La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Alto Giove (Polifemo) – Nicola Porpora (versión de Philippe Jaroussky)
Escucho el Alto Giove de Porpora,
canciones tristes que miden relojes
de otros mundos,
que hablan de vidas inmortales,
de dioses antiguos y trascendencias,
voces fantasmales que me interrogan.
Tumbado en el sofá
desciendo despacio hacia otro tiempo
de mensajes cifrados y arenales inhóspitos,
conjuro las casas que ya no habito.
La tarde es estancia gris:
una cámara cerrada donde aún
echan púas erizos de la infancia.
Nada nos retiene hoy
más allá de esta música
y un viento que amenaza
el ventanal de mis fisuras.
Nadie sabe adónde iremos,
qué permanecerá en nuestra memoria
o en la de aquellos que nos seguirán.
Se va la tarde.
La llama del tiempo resiste
las embestidas
del viento, de la lluvia.
El dolor parece cesar
ahora que no sé
qué escribo yo
y qué cosas me dicta
el lamento afligido
de un amor imposible.
Incluyo aquí una musicalización del poema, cortesía de una compañera de otros lares:
Última edición por enrique sanmol el Mié, 10 Sep 2025 13:13, editado 8 veces en total.
Leo tu precioso poema y me llega una voz desesperanzada.
No es buena compañera la soledad ni la duda de lo que será el mañana inmediato.
No ayuda esta primavera recién estrenada y tormentosa.
Y aún así, has dejado un bellísimo poema que me ha gustado disfrutar y quitarle el cero.
Un abrazo, Enrique.
—-
Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
—-
Un hermoso poema que es un canto y un desgarro a la vez que se va tramando a lo largo de la vida en esa llama del tiempo que no se consume.
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
Marisa Peral escribió: ↑Sab, 22 Mar 2025 14:37
Leo tu precioso poema y me llega una voz desesperanzada.
No es buena compañera la soledad ni la duda de lo que será el mañana inmediato.
No ayuda esta primavera recién estrenada y tormentosa.
Y aún así, has dejado un bellísimo poema que me ha gustado disfrutar y quitarle el cero.
Un abrazo, Enrique.
Las arias barrocas tienen ese punto de desolación, Marisa, que posiblemente se una al mío. En este caso es inevitable que así sea para un Polifemo tristemente vedado al amor.
Esa pieza musical ha logrado inspirarte para escribir un poema intimista y reflexivo con versos muy logrados. Ha sido un gusto leerte esta mañana de abril. Abrazos.
Ramón Castro Méndez escribió: ↑Lun, 24 Mar 2025 13:16
Un hermoso poema que es un canto y un desgarro a la vez que se va tramando a lo largo de la vida en esa llama del tiempo que no se consume.
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Ramón, por tu generosa opinión sobre este poema.
He incluido una musicalización del poema que amablemente realizó una compañera de otros lares (Solange), creo que por medio de una IA... Es increíble, y casi aterrador, lo que son capaces de hacer estas IA.
Ramón Carballal escribió: ↑Mar, 01 Abr 2025 9:18
Esa pieza musical ha logrado inspirarte para escribir un poema intimista y reflexivo con versos muy logrados. Ha sido un gusto leerte esta mañana de abril. Abrazos.
Gracias, Ramón, por dejar tu amable comentario en este poema inspirado en una obra musical.
Como ves, seguí la sugerencia que me hiciste en tu "Madrugada en el puerto" y vine hasta tu "Alto Giove".
Primero he de decirte que no conocía a Porpora y menos a este cantor y estos músicos. Todo una belleza. Me hizo recordar un poco a la música de Telemann, que es un compositor que me gusta (no creas que soy un conocedor; solo "toco de oído", por influencias de mi padre, que sí, era un conocedor de la música popularmente llamada "clásica").
Luego he de decirte que el poema me ha gustado mucho. No es extraño viniendo de tu elegante pluma. Vientos que amenazan nuestras fisuras, no saber qué escribe uno y qué le dictan a uno sus no amores, son asuntos que nos calan hondo, y particularmente si vienen enhebrados en tus versos.
Y ahora, en relación a lo que veníamos conversando, a este poema y al otro, he de decirte...
Poesía y canto son dos misterios humanos que seguramente han nacido juntos. Esto no quita que en el lejano origen del asunto, una madre haya arrullado a su hijo con un canto gutural, sin letra y por tanto sin poesía; o que luego lo haya entretenido con una simplísima copla, dicha, no cantada. Pero aún así, es casi inevitable pensar que las más de las veces, poesía y canto, y al fin, poesía y música, fueron dos caras de una misma moneda, dos artes que se fueron creando uno al otro recíprocamente. Dos artes que, cada uno de ellos, hoy no sería lo que es, de no haber sido por el otro...
