A los que me quisisteis, gracias...

[Jorge Salvador]

A los que me quisisteis, gracias,
aunque luego me odiárais más que a Franco;
sé muy bien que no os puse nada fácil
la labor de aguantarme,
que os fallé, que os mentí, que fui mezquino
y que jamás os supe hacer felices...

A los que me quisisteis -pocos-
sinceramente gracias
por entender mis miedos, mis miserias,
mi estupidez, mi orgullo, mis manías
y mi manera audaz de ser cobarde...

A los que me quisisteis, juro,
con la muerte a la vuelta de un descuido,
que os traté de entender para quereros
y lo logré en algunas ocasiones,
que aunque fueron las menos, algo fueron;
si al clarear no existo,
dejad que me devoren los gusanos
y usad a vuestro antojo mi recuerdo...

A los que me quisisteis, oye,
si os quedé a deber pasta, perdonadme,
ya os pagarán mis deudos;
a los que no tengáis nada que hacer el día de autos
os espero en la misa de mi entierro,
y no me entere yo que faltan flores
ni de broma en mi tumba...

[Ana Muela Sopeña]

Excelente forma de despedirse, Jorge:

Hay cierta ironía en cada verso.

Ha sido un placer leerte.

Felicidades
Un beso
Ana

[J. J. Martínez Ferreiro]

Siempre brillando en el desparpajo y el inteligencia poética.

Todo un placer de lectura, amigo Salvador.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Muy original, sarcástica y humorística manera de despedirse.

Me ha gustado.

Un abrazo.

[Jorge Salvador]

Excelente forma de despedirse, Jorge:

Hay cierta ironía en cada verso.

Ha sido un placer leerte.

Felicidades
Un beso
Ana

El placer ha sido mío, Ana. Muchas gracias por dejar tu huella en estos versos.
Un abrazo

[Jorge Salvador]

Siempre brillando en el desparpajo y el inteligencia poética.

Todo un placer de lectura, amigo Salvador.

Un abrazo.

Hola, amigo Ferreiro, se hace lo que se puede. Muchas gracias por apreciar el esfuerzo. Siempre un honor.
Abrazo grande de vuelta

[Jorge Salvador]

Muy original, sarcástica y humorística manera de despedirse.

Me ha gustado.

Un abrazo.

Al menos así quedará un buen recuerdo, no crees? A mí también me gustó verte, amigo.
Otro abrazo

[Armilo Brotón]

A los que me quisisteis, gracias,
aunque luego me odiárais más que a Franco;
sé muy bien que no os puse nada fácil

"Y, si a mi tumba, os acercáis de visita
el día de mi cumpleaños
y no os atiendo, esperadme, en la salita
hasta que vuelva del baño"
Sabina
Eres un buen poeta querido amigo. Has compuesto una canción muy al estilo de Sabina: lirismo urbano, irónico.
Voy a ponerle música y cuando te mueras, usted siempre primero por favor después de mí, te la canto en el sepelio, ahíto de jumillano.
El recurso anafórico "A los que quisisteis" es un gran acierto, pues establece ese tono confesional y próximo al lector, como si el poeta estuviera escribiendo una carta de despedida o un testamento emocional, cosa que genera el tono irónico general del poema, muy propio de tu voz poética. Versos como "aunque luego me odiárais más que a Franco" y "mi manera audaz de ser cobarde" añaden cierto toque de humor negro. No por todo ello deja de tener la obra un caracter serio, reflexivo y maduro; haces inventario de nuestras debilidades: “miedos, miserias, estupidez, orgullo, manías” y “manera audaz de ser cobarde”; quien esté libre de ellas que tire la primera pidra y propones aceptarlas sin ninguna mortificación innecesaria, no somos culpables de nada.
El ritmo es muy acorde con el mensaje, pausado, con base en el axis interno en sexta, pero sin una estructura métrica rígida como has propuesto en otras ocasiones, muy acorde al género epistolar que has pretendido irónicamente.
A esta canción no le falta un buen estribillo hermano.
¡Hostias, viva Franco! Si el caudillo estuviera aquí, "otro gallo nos cantaría".
Esto es lo que queria decirte maricón,
que te quiero mucho, que hoy estoy cariñosa.

[Marisa Peral]

A los que me quisisteis, gracias,
aunque luego me odiárais más que a Franco;
sé muy bien que no os puse nada fácil
la labor de aguantarme,
que os fallé, que os mentí, que fui mezquino
y que jamás os supe hacer felices...

A los que me quisisteis -pocos-
sinceramente gracias
por entender mis miedos, mis miserias,
mi estupidez, mi orgullo, mis manías
y mi manera audaz de ser cobarde...

A los que me quisisteis, juro,
con la muerte a la vuelta de un descuido,
que os traté de entender para quereros
y lo logré en algunas ocasiones,
que aunque fueron las menos, algo fueron;
si al clarear no existo,
dejad que me devoren los gusanos
y usad a vuestro antojo mi recuerdo...

A los que me quisisteis, oye,
si os quedé a deber pasta, perdonadme,
ya os pagarán mis deudos;
a los que no tengáis nada que hacer el día de autos
os espero en la misa de mi entierro,
y no me entere yo que faltan flores
ni de broma en mi tumba...

