En el bosque de Brent

[Hallie Hernández Alfaro]

Sigo siendo ese río fundido con la piedra
cuando el amor me hiere y no puedo arrancarte.
(No hablaré de poesía)

Un corazón roto estrangulado por un suspiro.

A Alma Ragatzzi


Cuando llega la sombra a tu rostro de cera
tus manos se retraen torpes en el cuaderno
donde dejaste hundida
la palabra borrosa de un poema
que desconcierta el ritmo de los ramajes huecos
donde van los acordes
de la mirada oscura y pensativa,
de la alcoba sin llave,
del bosque
donde tiembla la niña que sufre en tu recuerdo.

La libertad enhebra sin saber las razones
el velo de una herida en tu mirada
con un himno que cierra la pluma de tu vuelo,
con banderas hundidas que devoran el mástil,
los lienzos, el retrato y los acantilados
del pintor miserable
marcado por los labios que abren una gacela.

El bardo que dibuja tu olvido en una sábana
esparce los fragmentos siniestros de tu angustia
en el Bosque de Brent
con la risa y el sueño que no tuvieron pulso
y un grito desgarrado que ya no tiene rima
ni conoce la brisa amarga de los puertos
cuando vuelven los barcos que nunca llegarán,
que surcan el pasado
y el lazo de tu blusa que duerme en la escollera,
en los puentes derruidos,
en la caricia blanca en los parques de ayer
donde yacen los lirios que llevaron tu nombre,
y cubre los carteles
la palabra que llora el canto de las fuentes,
la inmensidad del mar que cabe en una lágrima.

Un poema muy hermoso y lleno de aciertos.

Sube para deleite de todos.

Abrazos.

[F. Enrique]

Gracias, Hallie. Merece la pena escribir con personas como tú.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Sigo siendo ese río fundido con la piedra
cuando el amor me hiere y no puedo arrancarte.
(No hablaré de poesía)

Un corazón roto estrangulado por un suspiro.

A Alma Ragatzzi


Cuando llega la sombra a tu rostro de cera
tus manos se retraen torpes en el cuaderno
donde dejaste hundida
la palabra borrosa de un poema
que desconcierta el ritmo de los ramajes huecos
donde van los acordes
de la mirada oscura y pensativa,
de la alcoba sin llave,
del bosque
donde tiembla la niña que sufre en tu recuerdo.

La libertad enhebra sin saber las razones
el velo de una herida en tu mirada
con un himno que cierra la pluma de tu vuelo,
con banderas hundidas que devoran el mástil,
los lienzos, el retrato y los acantilados
del pintor miserable
marcado por los labios que abren una gacela.

El bardo que dibuja tu olvido en una sábana
esparce los fragmentos siniestros de tu angustia
en el Bosque de Brent
con la risa y el sueño que no tuvieron pulso
y un grito desgarrado que ya no tiene rima
ni conoce la brisa amarga de los puertos
cuando vuelven los barcos que nunca llegarán,
que surcan el pasado
y el lazo de tu blusa que duerme en la escollera,
en los puentes derruidos,
en la caricia blanca en los parques de ayer
donde yacen los lirios que llevaron tu nombre,
y cubre los carteles
la palabra que llora el canto de las fuentes,
la inmensidad del mar que cabe en una lágrima.

No pude encontrar nada en el Internet sobre Alma Ragatzzi. Me hubiera gustado saber algo de esta musa que te ha inspirado a componer este poema de hermoso lirismo. Abrazos

Perdí su amistad, puede que merecidamente; es poeta, escultora y escribe muy bien en prosa, participa en el foro "Aires de libertad".

Aquí está Marilyn, tal como yo la siento, vuelvo a Brentwood, leo en su biblioteca, tenía que ponerse al día; era una alegre muchacha triste.

Un abrazo.

[Lisandro Sánchez]

Hermoso poema, F. Enrique.
Suscribo los elogios que ya le han hecho los compañeros y compañeras y le agrego que tiene un ritmo, una musicalidad, que se le pega a uno, como una danza que al sonar impulsa a bailar.
Un abrazo.

Lisandro

[xaime oroza carballo]

Excelencia delicada tu poesía, compañero. Gracias.

Fonda aperta.

[Ana Muela Sopeña]

Grandioso poema que he vuelto a leer, F.Enrique:

Bordas todo lo que tocas con tu pluma.

Felicitaciones
Un abrazo
Ana

[F. Enrique]

Hermoso poema, F. Enrique.
Suscribo los elogios que ya le han hecho los compañeros y compañeras y le agrego que tiene un ritmo, una musicalidad, que se le pega a uno, como una danza que al sonar impulsa a bailar.
Un abrazo.

Lisandro

Supongo que son los efectos de escribir en versos blancos; la rima no queda, pero sí el ritmo.

