¿Quién coño les da cuerda a los relojes...?

[Jorge Salvador]

Suelo ser lo bastante intransigente
como para que no me aguanten ni las ratas,
pero tengo un amigo inquebrantable
que por mí, sin dudarlo, mataría,
ocho gatos que estudian para dioses
y una mala salud que nunca enferma
pero siempre me duele.

La cerveza me gusta hasta en la sopa,
los políticos sólo cuando callan;
los penaltis los chuto de cabeza,
los fracasos los bebo con ginebra;
del amor sólo sé que no sé nada
salvo que es de durar… pues lo que dura
mientras dura ella dura.

La opresión de la vida, como a todos,
va atacando a traición mis puntos flacos
y minando mi escasa resistencia
para bien del sistema;
no comprendo qué diablos quiere el mundo
de nosotros los justos,
pero estoy un poquito hasta los huevos
de que se nos inyecte la injusticia
mezclada con vacunas,
mentiras, terrorismo y presidentes;
llámame sinvergüenza, toca huevos,
gilipollas, traidor, negacionista
y hasta insecto si quieres,
pero a mí tantos ictus repentinos
sin ninguna razón que me lo explique,
me suenan a exterminio…

Tengo cosas que a nadie se las cuento
pero todos las saben
y otras cosas que a todos se las cuento
pero nadie las sabe;
ante dos buenas tetas pierdo el juicio,
sólo llamo poeta al que se moja,
como buen perdedor, soy del Atleti...

Cada mañana, al despuntar el día,
me propongo llegar hasta la noche
sin ofender a nadie,
porque tengo entendido que en los cielos
quien ofende a un hermano ofende al Padre.

Oye, por cierto, y hablando de otro tema,
¿tú sabes quién cojones les da cuerda a los relojes
para que el tiempo corra tan deprisa últimamente…?

[Concha Vidal]

Jajaja, qué bueno ché. Todo el poema va hilado de verdades a medias y de medias verdades. No se donde poner la mitad pero no importa. Lo importante es que la hilatura es genial.
Y que ni idea decquien narices da cuerda a la desesperada a los relojes. Casi ni me da tiempo a vivir el día y ya,es otro. Estoy inventando un sistema de maroma que me sujeten las horas. Que no se me escape ni una.
Abrazos mediterráneos.

[Alejandro Costa]

Una pequeña genialidad.

Llenas de versos que te llevan cada uno por un camino diferente.

Todos aderezados de picardía, humor y realidad.

Por cierto, por momentos he creído estar leyendo a Sabina y para colmo me dices que eres del Atleti. Vaya por Dios.

En fin, compañero, que me ha gustado mucho.

¡Ah!, y por si te vale de algo, mis relojes también corren demasiado. Será la edad...

Un abrazo.

[Jorge Salvador]

Jajaja, qué bueno ché. Todo el poema va hilado de verdades a medias y de medias verdades. No se donde poner la mitad pero no importa. Lo importante es que la hilatura es genial.
Y que ni idea decquien narices da cuerda a la desesperada a los relojes. Casi ni me da tiempo a vivir el día y ya,es otro. Estoy inventando un sistema de maroma que me sujeten las horas. Que no se me escape ni una.
Abrazos mediterráneos.

No dejes de avisarme cuando consigas ese invento para parar el tiempo. Ah, y no tardes, no vaya a ser tarde..
Gracias, compañera, un honor verte por aquí.
Abrazos mediterráneos también para ti

[Jorge Salvador]

Una pequeña genialidad.

Llenas de versos que te llevan cada uno por un camino diferente.

Todos aderezados de picardía, humor y realidad.

Por cierto, por momentos he creído estar leyendo a Sabina y para colmo me dices que eres del Atleti. Vaya por Dios.

En fin, compañero, que me ha gustado mucho.

¡Ah!, y por si te vale de algo, mis relojes también corren demasiado. Será la edad...

Un abrazo.

Un millón de gracias, Alejandro, por mejorar con tu bondadosa mirada siempre mis intentos de poemas.
Soy un declarado admirador de la poesía de Sabina, seguro que, sin querer, a veces le copio un poquito.
Será la edad, jajajaja.
Un abrazo, querido amigo

[José M. F. Febles]

Suelo ser lo bastante intransigente
como para que no me aguanten ni las ratas,
pero tengo un amigo inquebrantable
que por mí, sin dudarlo, mataría,
ocho gatos que estudian para dioses
y una mala salud que nunca enferma
pero siempre me duele.

