Olvido

[Francisco Lobo]

A Julián, sumido en el Alzheimer.


Cuando la mirada disecada,
allá en el olvido,
en el oscuro mar de las luces flotantes...
Cuando ausencia y olvido
sean furtivos ángeles
que en leves alas de humo y niebla
te lleguen a regiones desconocidas.
Cuando las yedras de la desmemoria claven sus zarcillos
en tu mente menguante,
cuando te asfixie
en profundas gargantas, cuando embargue
el sol
de tus penetrantes soledades
y seas mirada perdida en el viento
y pensamiento donde la vida es negra
y mana muda angustia.
Cuando hieran tu cerebro
secretos puñales.
Cuando pierdas conciencia de ti mismo,
seda de limbo, y en tus pupilas atraque
la negra vela de la terrible
nave del olvido.
Cuando el olvido llegue, cuando llegue el olvido...

[Alejandro Costa]

Dramático.

No lo conozco de primera mano, pero tengo un compañero que, recién jubilado, con la ilusión de vivir y disfrutar de sus nietos, tardó apenas unos pocos meses en ser atacado despiadadamente por esta enfermedad cruel.

Son tus versos tan dolorosos como bellos. Pero me gustaría que nunca se hubieran escrito, porque no se conociera, porque no existiera esta terrible enfermedad.

Julián no te dirá nada, no te lo agradecerá, pero tu corazón y tu alma serán remansos de tu vida.

Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Muy bien expresado, paso a paso, cada etapa de esta terrible enfermedad. He conocido la demencia, y es muy triste ver el apagamiento del cerebro. Menos mal que cuando se instala no la sienten. Me gustó mucho leerte.
Un abrazo grande

[Carmen Moro Frías]

Me ha llegado muy muy hondo.
Mi madre tuvo Alzheimer y yo me siento agobiada a la idea de padecerla, siento que soy un olvido andante.
Un abrazo.

[Francisco Lobo]

Me ha llegado muy muy hondo.
Mi madre tuvo Alzheimer y yo me siento agobiada a la idea de padecerla, siento que soy un olvido andante.
Un abrazo.

Carmen: no tienes porqué agobiarte, lo que haya de ser será. En mi familia se han dado, por ahora, seis casos. Julián, mi hermano mayor, sufrió esta enfermedad a los cincuenta y seis años. Pasó de ser catedrático de Resistencia de estructuras en la Facultad de Ingeniería, a no saber multiplicar. Imagínate mi preocupación cuando yo olvido. Ya no me agobio: he vivido lo suficiente, me conformo con los 75 años que tengo. Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Un poema muy profundo sobre el Alzheimer, Francisco. A pesar de la tristeza y del dolor has sabido imprimir lirismo en cada uno de los versos.

Escribes muy bien. Hay belleza (a pesar de lo terrible del asunto) y emoción en tu poema.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

[enrique sanmol]

A Julián, sumido en el Alzheimer.


Cuando la mirada disecada,
allá en el olvido,
en el oscuro mar de las luces flotantes...
Cuando ausencia y olvido
sean furtivos ángeles
que en leves alas de humo y niebla
te lleguen a regiones desconocidas.
Cuando las yedras de la desmemoria claven sus zarcillos
en tu mente menguante,
cuando te asfixie
en profundas gargantas, cuando embargue
el sol
de tus penetrantes soledades
y seas mirada perdida en el viento
y pensamiento donde la vida es negra
y mana muda angustia.
Cuando hieran tu cerebro
secretos puñales.
Cuando pierdas conciencia de ti mismo,
seda de limbo, y en tus pupilas atraque
la negra vela de la terrible
nave del olvido.
Cuando el olvido llegue, cuando llegue el olvido...

Ese olvido es una de las mayores tragedias del ser humano... Yo pienso que estamos hechos de pasado, aunque miremos y construyamos el futuro a cada instante. Sin pasado estamos perdidos en el limbo de un no-ser por no saber quiénes somos.

Parece que los avances científicos auguran una cura a medio plazo de esta terrible enfermedad que viví en primera persona con mi madre. Espero que esa cura llegue pronto.

Un abrazo.

[Lisandro Sánchez]

Qué difícil, Francisco, poner en tan elegantes versos una realidad tan... solo se me ocurren maledicencias para referirla. Un gran abrazo.

Lisandro

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema duro, e impresionante. Quizá lo más desgraciado a lo que podemos llegar en la vida.
Todas las imágenes son potentísimas, pero quedé muy conmovido con estos versos que abren el poema.

"Cuando la mirada disecada,
allá en el olvido,
en el oscuro mar de las luces flotantes... "


Todo un placer de lectura, hermano Lobo.

Un abrazo.

[Francisco Lobo]

Dramático.

No lo conozco de primera mano, pero tengo un compañero que, recién jubilado, con la ilusión de vivir y disfrutar de sus nietos, tardó apenas unos pocos meses en ser atacado despiadadamente por esta enfermedad cruel.

Son tus versos tan dolorosos como bellos. Pero me gustaría que nunca se hubieran escrito, porque no se conociera, porque no existiera esta terrible enfermedad.

Julián no te dirá nada, no te lo agradecerá, pero tu corazón y tu alma serán remansos de tu vida.

Un fuerte abrazo.

Gracias, amigo: yo lo conozco, demasiadas veces... Agradezco tu comentario, lo valoro. Un abrazo.

[Ara López]

Francisco, agrego este a mis poemas favoritos.

Recordar, la memoria, el olvido, son temas que me llaman profundamente la atención y me encanta cómo has retratado ese viaje que es solo de ida, quizás con escalas muy breves.
Hermoso y terrorífico.

Saludos.

[F. Enrique]

Tú poema, Francisco, me ha sumido en una profunda tristeza. Tengo por ello que felicitar al artista que hay en ti, pues es lo que pretendía.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

A Julián, sumido en el Alzheimer.


Cuando la mirada disecada,
allá en el olvido,
en el oscuro mar de las luces flotantes...
Cuando ausencia y olvido
sean furtivos ángeles
que en leves alas de humo y niebla
te lleguen a regiones desconocidas.
Cuando las yedras de la desmemoria claven sus zarcillos
en tu mente menguante,
cuando te asfixie
en profundas gargantas, cuando embargue
el sol
de tus penetrantes soledades
y seas mirada perdida en el viento
y pensamiento donde la vida es negra
y mana muda angustia.
Cuando hieran tu cerebro
secretos puñales.
Cuando pierdas conciencia de ti mismo,
seda de limbo, y en tus pupilas atraque
la negra vela de la terrible
nave del olvido.
Cuando el olvido llegue, cuando llegue el olvido...

Conmovedor poema que recuerda el amor incondicional. Felicidades, Lobo.

[Marisa Peral]

He leído varías veces tu poema, tu certero y doliente aguijón, Paco.
Y estaba convencida de que te había dejado una respuesta.

Te dejo esta frase que me dejó helada y hundida:
- ¿Por qué me llamas mamá, si tú no eres mi hija? -

Mi Madre murió en enero de 2010, después de 7 años de lucha con esta cruel enfermedad.

Has escrito un grandísimo poema y te felicito por tu sensibilidad.
Un abrazo muy fuerte.

[Hallie Hernández Alfaro]

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Sube para deleite de todos.

Un abrazo, querido poeta.