"Ocultos entre los versos" - Poema de Ramón Castro Méndez y Marisa Peral

[Marisa Peral]

"Ocultos entre los versos"

1ª Estrofa

La tarde encierra humo de violetas
y unos hilos de lluvia.
La plaza, acaso por la hora,
un rumor de siena mate.
El cielo en fluvial descenso
sobre la espina bífida del tiempo
y la glotis del destino.
Me buscaba a mí mismo, pájaro azul,
entre el eco de una luz fatigada
y sus sombras apócrifas.
La casa no existía, solo se alzaban
sus muros blancos donde rezumaba
la cal ardiente de un sueño futuro.
Los pájaros entregados al trajín
de su vuelo de frágil cristal y orfebrería.
Su canto, tornasol de mariposas
como áurea espuma del océano
y un perfume de monte.
Ese océano, que me acompañaba
a todas partes, como una voz de muchos
mares.

2ª Estrofa

Bailas como un elfo adolescente
a la entrada de un bosque,
caracoleas sobre mis hombros,
seductor mensajero,
tu mirada fugaz vibra de emoción y me sonríes…
mas no veo los símbolos.
Y dices, mira el mar con serenidad y pasión,
escucha el canto de sus olas sin miedos
vuela sobre ellas, ingrávida y poderosa
como los acantilados vírgenes
que acogen a sus náufragos
frágiles y perdidos.
Y me descubres muchacha secreta,
eterna, casi romántica.
No te alejes, Coeur d’Ange,
quédate conmigo.

3ª Estrofa

Te veo venir, náyade, y en ti se acaban mis ojos,
con flores de Merope y luciérnagas en el pelo.
Tu paso leve sobre el verdor del musgo y las hojas
heridas por el viento. Te aguardo en esta orilla
de robles silenciosos, donde el cielo abre sus abismos
a la noche y las estrellas caen en cascada, donde la luna
ciega el corazón de los amantes y enciende acuciantes
pasiones. Así tú eras reina del hechizo en mi postrer
paisaje, y con cada latido iba dando forma a tu belleza.
Quise abrazar tu sombra esbelta antes que el sol
la borrara al abrir su boca de invierno.
Pude alzarme, entonces, más alto aún
hasta que el viento me derribara a dentelladas,
hasta donde yacía tu luz y tu recuerdo, y volver
a ese lugar tan nuestro dónde las piedras saltan
sobre el agua, donde el vigoroso incienso de los días
se esparce sobre mí como una bruma de acero
que viene de un mar de muchos nombres,
allí donde se halla el claustro de mi sangre
y la hondura de mi diástole.
Sin yo saberlo, quizás, ya se alzaba el ocaso
y estaba en mí a ras de suelo. De tu mano,
cuando el alba se corona, me adentré en el espejo.

4ª Estrofa

Llegas y llego desde los vestigios de desiertos
y glaciares arrasados y retrocede delirante la vida
mientras se despoja de tiempos, de normas y responsabilidad.
Un afán hila y deshila su rumbo, antes lánguido;
y ahora muere de avidez por revocar la tradición,
muere por no ser nada más que la traslúcida turbación
de iniciarse… una y otra vez.
Y es que el futuro me suena arcaico, tiempo remoto,
oculto e insolente que se nos quedó asediado
y hay que indultar sobre el envés de aquellos extraños
espacios redivivos.
Tú, amor, me sabes hoy a utopía.
Corazón en la noche sin que nadie conceda un sueño
y es que ahora sé de naufragios,
del gran espanto que agrieta contrafuertes,
de rutinas que se renuevan con nirvanas efímeros.
Llueve, el agua se agita como una hoja al viento.
La noche zahiere en los muelles y en cada balsa las horas oscuras
caen sobre la vida y por una rendija viva saquea las estrellas.
Sin embargo, existe y brilla un rayo de esperanza,
en la estación un tren inacabado escribe destinos mínimos.
_____________________________________________

© Ramón Castro Méndez y Marisa Peral – 21 de octubre de 2025

[Hallie Hernández Alfaro]

"Ocultos entre los versos"


1ª Estrofa

La tarde encierra humo de violetas
y unos hilos de lluvia.
La plaza, acaso por la hora,
un rumor de siena mate.
El cielo en fluvial descenso
sobre la espina bífida del tiempo
y la glotis del destino.
Me buscaba a mí mismo, pájaro azul,
entre el eco de una luz fatigada
y sus sombras apócrifas.
La casa no existía, solo se alzaban
sus muros blancos donde rezumaba
la cal ardiente de un sueño futuro.
Los pájaros entregados al trajín
de su vuelo de frágil cristal y orfebrería.
Su canto, tornasol de mariposas
como áurea espuma del océano
y un perfume de monte.
Ese océano, que me acompañaba
a todas partes, como una voz de muchos
mares.

