Me cubre la sombra

[Dan Groz]

Sobre mi cuerpo descansan
tus labios,
atardecer de las horas,
anochecer del vampiro;
amanecer.

Tantas veces tu sombra, y sólo tú me cubres
haciéndome sombra en la existencia
de tus formas.

En silencio todo.

Tu respiración me exhala y,
volátil en la idea,
oscura;
tu atmósfera
oculta las estrellas.

Es ciego el infinito
donde toda la sombra cubre
la luz que te dibuja, sobre
la silueta del misterio.
Dehesa de la incógnita,
duda que no despejan las curvas
de tu nombre que existen en mí,
denso ramaje; piel que asfixia
el oxígeno, la huida.

No son amarillas las baldosas,
nadie conoce la magia que tiraniza Oz,
donde la belleza se viste
de la sombra que te cubre.

Desaparezco
en el silencio roto del latido,
en el oído que nunca habla lo que aprende.

Me cubre la sombra del mar,
burbujas;
tras el cristal
azul, imposible en la respiración.

Tus pupilas:
profundidad de la altura que ignora
mi presencia, en el silencio
que alienta en tus labios;

el sueño del volcán,
de las palabras que nunca dirás
mientras espero saberme
en el universo que estalla;

en tus ojos.

El infinito
se esculpe en la arena que viste
el cansancio de pesados gestos:
movimientos que nunca hacen volar
más allá del esfuerzo que fracasa;

delirios de la aspiración.

De espaldas, camino sin rostro
con el suicidio a cada paso;
sin rostro,
como una carta que dice adiós;
de espaldas,
como un extraño en tu mirada.

Así, a cada paso... tu sombra,

medianoche que no cubre.

[Rafel Calle]

Un precioso poema, amigo Dan, que ha sido un placer leerte.
Aprovecho para darte la bienvenida y desearte una feliz y provechosa estancia en nuestro foro.
Un cordial saludo.

[Luna de Nos]

Sobre mi cuerpo descansan
tus labios,
atardecer de las horas,
anochecer del vampiro;
amanecer.

Tantas veces tu sombra, y sólo tú me cubres
haciéndome sombra en la existencia
de tus formas.

En silencio todo.

Tu respiración me exhala y,
volátil en la idea,
oscura;
tu atmósfera
oculta las estrellas.

Es ciego el infinito
donde toda la sombra cubre
la luz que te dibuja, sobre
la silueta del misterio.
Dehesa de la incógnita,
duda que no despejan las curvas
de tu nombre que existen en mí,
denso ramaje; piel que asfixia
el oxígeno, la huida.

No son amarillas las baldosas,
nadie conoce la magia que tiraniza Oz,
donde la belleza se viste
de la sombra que te cubre.

Desaparezco
en el silencio roto del latido,
en el oído que nunca habla lo que aprende.

Me cubre la sombra del mar,
burbujas;
tras el cristal
azul, imposible en la respiración.

Tus pupilas:
profundidad de la altura que ignora
mi presencia, en el silencio
que alienta en tus labios;

el sueño del volcán,
de las palabras que nunca dirás
mientras espero saberme
en el universo que estalla;

en tus ojos.

El infinito
se esculpe en la arena que viste
el cansancio de pesados gestos:
movimientos que nunca hacen volar
más allá del esfuerzo que fracasa;

delirios de la aspiración.

De espaldas, camino sin rostro
con el suicidio a cada paso;
sin rostro,
como una carta que dice adiós;
de espaldas,
como un extraño en tu mirada.

Así, a cada paso... tu sombra,

medianoche que no cubre.

Dan, luego de leer uno de tus textos fui por los demás, los leí todos, supongo que sólo decir gracias , por el disfrute de esta poesía además visual ( para mi gusto es un valor agregado que dimensiona el texto) saludos, un gusto leerte, Luna de Nos.-

[carmen iglesia]

Esta vez, sin embargo, lo mejor para mí es el final... Precioso cierre.

Un saludo,

Carmen

[Dan Groz]

Gracias compañer@s que tan gratamente habláis de mis realidades más profundas.

[Ana Villalobos Carballo]

"Desaparezco
en el silencio roto del latido,
en el oído que nunca habla lo que aprende."

Me han gustado especialmente estos versos. Gracias por compartir este poema que cierras de manera muy hermosa.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

[Dan Groz]

Gracias Ana, el placer es mío, pues puedo compartir mis universos.

[Aubriel Camila de la Prad]

Sobre mi cuerpo descansan
tus labios,
atardecer de las horas,
anochecer del vampiro;
amanecer.

Tantas veces tu sombra, y sólo tú me cubres
haciéndome sombra en la existencia
de tus formas.

En silencio todo.

Tu respiración me exhala y,
volátil en la idea,
oscura;
tu atmósfera
oculta las estrellas.

Es ciego el infinito
donde toda la sombra cubre
la luz que te dibuja, sobre
la silueta del misterio.
Dehesa de la incógnita,
duda que no despejan las curvas
de tu nombre que existen en mí,
denso ramaje; piel que asfixia
el oxígeno, la huida.

No son amarillas las baldosas,
nadie conoce la magia que tiraniza Oz,
donde la belleza se viste
de la sombra que te cubre.

Desaparezco
en el silencio roto del latido,
en el oído que nunca habla lo que aprende.

Me cubre la sombra del mar,
burbujas;
tras el cristal
azul, imposible en la respiración.

Tus pupilas:
profundidad de la altura que ignora
mi presencia, en el silencio
que alienta en tus labios;

el sueño del volcán,
de las palabras que nunca dirás
mientras espero saberme
en el universo que estalla;

en tus ojos.

El infinito
se esculpe en la arena que viste
el cansancio de pesados gestos:
movimientos que nunca hacen volar
más allá del esfuerzo que fracasa;

delirios de la aspiración.

De espaldas, camino sin rostro
con el suicidio a cada paso;
sin rostro,
como una carta que dice adiós;
de espaldas,
como un extraño en tu mirada.

Así, a cada paso... tu sombra,

medianoche que no cubre.

"el sueño del volcán
de las palabras que nunca dirás
mientras espero saberme
en el universo que estalla;

en tus ojos."


Bellísimo, Dan! Me gusta esa suerte de continuidad en el tiempo de la primera estrofa que remite al siempre (bueno, puede referirse a un solo día pero a mí me sabe a siempre). Me gusta la forma en que creás silencios con espacios, me gusta ... todo el poema.

Besos y felicitaciones.

[Dan Groz]

Gracias siempre, Aubriel, por tus comentarios.