La cerveza me gusta hasta en la sopa,
los políticos sólo cuando callan;
los penaltis los chuto de cabeza,
los fracasos los bebo con ginebra;
del amor sólo sé que no sé nada






salvo que es de durar… pues lo que dura
mientras dura ella dura.

La opresión de la vida, como a todos,
va atacando a traición mis puntos flacos
y minando mi escasa resistencia
para bien del sistema;
no comprendo qué diablos quiere el mundo
de nosotros los justos,
pero estoy un poquito hasta los huevos
de que se nos inyecte la injusticia
mezclada con vacunas,
mentiras, terrorismo y presidentes;
llámame sinvergüenza, toca huevos,
gilipollas, traidor, negacionista
y hasta insecto si quieres,
pero a mí tantos ictus repentinos
sin ninguna razón que me lo explique,
me suenan a exterminio…

Tengo cosas que a nadie se las cuento
pero todos las saben
y otras cosas que a todos se las cuento
pero nadie las sabe;
ante dos buenas tetas pierdo el juicio,
sólo llamo poeta al que se moja,
como buen perdedor, soy del Atleti...

Cada mañana, al despuntar el día,
me propongo llegar hasta la noche
sin ofender a nadie,
porque tengo entendido que en los cielos
quien ofende a un hermano ofende al Padre.

Oye, por cierto, y hablando de otro tema,
¿tú sabes quién cojones les da cuerda a los relojes
para que el tiempo corra tan deprisa últimamente…?

Ante todo, compañero, quiero decir que tú poema es de buena y oportuna palabra, y en conciencia de una aplicación correcta de la acentuación tónica, confiriendo al mismo una correcta lectura. Por motivos muy personales, no puedo ser más explícito. Te felicito, desde la soledad de mi isla.

José Manuel F. Febles

[Pilar Morte]

Relaja y entretiene estos poemas frescos y ocurrentes. Me ha gustado mucho leerte.
Un abrazo grande y salud.

[Lisandro Sánchez]

Mucho gusto, Jorge, Salvador, Ramón o como cuernos usted se llame.

Le confieso que cuando pasé por "mientras dura ella dura" quise abandonar la lectura. Pero no pude. Me había gustado demasiado lo anterior. Y me siguió gustando el resto.

Le confieso también que me ha hecho usar el diccionario (aquí en Argentina no decimos "chutar"). Pero esto último se lo computo en el haber: el mate (bebida indígena de esta región del mundo), las galletas que lo acompañan y el "mataburros" son los únicos vicios que me quedan.

Le cuento que hace unos quince años unos astrónomos publicaron en una revista científica un artículo en el que explicaban porqué últimamente nos pasa esto de que los días o las horas nos quedan más cortos que antes. Lo tengo guardado por ahí. En su momento lo leí detenidamente. Pero hoy no recuerdo ni una coma de lo que allí decía.

Ahora sí, paso a lo importante:
¡Su poema me ha encantado!

Le mando un muy cordial saludo.

Lisandro

[Jorge Salvador]

Suelo ser lo bastante intransigente
como para que no me aguanten ni las ratas,
pero tengo un amigo inquebrantable
que por mí, sin dudarlo, mataría,
ocho gatos que estudian para dioses
y una mala salud que nunca enferma
pero siempre me duele.

La cerveza me gusta hasta en la sopa,
los políticos sólo cuando callan;
los penaltis los chuto de cabeza,
los fracasos los bebo con ginebra;
del amor sólo sé que no sé nada






salvo que es de durar… pues lo que dura
mientras dura ella dura.

La opresión de la vida, como a todos,
va atacando a traición mis puntos flacos
y minando mi escasa resistencia
para bien del sistema;
no comprendo qué diablos quiere el mundo
de nosotros los justos,
pero estoy un poquito hasta los huevos
de que se nos inyecte la injusticia
mezclada con vacunas,
mentiras, terrorismo y presidentes;
llámame sinvergüenza, toca huevos,
gilipollas, traidor, negacionista
y hasta insecto si quieres,
pero a mí tantos ictus repentinos
sin ninguna razón que me lo explique,
me suenan a exterminio…

Tengo cosas que a nadie se las cuento
pero todos las saben
y otras cosas que a todos se las cuento
pero nadie las sabe;
ante dos buenas tetas pierdo el juicio,
sólo llamo poeta al que se moja,
como buen perdedor, soy del Atleti...

Cada mañana, al despuntar el día,
me propongo llegar hasta la noche
sin ofender a nadie,
porque tengo entendido que en los cielos
quien ofende a un hermano ofende al Padre.