2ª Estrofa

Bailas como un elfo adolescente
a la entrada de un bosque,
caracoleas sobre mis hombros,
seductor mensajero,
tu mirada fugaz vibra de emoción y me sonríes…
mas no veo los símbolos.
Y dices, mira el mar con serenidad y pasión,
escucha el canto de sus olas sin miedos
vuela sobre ellas, ingrávida y poderosa
como los acantilados vírgenes
que acogen a sus náufragos
frágiles y perdidos.
Y me descubres muchacha secreta,
eterna, casi romántica.
No te alejes, Coeur d’Ange,
quédate conmigo.

3ª Estrofa

Te veo venir, náyade, y en ti se acaban mis ojos,
con flores de Merope y luciérnagas en el pelo.
Tu paso leve sobre el verdor del musgo y las hojas
heridas por el viento. Te aguardo en esta orilla
de robles silenciosos, donde el cielo abre sus abismos
a la noche y las estrellas caen en cascada, donde la luna
ciega el corazón de los amantes y enciende acuciantes
pasiones. Así tú eras reina del hechizo en mi postrer
paisaje, y con cada latido iba dando forma a tu belleza.
Quise abrazar tu sombra esbelta antes que el sol
la borrara al abrir su boca de invierno.
Pude alzarme, entonces, más alto aún
hasta que el viento me derribara a dentelladas,
hasta donde yacía tu luz y tu recuerdo, y volver
a ese lugar tan nuestro dónde las piedras saltan
sobre el agua, donde el vigoroso incienso de los días
se esparce sobre mí como una bruma de acero
que viene de un mar de muchos nombres,
allí donde se halla el claustro de mi sangre
y la hondura de mi diástole.
Sin yo saberlo, quizás, ya se alzaba el ocaso
y estaba en mí a ras de suelo. De tu mano,
cuando el alba se corona, me adentré en el espejo.

4ª Estrofa

Llegas y llego desde los vestigios de desiertos
y glaciares arrasados y retrocede delirante la vida
mientras se despoja de tiempos, de normas y responsabilidad.
Un afán hila y deshila su rumbo, antes lánguido;
y ahora muere de avidez por revocar la tradición,
muere por no ser nada más que la traslúcida turbación
de iniciarse… una y otra vez.
Y es que el futuro me suena arcaico, tiempo remoto,
oculto e insolente que se nos quedó asediado
y hay que indultar sobre el envés de aquellos extraños
espacios redivivos.
Tú, amor, me sabes hoy a utopía.
Corazón en la noche sin que nadie conceda un sueño
y es que ahora sé de naufragios,
del gran espanto que agrieta contrafuertes,
de rutinas que se renuevan con nirvanas efímeros.
Llueve, el agua se agita como una hoja al viento.
La noche zahiere en los muelles y en cada balsa las horas oscuras
caen sobre la vida y por una rendija viva saquea las estrellas.
Sin embargo, existe y brilla un rayo de esperanza,
en la estación un tren inacabado escribe destinos mínimos.
_____________________________________________

© Ramón Castro Méndez y Marisa Peral – 21 de octubre de 2025



///



Una pieza de colección, queridísimos amigos.

Dos voces que logran ser Una en el poema; sinergia, espejos, un derroche de solidaria humanidad. La mano del otro, la visión complementaria, el verso siendo paisaje nítido y onírica bruma...
Emocionante descubrir vuestra palabra que nos lleva a cierta forma de posteridad, a vórtices inacabados, a la casa interior.

Aplausos a rabiar; gracias mil por este momento de lectura.

Un abrazo enorme, amigos del alma.

[Ana Muela Sopeña]

Muy bello poema, Ramón y Marisa:

Bien amalgamadas las voces.

Lirismo, fantasía e imaginación.

Todo precioso

Enhorabuena
Un abrazo a los dos
Ana

[Alejandro Costa]

Bueno, bueno, bueno.

Cuando se tiene algo para leer y ese algo es bueno y está bien escrito, se disfruta y se vive.

Cuando algo así lo firman dos personas que escriben, no muy bien, ¡como los ángeles!, se disfruta, se vive y se emociona el lector, por partida doble.

Eso me ha ocurrido al leer esta maravilla, con el talento de dos poetas a los que admiro y reconozco su valía.

Enhorabuena.

Un beso y un abrazo.

[Ulises C.J.]

Siempre espero del día un momento mágico.
Hoy lo he tenido con la lectura de vuestro poema.
Es poesía.
Gracias.

