Arquitecturas en el aire

[J. J. Martínez Ferreiro]

Despierto con el corazón disperso;
la penumbra tensándose sobre un aroma largo
—como el de las playas en la madrugada.

Diviso mujeres de arena
en la lluvia lenta y la brisa pulposa;
sus pechos
sajados hace años,
como si fuesen un ocaso de la carne.

Hoy la tarde está fría.
Los barcos laten en la niebla
que crea una novísima respiración
de gaviotas o de delfines en celo.
Esta son los presagios que inventamos;
están ahí como una arquitectura de la música
que hunde sus piedras en el fango.

Miro la lejanía sobre mares
de melancólico plumaje.
Arriba, sobre el cabo, se encaraman
las casas de la vida y de la muerte.

Después de mí el espacio se disuelve.

[Alejandro Costa]

Muy buen poema, Ferreiro.

Las dos últimas estrofas son magníficas.

Esta última, en concreto, es una verdadera delicia, con un verso final, precioso.

Miro la lejanía sobre mares
de melancólico plumaje.
Arriba, sobre el cabo, se encaraman
las casas de la vida y de la muerte.
Después de mí el espacio se disuelve.

Un abrazo.

[Marisa Peral]

Diviso mujeres de arena
en la lluvia lenta y la brisa pulposa;
sus pechos
sajados hace años,
como si fuesen un ocaso de la carne.

Hoy la tarde está fría.
Los barcos laten en la niebla
que crea una novísima respiración
de gaviotas o de delfines en celo.

Después de mí el espacio se disuelve.

En esta arquitectura en el aire dejó estas dos estrofas:

La primera de una geografía tan exacta y decrépita que duele, “como si fuera el ocaso de la carne”

La segunda, es una estampa viva de los paisajes de un océano vibrante y creativo.

Y un último verso que cierra un poema con broche de oro.

Felicidades, Ferreiriño, leerte siempre es una gran aventura.

Biquiños.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Muy buen poema, Ferreiro.

Las dos últimas estrofas son magníficas.

Esta última, en concreto, es una verdadera delicia, con un verso final, precioso.

Miro la lejanía sobre mares
de melancólico plumaje.
Arriba, sobre el cabo, se encaraman
las casas de la vida y de la muerte.
Después de mí el espacio se disuelve.

Un abrazo.

Gracias, viejo amigo, por abrir este poema de tan generosas maneras.

Celebro que haya gustado.

Un abrazo.