Manual de adiestramiento para gatos

[José Manuel Palomares]

Oye Croma,
no me vengas con axiomas,
no te burles del tormento,
no me enredes los zapatos.
Dilo claro,
tú estás contenta porque eres un gato.

Que eres gata, y es verdad,
disculpa por mi torpeza,
a veces generalizo,
me olvido de los sufijos,
y más que me fiscalizo,
vuelvo a caer siempre igual.
Mis géneros influidos
se dieron ya por perdidos,
o yo dejé de buscar.
Pero cabe preguntar,
como puntos cardinales
de la azul sexualidad,
cuanto se quiere follar,
para definir los genitales,
con tanta género-sidad.
Además, ¿Qué más te da?
Seas una gata o un gato,
te voy a querer igual.

Que soy antiguo, lo sé,
diría disfuncional,
que hablo sin propiedad,
pero no me mentalizo.
Y tú buscando acertijos
en la inteligencia artificial.
Que abarcas y sintetizas,
con una tecla, no más,
haciéndolo literal,
y que así te comunicas.
Me asombra para una gata
tu cultura digital.

Y yo como un Neanderthal,
voy de disgusto en disgusto,
siguiendo mi propio ritmo,
a todo cambio veo un susto,
y en la voz del algoritmo,
la perfección del mal gusto.

Cuanto que cambian los tiempos,
el verdadero idealismo,
que era ser fiel a uno mismo
sin miedo a desentonar.
Me como el pollo envasado,
sin apenas rechistar.
¿Y tú? comida gourmet,
sin tener que trabajar.
Gastos pagados y más,
las chuches hacen las dietas,
los años las pedorretas,
de un salto cambias de vista,
y aterrizas como pluma,
a otro desierto lunar.
De ahí tu felicidad.
Así cualquiera ironiza,
sobre los pobres humanos,
o del tiempo que el artista
dedica a discriminar.


La canción es distinta al poema, aunque la destinataria es la misma.

[Alejandro Costa]

Nos estás acostumbrando a leer estos versos tan pegadizos, originales y a la vez divertidos.

Y eso, en los momentos que corren, es necesario.

Gracias.

Un abrazo.