
con culpa, y con firmeza,
una mezcla abocada a otra mezcla, sin nombre,
como pasa al nacer.
Son cosas del olvido, caprichos del sosiego
que silencian el drama,
los decibelios, cuando me cercioro
de que no soy capaz de gritar nada más hacia dentro.
No te veo en la luz, quizá por los pasillos ennegrecidos
deambule tu contraste, teñido de locura,
otro galimatías, otro cuerpo llegado de la nada,
con bocas de silencio,
con delirios y adornos, vida entre bastidores,
borracho de lujuria.
Ah, fantasmas tu mente y tu palabra,
ah, invisible tú, imposible tu amor.
Cuéntame si cambiar...
Si algo vale la pena...
Si tus fotografías...
Si tus labios hundidos en la carne...
Si la excusa es más fuerte que el perdón...
Dime tú, que me digan los que más te conocen...
Los que creen en ti...
Por lo sola que estás...
Por salir de tu mundo...
Cuál es tu plan de amor...
Yo...
No quiero más historias ni más ciencia ficción en mi mente...
No me pronunciaré más...
Que la realidad que se te viene encima.