
Qué decir, qué contar,
qué deseo de no ser
sino remanso o clausura o crédito
para hablar de la luz de los días,
del almíbar y los aguajes
que trajo el levante por sus fueros,
qué motivos
que no sea este testamento de los justos,
esta ocurrencia de cuando me amabas,
esta floresta o renuncia
de obligado olvido.
Qué lamentar, qué buscar de entre los muertos
sino animales cautivos y desolados,
qué dulzura nueva traerse a los labios,
qué oscuro nuevo sortilegio de corazones baldíos,
qué nuevas manos de trigo y prodigio
esperar en nuevos albores.
Qué decir, qué contar
que no sea polvo acumulado
de horas como ceniza y pecio
o auroras vacías de campanarios
o raíces rotas
o preludio noctámbulo
o ventanas de estropicio conjunto
o exacto desafuero
de seres que amaron despacio.