-back vertiginoso. Soy un lobo en la negritud en busca de su presa. Me transformo en ocioso cocodrilo regocijado al Sol de mediodía. Después y muy atrás, en helecho gigante del carbonífero. Alcanzo lo más simple, lo sublime: torrente de montaña que se vierte brutal ladera abajo.
Habitando la noche manifiesto en mi cuerpo
la materia de formas ya desaparecidas y considero el orden más bello de existir. Habitando la noche me conmuevo y celebro; pienso que el universo es secreto e infinito, pero tan infinito y arcano es mi sistema nervioso.
Habitando la noche evoluciono y glorifico porque en mí, la materia se hace consciente y sabia.
Se me había pasado por alto este extraordinario poema en el que vuelves a abordar la evolución de las especies. La imagen del Sol en la primera estrofa me parece muy impactante. También lo son esas "cicatrices de las luciérnagas". El lobo y el cocodrilo parecen estadios de la evolución. El cierre es perfecto.