a mordiscos,
que hiera los oídos de los sabios,
inválidos sapientes a Carpe Diem.
Y en carpe diem, tronar a mar rompiente
las tantas caracolas que dejan entre algas,
los sueños de las gentes que aún sueñan,
que las gentes,
las mismas que dijeron si me votas,
vendrás conmigo al cielo de palmeras
y conmigo,
haremos raya en medio y cola de caballo
con sus ramas,
en tu espalda,
y sobre ella,
se montan los montones de billetes que parten,
por en medio,
bocados de tu vida,
mordida por mordidas,
de ansias sin vergüenza.
Sí, hoy quiero ser trompeta que rompa las entrañas,
si las tienen,
de tantos ministrables podridos,
incultos de cultura,
bailongos de arrabales,
zafios, feos y mafiosos.
Amén.

(Pues sí, ya sé que es el consuelo , único que tenemos, denunciar lo ya denunciado, en fin, todo seguirá igual ¿o no?, Bueno , Alicante en Fogueres truena)