Rafael Valdemar escribió:Se agolpan en la boca los gritos
que sin nacer mueren ya dentro de mí
dejando un silencio rebelde de epitafio.
Rigor de cadáveres en la palabra advierto,
crónica de un naufragio mi garganta dicta.
La voz se solidifica en éste esqueleto de horas
que a la vida, sumisa en su resumen,
transmutan en temblor de hombre deshabitado.
Sobre una arquitectura de recuerdos aguanta
el pulso de su frágil engranaje. Se siente
cansado de albergar el espectro tibio
de un dios que ya no ampara esa utopía
que pueda salvarnos de todas la formas
primigenias de destrucción ineluctable.
Presiento todo palidecer en las estancias
que el tiempo pretérito ha derribado.
Sobre las ruinas mi anhelo ileso,
siempre audaz, encender la fiebre ansía
para incinerar este amanecer que promete
urgente luz fingiendo cerrarme las heridas.
Pero el invierno se anticipa, lo devora todo.
Sólo queda el vértigo de la ausencia
perpetuado sobre un rostro vencido en el espejo.
Poemazo, sin duda alguna, Rafael...me vi reflejado y me sentí identificado en tus versos...aunque todo es para subrayar resalto aquellos que comparto por propia experiencia...mis respetos y aplausos Poeta...un afectuoso abrazo desde Cuenca.
javi