Hoy me siento generoso

[Ramón Carballal]

Es un ejercicio que te reconcilia con la vida
tomarse algo en la terraza de un bar
disfrutando de un maravilloso día de primavera.

Cruza por el cielo una bandada de pájaros.

Junto a mí
gente que me ignora
-yo también a ellos-.

Sobre el velador un café y un vaso de agua.

El aire tibio del mediodía acaricia mi rostro.

Ninguna obligación,
nada que hacer,
nadie a quien esperar.

Antes de irme
-me digo-
tengo que dejarle una buena propina
al camarero.

[Pilar Morte]

Me encanta leer los poemas que entiendo. Me he tomado el café contigo, y he sentido la primavera.
Un placer.
Abrazos y felicidad

[Alejandro Costa]

Magistral, Ramón.

Has retratado una imagen cotidiana, donde me he incluido dentro de esa “gente” junto a ti.

Eso sí, con una notable diferencia, yo no te ignoro.

Posees una pluma exquisita, lo demuestra el giro total de tu escritura, y la inmensa calidad que siguen teniendo tus letras.

Un fuerte abrazo.

[Jorge Salvador]

Preciosa descripción de lo cotidiano, me gustó mucho este escrito por la extraordinaria simplicidad que lo envuelve y embellece.
Qué bonito es no tener nada que hacer...
Te felicito, compañero, un abrazo

[Lisandro Sánchez]

Un ejercicio tuyo, Ramón, de reconciliación con la vida; del que hemos salido beneficiados el camarero y los lectores.
Encantadores versos.
Un fraterno abrazo.

Lisandro

[Hallie Hernández Alfaro]

;

La simbología latente me ha encantado. El sujeto poético se siente bueno y, atribuye a su ego bondad por la propina que deja; llamado al reduccionismo del concepto que deja una espesa reflexión servida en la mesa.

Un abrazo grande, querido amigo.

[Julio Bonal]

Poema que recuerda a la capacidad de esas fotografías que captan el instante preciso en que algo no sólo ocurre, sino que adviene, y se vuelve por ello inolvidable. No recuerdo nunca si fueron los beatniks o los situacionistas los que formularon aquello de: "estar parado en una esquina sin esperar a nadie, eso es poder". Más allá de lo acorde de uno mismo con esa, aflora por momentos esa voluntad niestzcheana de darle a lo vivo su valor. Muy bien escrito.

Una abraçada.

[Ramón Carballal]

Me encanta leer los poemas que entiendo. Me he tomado el café contigo, y he sentido la primavera.
Un placer.
Abrazos y felicidad

Gracias, Pilar, brindemos por ese café y por la primavera que volverá. Besos.

[Rafael Elias Huerta]

Es un ejercicio que te reconcilia con la vida
tomarse algo en la terraza de un bar
disfrutando de un maravilloso día de primavera.

Cruza por el cielo una bandada de pájaros.

Junto a mí
gente que me ignora
-yo también a ellos-.

Sobre el velador un café y un vaso de agua.

El aire tibio del mediodía acaricia mi rostro.

Ninguna obligación,
nada que hacer,
nadie a quien esperar.

Antes de irme
-me digo-
tengo que dejarle una buena propina
al camarero.

Disfrutando también de un café, leo y entiendo, hay momentos que deben atraparse y perpetuar, para no perderlos y disfrutarlos de vez en vez.

Excelente poema

Que tengas una feliz tarde
Un abrazo
Siempre, Rafael.

[Fernando Marcos Rentero]

Momentos cotidianos, que no dicen nada aparente, pero que recargan "las pilas". Con propina incluida, amigo Ramón. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Magistral, Ramón.

Has retratado una imagen cotidiana, donde me he incluido dentro de esa “gente” junto a ti.

Eso sí, con una notable diferencia, yo no te ignoro.

Posees una pluma exquisita, lo demuestra el giro total de tu escritura, y la inmensa calidad que siguen teniendo tus letras.

Un fuerte abrazo.

Gracias, Alejandro, por tu generosidad. Un abrazo grande.

[Ramón Carballal]

Preciosa descripción de lo cotidiano, me gustó mucho este escrito por la extraordinaria simplicidad que lo envuelve y embellece.
Qué bonito es no tener nada que hacer...
Te felicito, compañero, un abrazo

Gracias, Ramón. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un ejercicio tuyo, Ramón, de reconciliación con la vida; del que hemos salido beneficiados el camarero y los lectores.
Encantadores versos.
Un fraterno abrazo.

Lisandro

Gracias, Lisandro. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

;

La simbología latente me ha encantado. El sujeto poético se siente bueno y, atribuye a su ego bondad por la propina que deja; llamado al reduccionismo del concepto que deja una espesa reflexión servida en la mesa.

Un abrazo grande, querido amigo.

Gracias, Hallie, por leer y comentar. Un beso.

[Ramón Carballal]

Poema que recuerda a la capacidad de esas fotografías que captan el instante preciso en que algo no sólo ocurre, sino que adviene, y se vuelve por ello inolvidable. No recuerdo nunca si fueron los beatniks o los situacionistas los que formularon aquello de: "estar parado en una esquina sin esperar a nadie, eso es poder". Más allá de lo acorde de uno mismo con esa, aflora por momentos esa voluntad niestzcheana de darle a lo vivo su valor. Muy bien escrito.

Una abraçada.

Gracias, Julio, por leer y por el amable comentario. Un fuerte abrazo.