Pretendemos ser poetas. Vos lo sos. Yo lo intento. ¿Qué sentido tiene incluir en nuestras propuestas estas cosas generadas por la mal llamada inteligencia artificial o por cualquier otra cosa que no sea creación humana...?
Me imagino entrando a un foro como Alaire pero que en vez de ser de creadores de poesía sea de creadores de música (no sé si existirá tal cosa) y encontrar una canción creada por un forista, con una letra generada por IA...
¿Tiene algo de malo?
No.
¿Me afecta en algo?
No.
¿Le quita valor a tu creación?
No.
Como ves, seguí la sugerencia que me hiciste en tu "Madrugada en el puerto" y vine hasta tu "Alto Giove".
Primero he de decirte que no conocía a Porpora y menos a este cantor y estos músicos. Todo una belleza. Me hizo recordar un poco a la música de Telemann, que es un compositor que me gusta (no creas que soy un conocedor; solo "toco de oído", por influencias de mi padre, que sí, era un conocedor de la música popularmente llamada "clásica").
Luego he de decirte que el poema me ha gustado mucho. No es extraño viniendo de tu elegante pluma. Vientos que amenazan nuestras fisuras, no saber qué escribe uno y qué le dictan a uno sus no amores, son asuntos que nos calan hondo, y particularmente si vienen enhebrados en tus versos.
Y ahora, en relación a lo que veníamos conversando, a este poema y al otro, he de decirte...
Poesía y canto son dos misterios humanos que seguramente han nacido juntos. Esto no quita que en el lejano origen del asunto, una madre haya arrullado a su hijo con un canto gutural, sin letra y por tanto sin poesía; o que luego lo haya entretenido con una simplísima copla, dicha, no cantada. Pero aún así, es casi inevitable pensar que las más de las veces, poesía y canto, y al fin, poesía y música, fueron dos caras de una misma moneda, dos artes que se fueron creando uno al otro recíprocamente. Dos artes que, cada uno de ellos, hoy no sería lo que es, de no haber sido por el otro...
Pretendemos ser poetas. Vos lo sos. Yo lo intento. ¿Qué sentido tiene incluir en nuestras propuestas estas cosas generadas por la mal llamada inteligencia artificial o por cualquier otra cosa que no sea creación humana...?
Me imagino entrando a un foro como Alaire pero que en vez de ser de creadores de poesía sea de creadores de música (no sé si existirá tal cosa) y encontrar una canción creada por un forista, con una letra generada por IA...
¿Tiene algo de malo?
No.
¿Me afecta en algo?
No.
¿Le quita valor a tu creación?
No.
Pero... ¿Tiene sentido?
Un abrazo del corazón.
Lisandro
Hola Lisandro,
Gracias por pasar por este otro intento de mi autoría y aportarme tus acertadas observaciones sobre canto-poesía y el uso de la IA en la música.
Antes que nada, quiero informarte que en esto de la poesía soy un aficionado, y soy muy consciente de ello, aunque tengo una larga trayectoria (muchas veces descontinuada) en este y otros foros, si bien, por múltiples razones y circunstancias, no suelo prodigarme mucho.
Decirte también que gran parte de mi obra está inspirada por la música (siempre de creación humana, nunca de una IA), si bien soy consciente que sea cual sea mi inspiración inicial, termino escribiendo una y otra vez el mismo poema.
En cuanto al uso de música creada por IA, este es el primer poema mío que fue musicalizado y lo fue por una poeta conocida mía con ayuda de una IA. Con ello quería demostrarme algo que yo afirmaba: que mis versos difícilmente podían ser cancionados por la variable métrica de los versos y la ausencia de rimas. La verdad es que ella ganó la apuesta, porque el resultado me sorprendió. Posteriormente me atreví a hacerlo yo en otro poema mío (Madrugada en el puerto, que es el origen de esta charla). Para ello tuve que aprender a utilizar una IA musical y a colgar un "video" en Youtube con un parte de fotos, el único vídeo que he colgado en Youtube. Estos son mis dos únicos poemas publicados en los que he incluido una musicalización y no creo que vuelva a hacerlo.
La IA da miedo en muchos aspectos, en otros posiblemente se trata de una gran oportunidad para lograr avances importantes en temas como la sanidad o la educación, por citar sólo un par. Las máquinas y la IA superan al hombre en la capacidad de cálculo, en la velocidad de realización de muchas tareas, son capaces de jugar al ajedrez mejor que cualquier ser humano, por ejemplo... Pero no creo que en lo relativo al arte, en cualquiera de sus alternativas, al menos por ahora, superen al ser humano. Sin embargo, la evolución de la tecnología es exponencial y los próximos años difícilmente sabremos a donde llegará.
