La decadencia

[Ramón Carballal]

¿Qué forma de vuelo silba en el tránsito, en qué respiración
caben los ecos que visten las aceras, el mistral que daña con frío
las raíces? Sucede la fina hilatura en el mar sin tregua de la luz,
pasan los silencios por la dureza negra de las pestañas, sopla
la lentitud en el ojo que se abre al fluido frágil de las nubes;
soy neblina en el éxtasis del resplandor, un meteoro callado
que vaga por la corriente impertérrita de la memoria; un alud
suave rompe la voluntad de ser perpetuo, y danzan los enigmas
y envejece la piel que aja la cortina del destino mientras la vigorosa
luz, el canto de la lluvia, el océano infinito, los eclipses que fueron
llaga en los pasos que di, las inscripciones que mis labios repiten
con nombres sin vocales, la secuencia de los pájaros en el azul
como una metáfora del tiempo hallan senectud en los latidos
que ya no gritan, enronquecen igual una voz raída por el músculo
de la edad, lo mismo que un árbol vacío de ramas ante un aire
duro y cruel que anticipa los inviernos que vendrán cuando ya no
exista flor en la desnudez de sus apéndices vencidos por la noche.

[Alejandro Costa]

Magnífica definición poética de la decadencia.

No te voy a reseñar ningún verso, porque todos y cada uno de ellos, están en su lugar exacto para darle ese énfasis, que tú dominas.

El poema me ha encantado.

Uno más.

Un abrazo.

[José M. F. Febles]

¿Qué forma de vuelo silba en el tránsito, en qué respiración
caben los ecos que visten las aceras, el mistral que daña con frío
las raíces? Sucede la fina hilatura en el mar sin tregua de la luz,
pasan los silencios por la dureza negra de las pestañas, sopla
la lentitud en el ojo que se abre al fluido frágil de las nubes;
soy neblina en el éxtasis del resplandor, un meteoro callado
que vaga por la corriente impertérrita de la memoria; un alud
suave rompe la voluntad de ser perpetuo, y danzan los enigmas
y envejece la piel que aja la cortina del destino mientras la vigorosa
luz, el canto de la lluvia, el océano infinito, los eclipses que fueron
llaga en los pasos que di, las inscripciones que mis labios repiten
con nombres sin vocales, la secuencia de los pájaros en el azul
como una metáfora del tiempo hallan senectud en los latidos
que ya no gritan, enronquecen igual una voz raída por el músculo
de la edad, lo mismo que un árbol vacío de ramas ante un aire
duro y cruel que anticipa los inviernos que vendrán cuando ya no
exista flor en la desnudez de sus apéndices vencidos por la noche.

Tu hacer en la poesía no necesita más elogios. Eres un gran poeta, cuya amistad me homnta.

Desde la soledad de mi isla, un abrazo.

José Maniuel Febles
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[Ana Muela Sopeña]

Qué bien escribes, Ramón:

Un lirismo muy bien formado recorre todo el poema. Describes muy bien esa decadencia.

Felicitaciones
Un abrazo
Ana