[Marisa Peral]

"Ocultos entre los versos"


© Ramón Castro Méndez y Marisa Peral – 21 de octubre de 2025

Antes de nada, quiero agradecer a Ramón Castro Méndez, la oportunidad de compartir versos con él, ha sido gratificante, estimulante y muy divertido.
Gracias, querido amigo, por sacarme de mi zona de confort y ayudarme a "volver a escribir" de nuevo.

Abrazos y un beso.

[Marisa Peral]

"Ocultos entre los versos"


Una pieza de colección, queridísimos amigos.

Dos voces que logran ser Una en el poema; sinergia, espejos, un derroche de solidaria humanidad. La mano del otro, la visión complementaria, el verso siendo paisaje nítido y onírica bruma...
Emocionante descubrir vuestra palabra que nos lleva a cierta forma de posteridad, a vórtices inacabados, a la casa interior.

Aplausos a rabiar; gracias mil por este momento de lectura.

Un abrazo enorme, amigos del alma.

De colección son tus comentarios fantásticos, entusiastas y llenos de cariño.
Yo celebro que te haya gustado y te haya dado un momento estupendo la lectura de estos versos compartidos.
Infinitas gracias, querida amiga.

Abrazos fuertes.

[Ramón Castro Méndez]

"Ocultos entre los versos"


© Ramón Castro Méndez y Marisa Peral – 21 de octubre de 2025

Antes de nada, quiero agradecer a Ramón Castro Méndez, la oportunidad de compartir versos con él, ha sido gratificante, estimulante y muy divertido.
Gracias, querido amigo, por sacarme de mi zona de confort y ayudarme a "volver a escribir" de nuevo.

Abrazos y un beso.

Disculpadme y permitidme, compañeros, que exprese, ante todo, mi más profundo agradecimiento a Marisa, por prestarse a colaborar en este poema al a limón, ella ha sido un poco, o un mucho, el norte de la dirección que tenía que tomar el mismo. Muchas gracias, querida amiga, y un fuerte y gran abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

"Ocultos entre los versos"


1ª Estrofa

La tarde encierra humo de violetas
y unos hilos de lluvia.
La plaza, acaso por la hora,
un rumor de siena mate.
El cielo en fluvial descenso
sobre la espina bífida del tiempo
y la glotis del destino.
Me buscaba a mí mismo, pájaro azul,
entre el eco de una luz fatigada
y sus sombras apócrifas.
La casa no existía, solo se alzaban
sus muros blancos donde rezumaba
la cal ardiente de un sueño futuro.
Los pájaros entregados al trajín
de su vuelo de frágil cristal y orfebrería.
Su canto, tornasol de mariposas
como áurea espuma del océano
y un perfume de monte.
Ese océano, que me acompañaba
a todas partes, como una voz de muchos
mares.

2ª Estrofa

Bailas como un elfo adolescente
a la entrada de un bosque,
caracoleas sobre mis hombros,
seductor mensajero,
tu mirada fugaz vibra de emoción y me sonríes…
mas no veo los símbolos.
Y dices, mira el mar con serenidad y pasión,
escucha el canto de sus olas sin miedos
vuela sobre ellas, ingrávida y poderosa
como los acantilados vírgenes
que acogen a sus náufragos
frágiles y perdidos.
Y me descubres muchacha secreta,
eterna, casi romántica.
No te alejes, Coeur d’Ange,
quédate conmigo.

3ª Estrofa

Te veo venir, náyade, y en ti se acaban mis ojos,
con flores de Merope y luciérnagas en el pelo.
Tu paso leve sobre el verdor del musgo y las hojas
heridas por el viento. Te aguardo en esta orilla
de robles silenciosos, donde el cielo abre sus abismos
a la noche y las estrellas caen en cascada, donde la luna
ciega el corazón de los amantes y enciende acuciantes
pasiones. Así tú eras reina del hechizo en mi postrer
paisaje, y con cada latido iba dando forma a tu belleza.
Quise abrazar tu sombra esbelta antes que el sol
la borrara al abrir su boca de invierno.
Pude alzarme, entonces, más alto aún
hasta que el viento me derribara a dentelladas,
hasta donde yacía tu luz y tu recuerdo, y volver
a ese lugar tan nuestro dónde las piedras saltan
sobre el agua, donde el vigoroso incienso de los días
se esparce sobre mí como una bruma de acero
que viene de un mar de muchos nombres,
allí donde se halla el claustro de mi sangre
y la hondura de mi diástole.
Sin yo saberlo, quizás, ya se alzaba el ocaso
y estaba en mí a ras de suelo. De tu mano,
cuando el alba se corona, me adentré en el espejo.