En este tema a mí me ha influenciado bastante un divulgador e inventor americano, Raymond Kurzweil, del que me atrevo a recomendarte su libro "La singularidad está más cerca"...
Muchas gracias, estimado Enrique, por tu amable y dedicada respuesta.
Te cuento que no le tengo miedo a la IA. Ni siquiera le tengo miedo a la muerte. Y todos los posibles problemas de esta vida (incluso los que pudiese provocar el uso de la IA por parte de las personas) se extinguen con la muerte. Vale decir que no le tengo miedo a casi nada.
Me he visto asaltado en mi casa por un conocido asesino a sueldo de las mafias políticas locales, y no tuve mucho miedo. Apenas un poco. Por supuesto me esforcé en zafarme y huir, y lo logré, porque sí tengo instinto de supervivencia. Y sí tuve un poco de miedo, no por la muerte, si no por la posible sesión de tortura que tal vez me esperaba. A eso sí le tengo miedo. Lo que me han relatado mis compañeros que lo han vivido me hace tenerlo.
Simplemente estoy en contra del uso de la IA por la misma razón que estoy en contra de todo lo que las mismas multinacionales que hoy promueven la IA, vienen promoviendo desde hace un siglo más o menos.
En mi país hace medio siglo teníamos pleno empleo y un salario relativo más alto que el que nunca tuvo España por ejemplo. Todas las novedades que vinieron luego fueron para peor. Y fueron promovidas por treinta multinacionales que explotan el mundo en su beneficio.
Golpes de estado, dictaduras, privatización y extranjerización de empresas estatales nacionales, extranjerización de empresas privadas nacionales, nuevas tecnologías que trasladan dividendos desde el trabajador local hacia el capitalista trasnacional, destrucción del medio ambiente y la economía nacionales, etc., fueron y son los medios de estas empresas para llevar a cabo e incrementar día a día su objetivo: obtener ganancias a costa de nuestras pérdidas. La IA es solo una raya más del tigre. A nada de eso le tengo miedo. Solo sé que vienen por la comida de mi hijo, su salud y en definitiva su vida, y como padre es mi deber defenderlo.
Hoy en mi país hay niños que mueren por carencias nutricionales, por carencia de agua potable, por la intoxicación que les producen la contaminación provocada por la agricultura, la minería y otras actividades, por novedades tecnológicas que fueron y son una maravilla científica. Ni más ni menos que un arma novedosa. Es una maravilla científica. El punto es adónde le tocó en suerte estar a uno. Si en la comodidad de la casa del dueño del arma, o en una de las miles de viviendas que serán bombardeadas por ese señor tan promotor de la ciencia.
Todas esas muertes de niños que hoy se producen en mi país, no se producían hace medio siglo. Pero ahora sí. Simplemente nos tocó perder. Así son los negocios. Y el año que viene, si se cumplen las metas conjuntas de nuestro gobierno y el FMI, vamos a tener más muertes de niños que este año. Todas muertes provocadas por la transferencia de recursos de los argentinos de a pie, a las multinacionales. Y algunas de esas muertes, provocadas por los proyectos de IA de esas empresas en mi país, que demandan energía, agua, en fin, recursos, que dejan de estar al servicio de la vida de nuestros niños y pasan a estar al servicio de esas empresas y sus proyectos. ¿Eso me da miedo? No. Solamente me opongo. Nada más.
En síntesis, el problema no es la IA, o en su momento, por ejemplo, los agroquímicos. El problema es quién decidió y seguirá decidiendo la necesidad y/o oportunidad de desarrollar y utilizar esa tecnología, cuándo, dónde, cómo, para qué, para quién, y a costa de qué y de quién.
Ahora bien. En mi comentario anterior yo no pretendía referirme a nada de esto. Solo preguntaba si tenía sentido. Ahora te doy mi respuesta (es solo la mía, y muy probablemente equivocada): opino que no, que no tiene sentido. Simplemente porque tus poemas ya eran hermosos sin eso. Y son creación tuya. Producto de tu inteligencia, pero también de otras cosas tuyas, como por ejemplo tu emoción, tu deseo, tu intención, en fin, tantas cosas tuyas, que nos hermanan, y que tal vez, hasta nos salvan. Sí. Estoy convencido de que un poema, y también una música, pueden salvar a un hombre. Pueden devolverle el perdido deseo de vivir, en algún caso, por ejemplo.