Viaje sideral

[Ana Muela Sopeña]

Somos hijos del tiempo eonario
que olvidaron su rol en este juego.
Sabedores desde siempre
de que todo es un teatro de galaxias,
buscamos en la vida cotidiana
un fulgor escondido en las estrellas.

Venimos de las tribus de Antares,
de Vega, de Regulus, de Alnilam...
Somos seres antiguos
nacidos del silencio de obsidiana.

Ahora es el momento de elegir
la belleza de un mundo sumergido
en el sueño de todas las edades.

Somos vórtices de luces planetarias
que anhelan por las noches sin heridas
un futuro abierto
a la libertad de la conciencia.
Soltamos nuestra mente
en el viaje sideral de las sinapsis
que dormitan en axones
y dendritas
más allá de utopías
de las constelaciones en lo oscuro.

Y abrazamos la sombra
de las nebulosas encriptadas
en los genes más remotos.
En cuásares amamos
la evolución de nuestros cromosomas
a través de las épocas vibrantes
de una Historia integrada
en nuestras aventuras más atávicas.
Luchamos sin un límite
por el aprendizaje de los púlsares.

De Andrómeda traemos la luz cuántica,
de Orión el despertar de las memorias
de un cosmos atrapado en las clepsidras.

Hay una enana blanca que nos mira
en mitad del camino espectral.
Nos inspira a ser siempre protectores
de los niños que huyen de la guerra.

Hay una voz antigua y desterrada,
apátrida en su fuente universal,
que nos dicta al oído que las armas
solo engendran más armas
y una extinción masiva sin retorno.


Ana Muela Sopeña

[Marisa Peral]

Arriba este espectáculo sideral de Ana.

Es un viaje astral y cósmico por el que te mueves como pez en el agua.
Estás de dulce, querida amiga.

Felicidades y un abrazo enorme.

Besos. me llevo el cero.

[Alejandro Costa]

Fenomenal viaje sideral por el que nos llevas.

Hay versos muy buenos.

La estrofa final me parece una genialidad y un magnífico broche.

Un beso.

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Marisa:

Por viajar entre estos versos.

Un beso enorme
Ana

[Julio Gonzalez Alonso]

Me apunto a este viaje, Ana, aunque sea sin retorno. Un abrazo, y Salud.

[Israel Liñán]

Ana me encantó el poema, y es que somos polvo de estrellas, pero si seguimos por el camino nos convertiremos en polvo a secas.

Un abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Me ha encantado este viaje místico-cósmico, todo el día encerrado en la Matrix no hay quien lo aguante. Aunque has puesto a los de Vega, te has olvidado de mis paisanos liranos, no obstante, ellos al quite, te mandan fraternales saludos. Una preciosidad de poema, me dicen, han quedado encantados, como yo, con tus letras. A estos también se unen los casiopeos. Engalanaría, si aún fuera posible, tu bello poema con música, vamos le pondría banda sonora, de los Kosmiche Curriers y los Popol Vuh de Florian Fricke.
Enhorabuena.

Besos.

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco mucho tus efusivas palabras, Alejandro.

Un beso
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Bueno... un viaje sin retorno es un poco peligroso ¿no?

Gracias por venir, Julio.

Un beso
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Hola Israel:

Estamos en un momento surrealista. ¿Cómo se pueden tener conversaciones de paz mientras se organiza un rearme?

Ojalá esto sea solo un mal sueño porque como sigamos así... mal camino llevamos.

Un abrazo
Ana

[Antonia Mauro]

Buenos días.

Siempre en el camino. Siempre buscando, aunque a veces lo único que encontremos sea nuestra propia sombra.

Cierto, nos encontramos en un momento realmente convulso..

Un saludo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ana
Yo como Julio, me apunto al viaje aunque no haya vuelta.
Un abrazo

[A. Satír]

Somos hijos del tiempo eonario
que olvidaron su rol en este juego.
Sabedores desde siempre
de que todo es un teatro de galaxias,
buscamos en la vida cotidiana
un fulgor escondido en las estrellas.

Venimos de las tribus de Antares,
de Vega, de Regulus, de Alnilam...
Somos seres antiguos
nacidos del silencio de obsidiana.

Ahora es el momento de elegir
la belleza de un mundo sumergido
en el sueño de todas las edades.

Somos vórtices de luces planetarias
que anhelan por las noches sin heridas
un futuro abierto
a la libertad de la conciencia.
Soltamos nuestra mente
en el viaje sideral de las sinapsis
que dormitan en axones
y dendritas
más allá de utopías
de las constelaciones en lo oscuro.

Y abrazamos la sombra
de las nebulosas encriptadas
en los genes más remotos.
En cuásares amamos
la evolución de nuestros cromosomas
a través de las épocas vibrantes
de una Historia integrada
en nuestras aventuras más atávicas.
Luchamos sin un límite
por el aprendizaje de los púlsares.

De Andrómeda traemos la luz cuántica,
de Orión el despertar de las memorias
de un cosmos atrapado en las clepsidras.

Hay una enana blanca que nos mira
en mitad del camino espectral.
Nos inspira a ser siempre protectores
de los niños que huyen de la guerra.

Hay una voz antigua y desterrada,
apátrida en su fuente universal,
que nos dicta al oído que las armas
solo engendran más armas
y una extinción masiva sin retorno.


Ana Muela Sopeña

Me gusta mucho tu analogía con el cosmos, de hecho en poemas antiguos has nombrado objetos de cielo profundo, me llama mucho la atención eso. Tengo mi telescopio, hago fotos del espacio, algo manejo en nombres y constelaciones, y leer poemas así me llena mucho. Además del mensaje y de los mensajes entrelíneas que son enormes, realmente te felicito. Te dejo una abrazo!

Satír.

[Ana Muela Sopeña]

Saludos a los liranos y a los casiopeos, Ramón:

Estaría muy bien poner algo de música al poema.

Yo pondría algo de Vangelis.

La verdad es que esta Matrix se nos está yendo de las manos.

Un beso enorme
Gracias por venir
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Antonia, por tu comentario:

Un beso grande
Ana