Dulce y mimoso

[Ana Muela Sopeña]

A mi gato Suni que ya no está conmigo

Desgarrada me siento sin mi gato. Era dulce y mimoso como un sueño. Sus ojos de color verde clarito me miraban contentos cada hora y yo me derretía con sonrisas al comprobar su tenue ronroneo. Ahora se ha fugado a no sé dónde, a un paraíso blanco algo gatuno o a un portal invisible de mascotas. Me pregunto por qué tuvo que irse y no encuentro respuesta en el espejo. Mi gato era perfecto como un rey o un personaje alegre de un gran cuento. Le recuerdo muy suave, tibio y lindo envuelto en la belleza de la infancia. Ahora que no está no sé qué hacer. Quién me dará los mimos y el calor. Quién me dará sin tiempo el ronroneo. Quién será mi bebé dentro de un árbol. Cómo serán mis tardes y mis noches sin este gran señor con sus vibrisas. Su magia era infinita, siempre etérica. Lloro sin contención por este amigo que vuela ya sin cuerpo por el cosmos y conecta mi alma con galaxias escondidas en vórtices de quarks.


Ana Muela Sopeña

--------

El 29 de enero (hace 9 días) falleció mi querido gatito. Fue muy longevo. Vivió 19 años y 4 meses. Lo echo de menos. Era muy mimoso.

[Pilar Morte]

El que ha tenido un animal en casa, sea perro o gato, sabe lo que es desprenderse de él. Se les coge tanto cariño que cuesta no tenerlo cerca. Comprendo tu pena porque he pasado por eso.
Un abrazo grande y salud

[Ana García]

¡Cuánto lo siento, Ana! Tiene razón Pilar, los que hemos tenido un gatito en casa sentimos su abrumadora marcha. Puede que algún otro te encuentre. Yo creo que son ellos, nuestros amigos, los que nos buscan.
Un abrazo enorme, amiga mía.

[Ana Muela Sopeña]

Hola, Pilar:

Sí, se te meten en el corazón y te lo roban. Así son nuestras mascotas. Yo con este gatito tenía una enorme complicidad. Era dulce, mimoso, intuitivo y telépata.

Me siento triste sin él.

Un beso y gracias por venir
Ana

[Julio Bonal]

Telépata, vaya, por qué no? La vida en sus casi infinitas modalidades está interconectada siempre, celebrémoslo, como es el caso del poema.

Una abraçada.

[F. Enrique]

Comprendo tu tristeza, Ana, yo perdí a uno de mis gatos hace siete años y aún lo recuerdo y miro con una sonrisa triste sus fotografías. Era muy peculiar y requería nuestra atención constantemente, parecía un cachorro de perro en vez de un gato, uno de sus comportamientos suyos que más recuerdo era posarse en el teclado cada vez que yo escribía.

Escribes muy bien, Ana, y defines muy bien el amor que podemos derrochar por nuestras mascotas.

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias por venir, Ana:

Tú ya sabes lo que es esto si has tenido gatito.

Un beso
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Sí, Julio, gato telépata:

Cuando yo estaba anímicamente normal venía y ronroneaba un poco.

Pero cuando yo estaba mal (por un problema o por la muerte de un ser querido) venía, se ponía encima y ronroneaba durante horas.

Eso es telepatía...

Un beso
Ana

[enrique sanmol]

Entiendo muy bien tu dolor Ana... No hace mucho pasé por esa misma situación y el hueco que nos dejó la muerte de nuestro gato aún no está cerrado del todo.

Me atrevo a colgar aquí el poema que le dediqué en su momento.

Un fuerte abrazo y mucho ánimo.

Puertas cerradas

Todas las puertas abiertas hablan de ti.

La de la galería, sin embargo,
donde la caja de arena, ahora
permanece casi siempre cerrada.

Desapareció el cojín de la cocina
y los suelos de mármol
echan de menos pelusas y huellas.

Es silencio ahora cada mañana
y cada noche al acostarme
y ya no te llamo
y ya no me haces caso (¿cómo podrías?).

Y no estás, y estás, y no estás.

Me pregunto ahora si tanto enfado
por tu incontinencia tuvo sentido,
si no fui demasiado duro,
si no debiera haberte acariciado,
haberte rascado un poco más
en tus zonas más duras
(en tu cabeza, en tu columna)
para escuchar una vez más ese ronroneo.

Voy a cerrar las puertas

porque estás, porque no estás, porque estás.

[Ana Muela Sopeña]

Hola, F. Enrique:

Si has tenido gato comprendes perfectamente el cariño que dan. El vacío que dejan cuando se van. Lo mimosos que son.

Gracias por venir
Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Hola, Enrique:

Agradezco que hayas dejado aquí tu poema. Es precioso y está muy bien escrito.

Son tan perfectos que dejan un vacío imborrable.

Un fuerte abrazo
Ana

[Ramón Castro Méndez]

He tenido gatos ocasionalmente, por el verano, se nos colaban en casa. Los he conocido cariñosos y no tan cariñosos, cada cual con su personalidad, pero siempre haciéndose notar con su presencia. Terminas cogiéndoles cariño. Un bonito poema en recuerdo de tu gato.

Un abrazo grande.

[Alejandro Costa]

Yo no tuve directamente un gato. Sí, el que tenía mi suegro en el campo, Willy ¡Qué animal! ¡Qué encanto de bicho!

En mi familia sí tuvimos un perro. Vaya drama su muerte.

La fidelidad de estos animales, no es comparable con la del ser humano; por desgracia, no lo es.

Muy sentido y bien redactado este pequeño “homenaje”. Siento su pérdida, Ana.

Un beso.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Ramón, por brindarme tus palabras:

Es cierto. Hay gatos sociables y otros solitarios. Yo he tenido cuatro.

El primero era huraño.
El segundo intermedio.
El tercero cariñoso
El cuarto muy mimoso. Dulce como la miel.

Son una gran compañía en el hogar y su afecto es incondicional.

Gracias
Un beso
Ana

[E. R. Aristy]

A mi gato Suni que ya no está conmigo

Desgarrada me siento sin mi gato. Era dulce y mimoso como un sueño. Sus ojos de color verde clarito me miraban contentos cada hora y yo me derretía con sonrisas al comprobar su tenue ronroneo. Ahora se ha fugado a no sé dónde, a un paraíso blanco algo gatuno o a un portal invisible de mascotas. Me pregunto por qué tuvo que irse y no encuentro respuesta en el espejo. Mi gato era perfecto como un rey o un personaje alegre de un gran cuento. Le recuerdo muy suave, tibio y lindo envuelto en la belleza de la infancia. Ahora que no está no sé qué hacer. Quién me dará los mimos y el calor. Quién me dará sin tiempo el ronroneo. Quién será mi bebé dentro de un árbol. Cómo serán mis tardes y mis noches sin este gran señor con sus vibrisas. Su magia era infinita, siempre etérica. Lloro sin contención por este amigo que vuela ya sin cuerpo por el cosmos y conecta mi alma con galaxias escondidas en vórtices de quarks.


Ana Muela Sopeña

--------

El 29 de enero (hace 9 días) falleció mi querido gatito. Fue muy longevo. Vivió 19 años y 4 meses. Lo echo de menos. Era muy mimoso.

Ana, qué maravillosas vivencias con Suni! Qué honor y alegría compartir 19 años con él. Me tomó más de 20 años volver a adoptar un gatito (KitKat) desde la partida de Oreo, quien estuvo 17 años con nosotros. Te acompaño en tu sentimiento, querida Ana. Un fuerte abrazo