Somos el mismo objeto
con distintas caras,
un giro latente de Rubik,
un laberinto movedizo
colapsando en sus muros.
Si entras en ti mismo,
en las habitaciones duplicadas,
donde se imitan el aroma del jazmín
y el platillo de té caliente,
de seguro hay una réplica tuya
aceptando la lluvia, en otra ventana.
La adolescencia lleva
veinte años durmiendo
en una cama de pétalos blancos,
esperando el próximo enroque,
que calcen tu imagen y la mía
en el mismo tiempo abandonado.
Somos lo mismo pero en distintos
lugares olvidados,
una pieza central única y estática,
un movimiento matemático constante,
difuso engranaje en rotación,
tratando de calzar
el color de otras primaveras,
de llegar al amigo,
a la madre, a ti mismo,
a esa versión que no terminamos de amar.
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Hola compañeros, tenía ganas de mostrar una idea original de los recuerdos y de las versiones de uno mismo y de algunas situaciones, espero les guste.
Fraccionarios
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Fraccionarios
"El mundo
se me empezó a morir como un niño en la noche,
y yo mismo era un niño con mis años a cuestas por las calles, un ángel
ciego, terrestre, oscuro,
con mi pecado adentro, con tu belleza cruel, y la justicia
sacándome los ojos por haberte mirado." Gonzalo Rojas
se me empezó a morir como un niño en la noche,
y yo mismo era un niño con mis años a cuestas por las calles, un ángel
ciego, terrestre, oscuro,
con mi pecado adentro, con tu belleza cruel, y la justicia
sacándome los ojos por haberte mirado." Gonzalo Rojas