Marilyn Monroe le cede gustosa el sitio de su pesadilla a Norma Jeane en sus sueños.

Muchas gracias.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Excelencia delicada tu poesía, compañero. Gracias.

Fonda aperta.

Me resulta difícil expresarme sobre este poema, Xaime, en el fondo no sabía lo que buscaba y me encontré con una reivindicación de una Marilyn culta, triste y delicada.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Sé que lo había leído pero no dejé comentario .
Es un poema precioso, musical y bien escrito, que llega y se disfruta. Se nota la adoración.
Un abrazo grande

[F. Enrique]

Sigo siendo ese río fundido con la piedra
cuando el amor me hiere y no puedo arrancarte.
(No hablaré de poesía)

Un corazón roto estrangulado por un suspiro.

la inmensidad del mar que cabe en una lágrima.

Efectivamente, este es un poema que merece respuestas y yo, amigo Paco, sólo puedo decirte que me parece uno de tus mejores poemas.
Y tienes muchos.

Estos versos son inmensos.

Felicidades y abrazos.

Quise hablar de una Marilyn interminablemente triste que buscaba encontrarse en sus versos que nos hablaban de la angustia de vivir, a ello nos lleva la lectura de sus poemas, pedía una ayuda que nadie supo prestarle para escapar de sí misma cuando se preguntaba sobre el sentido de la existencia.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Es cierto que tenía una cara esculpida en cera. Perfecta. Una inteligencia fuera de lo común y muy mala suerte en la vida. Parece que todo no se puede tener.
Nosotros tenemos tu bello poema que he disfrutado varias veces.
Un abrazo.

Vista creada con IA
Marilyn Monroe murió el 4 de agosto de 1962 a los 36 años por una sobredosis de barbitúricos en su casa de Los Ángeles, siendo declarada la causa de su muerte un probable suicidio. Sin embargo, existen diversas teorías sobre su muerte, incluyendo la posibilidad de un asesinato perpetrado por la mafia, la CIA, o incluso los hermanos Kennedy, quienes habrían querido silenciarla por su relación con ellos.

Unas fotografías atestiguan que Marilyn no dejó un cadáver bonito, como decía una poeta...

Gracias, Ana.

[F. Enrique]

Sé que lo había leído pero no dejé comentario .
Es un poema precioso, musical y bien escrito, que llega y se disfruta. Se nota la adoración.
Un abrazo grande

Podría haberlo titulado "La muerte de Marilyn" pero me quedé ahí, en el lugar donde habitan sus ojos, en el sabor amargo de una página; no dejo de imaginarla leyendo a Ginsberg o escribiendo un poema que lleve la marca de lo terrible, de la angustia de vivir.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Me parece el poema inmenso en su concepción y desarrollo, formalmente impecable y con una imaginería, aplicada en el sentido metafórico del arte plástico, bien dispuesta a lo largo del camino; el ritmo, ajustado al mensaje, le da el toque de gracia. Sí, una de tus mejores creaciones líricas, indudable.
Sé que te vas a reír con la comparación, me recordaste a Salzillo en su inmensa obra la Oración del Huerto, perdona la parte sacra, mi cabeza tiende a jugar en asociaciones extrañas, pero yendo a parar al arte en su máxima expresión: textura, matices, policromía se podrían hacer analogías convincentes.
Luego está ese apercibimento como de declaración actual de intenciones en tu poética: tragedia, angustia, dolor y la poesía como un ángel, la belleza del bosque de Brent y sus hermosos senderos, ofreciendo un cáliz, reconfortante, al público lector entre los que te encuentras tú mismo, maravilloso.

Un abrazo mi amigo, que hoy encuentres paz, mañana Dios dirá

A tal Señor, tal honor, Armilo. Ya advierto que sigue tu inspiración desbordando lo que escribes, no es fácil domeñar la faceta creadora. No me río de lo que dices, encuentro en tu comparación la tragedia de quien ha tenido una última cena. He aquí que comprendo que quizás le falte al poema algo de sangre que refleje la tragedia, por lo demás estoy satisfecho, observo un toque dylaniano del cantante en 1964.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Alma.

Un fuerte abrazo.

[F. Enrique]

En los jardines y en las casas de princesas también mora la tristeza.
Una gran dedicatoria a la niña y mujer con vistas al pasado de lo humano sin aditivos.
Me confieso más admirador de la blanca princesa Fiona, la de Shrek, pero este poético paseo por el bosque-barrio de los recuerdos de Brentwood y su moradora nos trae lo mejor de tu poesía.
Un saludote, Enrique, en día no laborado.

"Avec mes yeux tout délavés
qui me donnent un air de rêver
moi qui ne rêve plus souvent.
Avec mes mains de maraudeur,
de musicien et de rôdeur
qui ont pillé tant de jardins".

Es un poema distinto.

Un abrazo.