- Cuentacuentos -

[Concha Vidal]

Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer.

Donde no hay luchas de sexos
y la Piaff canta en otoños
un "Padam", así.
en francés.

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Donde existe la hora bruja
y la noche,
trae en los hombros cien enanos de colores
que darán lustre a las flores
para cuando nazca Sol.

Soy,
una simple cuentacuentos
pretendiendo lo aún posible,
si nos damos al amor.




(Porque en los cuentos de los cuentacuentos, anida la magia y el sueño. Empieza algo de frío en este bendito Alicante que se olvida de las lluvias en mi mar) (Reed. modif.)

[Hallie Hernández Alfaro]

Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer.

Donde no hay luchas de sexos
y la Piaff canta en otoños
un "Padam", así.
en francés.

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Donde existe la hora bruja
y la noche,
trae en los hombros cien enanos de colores
que darán lustre a las flores
para cuando nazca Sol.

Soy,
una simple cuentacuentos
pretendiendo lo aún posible,
si nos damos al amor.




(Porque en los cuentos de los cuentacuentos, anida la magia y el sueño. Empieza algo de frío en este bendito Alicante que se olvida de las lluvias en mi mar) (Reed. modif.)

Hermosísimo poema, Concha.
Un gustazo haberlo leído.

Salud y felicidad.

[Ana Muela Sopeña]

Qué bonitoooo, Concha:

El regreso al mundo maravilloso y mágico de la infancia.

Me ha gustado mucho.

Felicidades
Un beso
Ana

[Fernando Marcos Rentero]

Siempre me gustaron los cuenta cuentos, no, los "cuentistas". Para ti, amiga Concha:
Me niego a crecer
==============
Juegos de niño quisiera yo hacer
risas joviales quisiera sentir
pícaros guiños con sana intención,
de cómplices bromas
ternura y amor.

Me niego a dejar mi infancia feliz
no quiero crecer cambiando la voz,
quiero soñar sin dejar de reír
quiero vivir
sin hacerme mayor.
======
Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Muy bueno e imaginativo, amiga Concha y además muy oportuno para los confusos momentos de imbecilidad que estamos sufriendo.

Me gustó sobre todo la estrofa de apertura:

“ Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer”

Un bico desde Santiago de Compostela.

[Pilar Morte]

Me ha encantado este poema tan grácil y tan necesario.
Abrazos y salud

[Alberto León]

Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer.

Donde no hay luchas de sexos
y la Piaff canta en otoños
un "Padam", así.
en francés.

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Donde existe la hora bruja
y la noche,
trae en los hombros cien enanos de colores
que darán lustre a las flores
para cuando nazca Sol.

Soy,
una simple cuentacuentos
pretendiendo lo aún posible,
si nos damos al amor.




(Porque en los cuentos de los cuentacuentos, anida la magia y el sueño. Empieza algo de frío en este bendito Alicante que se olvida de las lluvias en mi mar) (Reed. modif.)

Poetisa, Concha:

Refrescante... Diria que tu poea es refrescante, como una rafaga de viento en el rostro. Esta estrofa me gusto particularmente:

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Saludos afectuosos!

[xaime oroza carballo]

Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer.

Donde no hay luchas de sexos
y la Piaff canta en otoños
un "Padam", así.
en francés.

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Donde existe la hora bruja
y la noche,
trae en los hombros cien enanos de colores
que darán lustre a las flores
para cuando nazca Sol.

Soy,
una simple cuentacuentos
pretendiendo lo aún posible,
si nos damos al amor.




(Porque en los cuentos de los cuentacuentos, anida la magia y el sueño. Empieza algo de frío en este bendito Alicante que se olvida de las lluvias en mi mar) (Reed. modif.)

Hechizado estoy por tus cuentos, "Cuentacuentos". Gracias por la serena frescura.

Unha aperta.

[Concha Vidal]

Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer.

Donde no hay luchas de sexos
y la Piaff canta en otoños
un "Padam", así.
en francés.

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Donde existe la hora bruja
y la noche,
trae en los hombros cien enanos de colores
que darán lustre a las flores
para cuando nazca Sol.

Soy,
una simple cuentacuentos
pretendiendo lo aún posible,
si nos damos al amor.




(Porque en los cuentos de los cuentacuentos, anida la magia y el sueño. Empieza algo de frío en este bendito Alicante que se olvida de las lluvias en mi mar) (Reed. modif.)

Hermosísimo poema, Concha.
Un gustazo haberlo leído.

Salud y felicidad.

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Hallie, muchas gracias, estoy encantada que esta cuentacuentos, te haya proporcionado alegría.
Siempre estás ayudando a todos los que por aquí paseamos.
Abrazos mediterráneos.

[Julio Gonzalez Alonso]

Estoy animado y dispuesto a vivir los cuentacuentos de siempre, aprenderlos y volverlos a contar a hijos y nietos con la fantasía y la imaginación como paisaje. Aplauso, Concha.

[Ricardo Linares]

Vengo
de la cumbre del deseo,
donde el hombre tiene nombre
y no hay velos
que sofoquen balbuceos de mujer.

Donde no hay luchas de sexos
y la Piaff canta en otoños
un "Padam", así.
en francés.

Donde hay niños que aún se asombran
si el ciempiés baila descalzo,
no hay "consolas" ni " aiphones",
y se juega al pilla-pilla
con las olas del revés.

Donde existe la hora bruja
y la noche,
trae en los hombros cien enanos de colores
que darán lustre a las flores
para cuando nazca Sol.

Soy,
una simple cuentacuentos
pretendiendo lo aún posible,
si nos damos al amor.




(Porque en los cuentos de los cuentacuentos, anida la magia y el sueño. Empieza algo de frío en este bendito Alicante que se olvida de las lluvias en mi mar) (Reed. modif.)

Recorro el País de las maravillas con tus letras Concha, algo impensable en el mundo que vivimos porque ha cambiado mucho, ni los niños tienen imaginación para jugar si no es a través de las consolas, jaja. Un placer estar en tus letras. Un saludo con mi respeto.

[José Manuel Palomares]

Reconforta pensar que no estamos solos los que echamos de menos algunas cosas del pasado. Antes eran carrozas los incapaces de adaptarse al presente, hoy los que no nos adaptamos del todo bien, no necesariamente lo hacemos por incapacidad de adaptación, sino como forma de resistencia. Tu poema, aunque sé que no guarda una intención revolucionaria, lo es en su lucidez. Bonito ya lo era.

[Alejandro Costa]

Eres una cuentacuentos maravillosa.

Tienes un brillo con el que rocías tus versos y nos haces disfrutar.

Y tu corazón es inmenso, como ese sol que se refleja en tu mar.

Un besazo.

[Ulises C.J.]

Desde luego Concha, estás hecha de mar y niñez.
Siempre son preciosos tus poemas.
Abrazos.

[Israel Liñán]

Concha, me pareció un precioso poema con un cierre genial, casi pide ser musicado. Pero ya pasaríamos de cuentacuentos a trovador, y ese sería ya otro poema.

Un abrazo.