Pues con toda sinceridad, yo te quiero aquí.
En la ironía se descubre la inteligencia de las personas y la lealtad de los amigos.
Me ha gustado tu poema, mucho.
Y espero que esto sea una "no despedida"

Un abrazo fuerte.

[Jorge Salvador]

A los que me quisisteis, gracias,
aunque luego me odiárais más que a Franco;
sé muy bien que no os puse nada fácil

"Y, si a mi tumba, os acercáis de visita
el día de mi cumpleaños
y no os atiendo, esperadme, en la salita
hasta que vuelva del baño"
Sabina
Eres un buen poeta querido amigo. Has compuesto una canción muy al estilo de Sabina: lirismo urbano, irónico.
Voy a ponerle música y cuando te mueras, usted siempre primero por favor después de mí, te la canto en el sepelio, ahíto de jumillano.
El recurso anafórico "A los que quisisteis" es un gran acierto, pues establece ese tono confesional y próximo al lector, como si el poeta estuviera escribiendo una carta de despedida o un testamento emocional, cosa que genera el tono irónico general del poema, muy propio de tu voz poética. Versos como "aunque luego me odiárais más que a Franco" y "mi manera audaz de ser cobarde" añaden cierto toque de humor negro. No por todo ello deja de tener la obra un caracter serio, reflexivo y maduro; haces inventario de nuestras debilidades: “miedos, miserias, estupidez, orgullo, manías” y “manera audaz de ser cobarde”; quien esté libre de ellas que tire la primera pidra y propones aceptarlas sin ninguna mortificación innecesaria, no somos culpables de nada.
El ritmo es muy acorde con el mensaje, pausado, con base en el axis interno en sexta, pero sin una estructura métrica rígida como has propuesto en otras ocasiones, muy acorde al género epistolar que has pretendido irónicamente.
A esta canción no le falta un buen estribillo hermano.
¡Hostias, viva Franco! Si el caudillo estuviera aquí, "otro gallo nos cantaría".
Esto es lo que queria decirte maricón,
que te quiero mucho, que hoy estoy cariñosa.

Queridísimo amigo, has conseguido emocionarme con este impagable comentario que me dedicas. No creo ser merecedor de tales alabanzas, pero las acepto encantado porque sé que te salen del corazón.
Oye, será increíble estar ahí de cuerpo presente escuchándote cantar este poema, creo que sólo por darme ese gusto me moriré antes que tú, así que vete preparando la música.
Me ha encantado el análisis que haces del poema, siempre he dicho que saber leer poesía es incluso más difícil que escribirla, pero sin duda tú dominas ambas vertientes por igual, escribes de puta madre y sabes bucear en la lectura para el encontrar el hondo significado de los versos, cosas que para mí resulta muy difícil.
Gracias de todo corazón, yo también te quiero muchísimo y estoy deseando que vengas por aquí muy pronto para poder abrazarte y pedirte en matrimonio. Eres un tío muy grande, que lo sepas...
PD: Totalmente de acuerdo con lo del caudillo, pero mejor no gritarlo mucho por si eso...

[Jorge Salvador]

A los que me quisisteis, gracias,
aunque luego me odiárais más que a Franco;
sé muy bien que no os puse nada fácil
la labor de aguantarme,
que os fallé, que os mentí, que fui mezquino
y que jamás os supe hacer felices...

A los que me quisisteis -pocos-
sinceramente gracias
por entender mis miedos, mis miserias,
mi estupidez, mi orgullo, mis manías
y mi manera audaz de ser cobarde...

A los que me quisisteis, juro,
con la muerte a la vuelta de un descuido,
que os traté de entender para quereros
y lo logré en algunas ocasiones,
que aunque fueron las menos, algo fueron;
si al clarear no existo,
dejad que me devoren los gusanos
y usad a vuestro antojo mi recuerdo...

A los que me quisisteis, oye,
si os quedé a deber pasta, perdonadme,
ya os pagarán mis deudos;
a los que no tengáis nada que hacer el día de autos
os espero en la misa de mi entierro,
y no me entere yo que faltan flores
ni de broma en mi tumba...

Pues con toda sinceridad, yo te quiero aquí.
En la ironía se descubre la inteligencia de las personas y la lealtad de los amigos.
Me ha gustado tu poema, mucho.
Y espero que esto sea una "no despedida"

Un abrazo fuerte.

Gracias de todo corazón, Marisa, es un honor que te haya gustado este poema despedida que, dicho sea de paso, no es una despedida, el menos no por ahora. Andamos ya con una edad prudencial, pero esperemos que Dios nos dejé un ratito más por estos mundos suyos...
Un abrazo inmenso

[Joan Port]

Menuda mierda de poema, pero me ha encantado.

[Jorge Salvador]

Menuda mierda de poema, pero me ha encantado.

Pues vale

[Joan Port]

Gran poema, mierda por lo que nos envuelve , por lo que esperan de nosotros, gran poema!!!!.

[Jorge Salvador]

Gran poema, mierda por lo que nos envuelve , por lo que esperan de nosotros, gran poema!!!!.

Perdóname, Joan, no había entendido tú primer comentario, gracias por aclararlo. Te mando un abrazo, mi gratitud y mi afecto