4ª Estrofa

Llegas y llego desde los vestigios de desiertos
y glaciares arrasados y retrocede delirante la vida
mientras se despoja de tiempos, de normas y responsabilidad.
Un afán hila y deshila su rumbo, antes lánguido;
y ahora muere de avidez por revocar la tradición,
muere por no ser nada más que la traslúcida turbación
de iniciarse… una y otra vez.
Y es que el futuro me suena arcaico, tiempo remoto,
oculto e insolente que se nos quedó asediado
y hay que indultar sobre el envés de aquellos extraños
espacios redivivos.
Tú, amor, me sabes hoy a utopía.
Corazón en la noche sin que nadie conceda un sueño
y es que ahora sé de naufragios,
del gran espanto que agrieta contrafuertes,
de rutinas que se renuevan con nirvanas efímeros.
Llueve, el agua se agita como una hoja al viento.
La noche zahiere en los muelles y en cada balsa las horas oscuras
caen sobre la vida y por una rendija viva saquea las estrellas.
Sin embargo, existe y brilla un rayo de esperanza,
en la estación un tren inacabado escribe destinos mínimos.
_____________________________________________

© Ramón Castro Méndez y Marisa Peral – 21 de octubre de 2025



///



Una pieza de colección, queridísimos amigos.

Dos voces que logran ser Una en el poema; sinergia, espejos, un derroche de solidaria humanidad. La mano del otro, la visión complementaria, el verso siendo paisaje nítido y onírica bruma...
Emocionante descubrir vuestra palabra que nos lleva a cierta forma de posteridad, a vórtices inacabados, a la casa interior.

Aplausos a rabiar; gracias mil por este momento de lectura.

Un abrazo enorme, amigos del alma.

Muchas gracias, querida Hallie, por tu entusiasmo y generosidad. Celebramos que estas letras hayan sido de tu agrado. Ha sido muy fácil, así lo ha hecho ella, gratificante y estimulante colaborar con Marisa para llegar a este poema.

Un abrazo enorme.

[Ramón Castro Méndez]

Muy bello poema, Ramón y Marisa:

Bien amalgamadas las voces.

Lirismo, fantasía e imaginación.

Todo precioso

Enhorabuena
Un abrazo a los dos
Ana

Muchas gracias, Ana. Celebro que te haya gustado este poema. Ha sido una experiencia muy enriquecedora participar en este poema a cuatro manos. Sin la participación de Marisa este poema seguramente hubiera sido distinto. Dos cabezas piensan más y mejor que una seguramente.

Un abrazo enorme.

[Ramón Castro Méndez]

Bueno, bueno, bueno.

Cuando se tiene algo para leer y ese algo es bueno y está bien escrito, se disfruta y se vive.

Cuando algo así lo firman dos personas que escriben, no muy bien, ¡como los ángeles!, se disfruta, se vive y se emociona el lector, por partida doble.

Eso me ha ocurrido al leer esta maravilla, con el talento de dos poetas a los que admiro y reconozco su valía.

Enhorabuena.

Un beso y un abrazo.

Querido Alejandro, muy agradecido por los elogios y me haces sentir muy satisfecho por el impacto que ha tenido en ti este poema. Eres muy generoso, amigo.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Siempre espero del día un momento mágico.
Hoy lo he tenido con la lectura de vuestro poema.
Es poesía.
Gracias.

Muchas gracias, estimado Ulises, por haberte proporcionado mediante este poema ese momento mágico.

Un fuerte abrazo.

[Marisa Peral]

Muy bello poema, Ramón y Marisa:

Bien amalgamadas las voces.

Lirismo, fantasía e imaginación.

Todo precioso

Enhorabuena
Un abrazo a los dos
Ana

Gracias, Ana, me alegro de que te haya gustado.
Esta colaboración con Ramón era una apuesta segura y muy placentera.
Gracias por tu paso y comentario.

Un abrazo grande.

[Marisa Peral]

Bueno, bueno, bueno.

Cuando se tiene algo para leer y ese algo es bueno y está bien escrito, se disfruta y se vive.

Cuando algo así lo firman dos personas que escriben, no muy bien, ¡como los ángeles!, se disfruta, se vive y se emociona el lector, por partida doble.

Eso me ha ocurrido al leer esta maravilla, con el talento de dos poetas a los que admiro y reconozco su valía.

Enhorabuena.

Un beso y un abrazo.

Alejandro, me alegro muchísimo de que estas estrofas compartidas con nuestro amigo Ramón te hayan hecho disfrutar.
Se trataba de esto, hacer algo que nos gusta a todos y compartirlo.
Gracias por los elogios y por el cariño
que es mutuo.

Abrazos y un beso.

[Marisa Peral]

Siempre espero del día un momento mágico.
Hoy lo he tenido con la lectura de vuestro poema.
Es poesía.
Gracias.

Muchas gracias por tus palabras, Ulises.
El momento mágico es que nos hayas leído y disfrutado.

Un abrazo enorme.