Las arrugas del silencio

[Ara López]

La poesía tiene la particularidad de que nos hace ver hermoso el sufrimiento, y nos lleva a decir que tu tristeza es bella o que tu pena "me gusta", o que es maravillosa la manera en que describes como un domingo ena tarde se te partió la vida en dos. Votar para poema del mes. Sigo con mi café.

Sólo señalo (nada nuevo) la ironía que tiene, en medio de tantas cosas que la conforman, para terminar diciéndote: que me parece un poema hermoso.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Es muy triste el poema pero tiene emoción y versos brillantes. Me gustó. Felicidades.
Abrazos y salud

Agradezco tus palabras, Pilar.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Me pasa con tus poemas que me suelo identificar con ellos. Este es un poema triste, de madurez vital. Siempre disfruto leyéndote. Un abrazo.

Me alegra saberlo, Ramón.

Gracias por estar siempre ahí.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

La poesía tiene la particularidad de que nos hace ver hermoso el sufrimiento, y nos lleva a decir que tu tristeza es bella o que tu pena "me gusta", o que es maravillosa la manera en que describes como un domingo ena tarde se te partió la vida en dos. Votar para poema del mes. Sigo con mi café.

Sólo señalo (nada nuevo) la ironía que tiene, en medio de tantas cosas que la conforman, para terminar diciéndote: que me parece un poema hermoso.

Un abrazo.

Quiero verte más por aquí.

Quiero leerte y saborear tus versos.

Tu comentario es muy bueno y en parte muy cierto.

Gracias por tu apoyo y por el cariño que me demuestras.

Eres especial, Ara.

Un beso del alma.

[Lisandro Sánchez]

Pues tus manos vacías, estimado Alejandro, aunque pueden representar el no ofrecer nada exterior, también pueden representar el ofrecer el corazón abierto. Las manos, para poder acoger a la otra persona, es preciso que estén abiertas, y también vacías.

Sé de tu corazón abierto porque veo a menudo aquí tu generosidad para comentar los poemas de los compañeros y compañeras. Con la misma sabiduría con la que encontraste las palabras justas para estos versos, encontrarás el alma destinada al hueco de tus manos, que seguramente ya no es aquella que el destino se llevó.

Como te dije en mi comentario a tu poema "Punto y seguido": "Celebro ese punto y seguido. Ya que significa justamente eso, que seguirás..."

Un fraterno saludo.

Lisandro

[Rafael Elias Huerta]

Doy mis manos como vacías.

No soy capaz de disimular las arrugas
ni de alimentar las alas de la luna,
para que no se apiade de mi ser.

Siento no poder apaciguar la textura de mis lágrimas,
ni anochecer con la palidez que me dibuja el alma.

Me pierdo entre las espesuras del silencio,
el laberinto del que no he sido capaz de salir,
y esa fe, en la que siempre creí
y que me dio la espalda en su huida.

Solo encuentro monstruos en el caminar de los recuerdos,
jaquecas que me adormecen los sentidos,
parálisis en un corazón callado,
que tan solo los ojos son capaces de vislumbrar su dolor.

Allá, dondequiera que se encuentre,
quedó desgranada mi alma,
incapaz de rellenar el vacío que dejó la suya,
incapaz de avivarse con la aurora,
respirar el rocío
y entender que su marcha fue sin retorno.

Y ahora, en el laberinto de la vida,
doy mis manos como vacías,
mi corazón callado
y al alma perdida, en busca de la suya.

Tan solo me quedan lágrimas
y las arrugas del silencio.

Un poema extraordinario, ya que aún el transcurrir de su desasosiego, tus letras lo vuelven ameno y muy selecto.

Belleza y contenido

Que tengas una feliz tarde
Un abrazo
Siempre, Rafael.

[Ara López]

Quiero verte más por aquí.

Quiero leerte y saborear tus versos.

Tu comentario es muy bueno y en parte muy cierto.

Gracias por tu apoyo y por el cariño que me demuestras.

Eres especial, Ara.

Un beso del alma.

Estimado Alejandro, gracias a ti por tu respuesta tan cálida.
En estos días han nacido muchas letras pero pocas que valgan la pena. Ya saldrá algo por ahí para compartir por acá.

Un gran abrazo.

P.D.: soy más normal que una paloma en una plaza

[Marisa Peral]

Yo creía que ya había pasado para enseñarte a planchar las arrugas del silencio, pero no, solo te enseñé a planchas melancolías.

Este poema eres tú, Alejandro en estado puro, es tu esencia y aunque intente animarte de alguna forma me gusta cómo transmites estos sentimientos.
Felicidades y besos.