Me falto valor para seguirte

[Fernando Marcos Rentero]

Me falto valor para seguirte
(tiempo de difuntos)
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Reniego del mundo
y me odio yo.

En jaula tapiada
mi canario no respira.

No despereza sus plumas
tras la salida del sol.

No bebe de ese rocío
que en la rosa se quedó.

No trina tras la ventana
las notas de su canción.

No picotea los labios
de su amado gorrión.

Barro en la entrañas
incredulidad en la mente,
sin riego en las venas
el corazón ausente.

¿Que pasó?

La brisa, que era mi vida
el viento se la llevó.

Chirrían los goznes
de la vieja cancela.

La alargada sombra de ciprés
empuja mi espalda.

Mis piés de adobe
mezclan su miséria
con la desterrada alfombra
del Otoño.

Y, en ese sendero
entre ninguna parte y el olvido,
juego a no ser yo,
negando la evidencia
de haber existido.

He de perder la razón
si he de seguir viviendo.

No me queda ni el dolor,
tan solo la obligación
de morir dos veces.
Como los cobardes.

F. Marcos

[Concha Vidal]

Cuánto dolor derrama este poema Fernando.
Pero no, los cobardes no mueren dos veces, no te preocupes que creo que de cobarde, tienes poco.
Saludos siempre mediterráneos.

[F. Enrique]

Intensidad y buen hacer.

Un abrazo.

[Marisa Peral]

Intenso y doliente poema, Fernando.
A veces la vida nos lleva por caminos inesperados.
Un gusto leerte.

U abrazo.

[Fernando Marcos Rentero]

Hay dolores, que ni el tiempo los mitiga, amiga Concha. Simplemente, se distraen en algunos momentos, con el cariño y las caricias de esos pequeños duendes que nos rodean. Fingiremos seguir viviendo por ellos. Un sentido abrazo. Gracias.

[Fernando Marcos Rentero]

Es un placer el tenerte cerca y tu buen hacer. Un abrazo, compañero.

[Fernando Marcos Rentero]

Querida Marisa. Sabemos que hay caminos que recorrer, aun cuando el final del mismo sea doloroso, pero... con la esperanza de que el recorrido sea lo más agradable posible y lleno de amor. Un gran abrazo. Gracias.

[Alejandro Costa]

Muy bueno.

El dolor se derrama en cada sílaba, en cada palabra, en cada verso.

Pero hay algo que no comparto contigo: el cobarde no muere dos veces.

El cobarde malvive al estar muerto en vida.

Un abrazo.

[Fernando Marcos Rentero]

Gracias amigo Alejandro. Momentos tiene la vida, de un dolor insoportable, más... siempre encuentras una excusa, para seguir luchando. Tiempos vendrán que, justificaran nuestra presencia en este mundo tan hostil. "Los cobardes viven más, pero... no serán recordados". Un gran abrazo, amigo.

[Ana Muela Sopeña]

El desamor latiendo en tus dolientes versos, Fernando:

Se nota la tristeza. El quejido.

Muy buenos versos
Un beso
Ana

[Fernando Marcos Rentero]

Ese sentimiento visceral, al que decimos amor y, que todo ser viviente experimenta (en mayor o menor medida) es capaz de las mayores proezas e igualmente, de las mayores infamias. Y, como quiera que el amor nos es tan necesario como el aire, para vivir, lucharemos para amar y respirar mientras mantengamos las fuerzas.
Disculpa Ana. Me encuentro en un momento un tanto melancólico. Un abrazo.

[Ara López]

Las pérdidas enseñan del dolor profundo.
Del que se siente en el alma y en el cuerpo.

"No me queda ni el dolor,
tan solo la obligación
de morir dos veces.
Como los cobardes."

Es un poema muy doloroso pero me encantó.

Un abrazo.

[Fernando Marcos Rentero]

Gracias amiga Ara, es un placer saludarte. Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Hay pérdidas irremplazables y las muertes son múltiples en el transcurso de la vida. Me queda la huida hacia adelante de los sobrevivientes.
Un poema que se inicia entre rimas en el dolor que se inicia en un pasado y llega hasta el presente.
Sentido y vigente, valiente.
Un abrazo, Fernando, desde estos campos no Santos... de momento.

[Fernando Marcos Rentero]

Gracias por tu observación y comprensión, amigo Alonso. Un cordial abrazo.