Oye, por cierto, y hablando de otro tema,
¿tú sabes quién cojones les da cuerda a los relojes
para que el tiempo corra tan deprisa últimamente…?

Ante todo, compañero, quiero decir que tú poema es de buena y oportuna palabra, y en conciencia de una aplicación correcta de la acentuación tónica, confiriendo al mismo una correcta lectura. Por motivos muy personales, no puedo ser más explícito. Te felicito, desde la soledad de mi isla.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, querido compañero. Es un verdadero honor recibir tu felicitación por este mi humilde poema. Te envío un fortísimo abrazo hasta la soledad de tu isla.

[Jorge Salvador]

Relaja y entretiene estos poemas frescos y ocurrentes. Me ha gustado mucho leerte.
Un abrazo grande y salud.

A mí también me encantó verte entre estas líneas, Pilar. Sinceramente agradecido por tus palabras.
Otro abrazo grande para ti

[Jorge Salvador]

Mucho gusto, Jorge, Salvador, Ramón o como cuernos usted se llame.

Le confieso que cuando pasé por "mientras dura ella dura" quise abandonar la lectura. Pero no pude. Me había gustado demasiado lo anterior. Y me siguió gustando el resto.

Le confieso también que me ha hecho usar el diccionario (aquí en Argentina no decimos "chutar"). Pero esto último se lo computo en el haber: el mate (bebida indígena de esta región del mundo), las galletas que lo acompañan y el "mataburros" son los únicos vicios que me quedan.

Le cuento que hace unos quince años unos astrónomos publicaron en una revista científica un artículo en el que explicaban porqué últimamente nos pasa esto de que los días o las horas nos quedan más cortos que antes. Lo tengo guardado por ahí. En su momento lo leí detenidamente. Pero hoy no recuerdo ni una coma de lo que allí decía.

Ahora sí, paso a lo importante:
¡Su poema me ha encantado!

Le mando un muy cordial saludo.

Lisandro

Jajajaja, Lisandro, mi nombre es Ramón, Jorge Salvador mi pseudónimo.
Lo de que "el amor dura lo que dura dura" es un dicho de por aquí, supongo que al no conocerlo te sonó mal, es comprensible.
Gracias de todo corazón por no abandonar la lectura y tener además la deferencia de dejarme un comentario tan hermoso.
Te diré que, como supongo que nos pasa a casi todos los poetas, suelo mezclar mis delirios imaginativos con mis ideas y pensamientos, así que en mis poemas suele haber mentiras y verdades a partes iguales. Cómo decía Pessoa, el porta es un gran fingidor.
Un honor, compañero. Hasta ti llegue un fuerte abrazo con todo mi afecto

[Lisandro Sánchez]

Un gustazo, Ramón.
Algo similar acerca de las mentiras dijo alguna vez el peruano Ricardo Palma, que también, cuando quería, tenía un gran sentido del humor.
Otro gran abrazo para vos (tuteándote al estilo argentino).

Lisandro

[Hallie Hernández Alfaro]

Suelo ser lo bastante intransigente
como para que no me aguanten ni las ratas,
pero tengo un amigo inquebrantable
que por mí, sin dudarlo, mataría,
ocho gatos que estudian para dioses
y una mala salud que nunca enferma
pero siempre me duele.

Qué buena iniciación esta estrofa, querido amigo.
Los que te conocemos sabemos bien la sensibilidad y la bondad que anidan en tu cerebro.
Cantidad importante de aciertos en esta primera estación del poema.

La cerveza me gusta hasta en la sopa,
los políticos sólo cuando callan;
los penaltis los chuto de cabeza,
los fracasos los bebo con ginebra;
del amor sólo sé que no sé nada
salvo que es de durar… pues lo que dura
mientras dura ella dura.

Estos versos poseen memebrecía de honor en el imaginario de las buenas obras. Aplausos.

La opresión de la vida, como a todos,
va atacando a traición mis puntos flacos
y minando mi escasa resistencia
para bien del sistema;
no comprendo qué diablos quiere el mundo
de nosotros los justos,
pero estoy un poquito hasta los huevos
de que se nos inyecte la injusticia
mezclada con vacunas,
mentiras, terrorismo y presidentes;
llámame sinvergüenza, toca huevos,
gilipollas, traidor, negacionista
y hasta insecto si quieres,
pero a mí tantos ictus repentinos
sin ninguna razón que me lo explique,
me suenan a exterminio…

Me gusta el tacto de las redes neuronales, esas que ya son ventana de Overton en mil espacios...

