Marian Ramentol Serratosa escribió:Mi sangre ha capitulado, su lengua inflamada
chupa la excesiva temperatura de su feminidad,
la rotura inminente de mis hijos,
su alma negra como la bala sobre el ciego,
su soledad descalza, el aborto entre una distancia y otra,
la palabra asesinada antes de su iniciación
en la boca de los verbos aun niños.
Me queda el dolor del barro cuajado en las pupilas,
los sueños obesos de tristeza,
la violación del pecho en los charcos,
la humana ferocidad del hambre en la última maleta,
los osos de peluche que rugen por el ombligo,
y un par de souvenirs de plástico apasionado y enérgico.
Siento la coz puesta en pie
como la luz cuando señala, obstinada,
la arruga del espejo, la locura en los pómulos,
el crimen sobre la hiedra, unos ojos cerrados con llave,
el dramatismo del día y su cojera, dos pausas sin pasaporte
que huyen a los límites del hombro.
Siempre ha sido así, a lo largo de todas las muertes
a las que siempre llego tarde.
Te he leído varias veces....esta vez vencí uno de mis pecados capitales...la pereza...esos últimos versos son antológicos Marian....ante tus poemas sólo queda leer, degustar, sentir....pura poesía...como una vez leí a mi estimado amigo Jaume...creo tendré que tenerte en mi estantería imaginaria....en la biblioteca de poesía vivida.....gran poetisa....una maravilla; mis respetos y aplausos, PLAS, PLAS, PLAS...volveré. Un afectuoso abrazo desde Cuenca.
javi