Tengo cosas que a nadie se las cuento
pero todos las saben
y otras cosas que a todos se las cuento
pero nadie las sabe;
ante dos buenas tetas pierdo el juicio,
sólo llamo poeta al que se moja,
como buen perdedor, soy del Atleti...

Se asoma aquí el humano confeso, el hombre sin personajes, el buen compañero. La verdad nos puede en tu poema.

Cada mañana, al despuntar el día,
me propongo llegar hasta la noche
sin ofender a nadie,
porque tengo entendido que en los cielos
quien ofende a un hermano ofende al Padre.

Aquí la ternura, el paso limpio, el corazón épico.

Oye, por cierto, y hablando de otro tema,
¿tú sabes quién cojones les da cuerda a los relojes
para que el tiempo corra tan deprisa últimamente…?

Las agujas díscolas, la simultaneidad causal, el verso eterno. Todo cuenta, todo se enlaza y, desea una pizca de eternidad.

Abrazos y felicidad.

[Jorge Salvador]

Suelo ser lo bastante intransigente
como para que no me aguanten ni las ratas,
pero tengo un amigo inquebrantable
que por mí, sin dudarlo, mataría,
ocho gatos que estudian para dioses
y una mala salud que nunca enferma
pero siempre me duele.

Qué buena iniciación esta estrofa, querido amigo.
Los que te conocemos sabemos bien la sensibilidad y la bondad que anidan en tu cerebro.
Cantidad importante de aciertos en esta primera estación del poema.

La cerveza me gusta hasta en la sopa,
los políticos sólo cuando callan;
los penaltis los chuto de cabeza,
los fracasos los bebo con ginebra;
del amor sólo sé que no sé nada
salvo que es de durar… pues lo que dura
mientras dura ella dura.

Estos versos poseen memebrecía de honor en el imaginario de las buenas obras. Aplausos.

La opresión de la vida, como a todos,
va atacando a traición mis puntos flacos
y minando mi escasa resistencia
para bien del sistema;
no comprendo qué diablos quiere el mundo
de nosotros los justos,
pero estoy un poquito hasta los huevos
de que se nos inyecte la injusticia
mezclada con vacunas,
mentiras, terrorismo y presidentes;
llámame sinvergüenza, toca huevos,
gilipollas, traidor, negacionista
y hasta insecto si quieres,
pero a mí tantos ictus repentinos
sin ninguna razón que me lo explique,
me suenan a exterminio…

Me gusta el tacto de las redes neuronales, esas que ya son ventana de Overton en mil espacios...

Tengo cosas que a nadie se las cuento
pero todos las saben
y otras cosas que a todos se las cuento
pero nadie las sabe;
ante dos buenas tetas pierdo el juicio,
sólo llamo poeta al que se moja,
como buen perdedor, soy del Atleti...

Se asoma aquí el humano confeso, el hombre sin personajes, el buen compañero. La verdad nos puede en tu poema.

Cada mañana, al despuntar el día,
me propongo llegar hasta la noche
sin ofender a nadie,
porque tengo entendido que en los cielos
quien ofende a un hermano ofende al Padre.

Aquí la ternura, el paso limpio, el corazón épico.

Oye, por cierto, y hablando de otro tema,
¿tú sabes quién cojones les da cuerda a los relojes
para que el tiempo corra tan deprisa últimamente…?

Las agujas díscolas, la simultaneidad causal, el verso eterno. Todo cuenta, todo se enlaza y, desea una pizca de eternidad.

Abrazos y felicidad.

Hay un ramillete de poetas en Alaire, entre los que evidentemente te encuentras tú, mi querida Hallie, que saben encontrar en un poema cosas que hasta al mismísimo autor le pasaron desapercibidas. Y cuando recibo comentarios como este tuyo, casi me da vergüenza contestar, pues con ello no voy a conseguir otra cosa que demostrar mi ignorancia, que no es poca.
Por eso sólo te diré que muchísimas gracias por detenerte a leer mis intentos poéticos y hacerlos buenos con tu indulgente mirada.
Ya sabes que te quiero mucho, amiga. Un abrazo infinito...

[Marisa Peral]

Me ha gustado mucho este despliegue de humor inteligente y creo que deberíamos manifestarnos para que alguien soborne al que da cuerda a los relojes para que el tiempo vaya más lento.

Gracias por el buen rato y felicidades por tu buen poema.
Un abrazo.