Llave del 4

[Julio Bonal]

¿Qué es una palabra, aire, golpe
de vacío, cuerda vocal en módulos,
saturado grito de chimpancé,
ficción, imago, algo, nada? Si uno se atiene
a ciertos obuses bucales habidos
aquí y allá, ahora y a deshora,
pareciera, el peso entero del sentido,
calderilla en los bolsillos
del Khan del mundo: primates, los seres,
pendientes del dedo que les indica: sube ahí,
baja, hop, una voltereta, muéstrame
los dientes sin rencor. La Ley,
cargada con el falo del que doma.
¿Qué mirar entonces si no hay palabra
que nos permita ver, que nos oriente al dónde,
que nos de a entender que eso
que nos padece se siente? Algo está ahí
sintiéndolo, cercándole el aire,
susurrándole que ver, sentir y ser, sólo son
si abren, ahora o después, sentido,
incluso si éste no tuviera, en un más cauto decir,
lugar ni momento aquí y ahora. Fuéramos,
sin palabra, ni tan siquiera una rarísima singularidad.

[Ramón Carballal]

Muy interesante tu poema, Julio. Esa dicotomía entre palabra o verbo y sentidos da para reflexionar y mucho sobre lo que es convención y lo que es esencia en los individuos. Me ha gustado y ha sido un placer leerlo. Abrazos.

[Marisa Peral]

Es lo que nos hace diferentes y únicos,
el maravilloso don de la palabra.
Y qué bien lo cuentas en este poema, Julio.
Gracias y enhorabuena.
Abrazos.

[Alejandro Costa]

Magnífico, estrafalario y original escrito.

Buen poema.

Me ha gustado.

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Desde luego no sé, Julio, cómo seríamos los humanos sin la palabra. Es difícil imaginarlo.

Me ha gustado tu propuesta porque nos hace reflexionar.

Felicidades
Un abrazo
Ana

[Pilar Morte]

El último punto resume el sentido del poema. Me gustó tu propuesta que, además, nos hace pensar.
Un abrazo grande y salud

[E. R. Aristy]

¿Qué es una palabra, aire, golpe
de vacío, cuerda vocal en módulos,
saturado grito de chimpancé,
ficción, imago, algo, nada? Si uno se atiene
a ciertos obuses bucales habidos
aquí y allá, ahora y a deshora,
pareciera, el peso entero del sentido,
calderilla en los bolsillos
del Khan del mundo: primates, los seres,
pendientes del dedo que les indica: sube ahí,
baja, hop, una voltereta, muéstrame
los dientes sin rencor. La Ley,
cargada con el falo del que doma.
¿Qué mirar entonces si no hay palabra
que nos permita ver, que nos oriente al dónde,
que nos de a entender que eso
que nos padece se siente? Algo está ahí
sintiéndolo, cercándole el aire,
susurrándole que ver, sentir y ser, sólo son
si abren, ahora o después, sentido,
incluso si éste no tuviera, en un más cauto decir,
lugar ni momento aquí y ahora. Fuéramos,
sin palabra, ni tan siquiera una rarísima singularidad.

Es un poema muy interesante. Poder articular es el antídoto para los traumas, pero guardar silencio es sabiduría. La telepatía es el único lenguaje que usa la frecuencia y la invasión y el mensaje que da en el blanco. Claro que eso es una incursión de xFiles. Y que al igual que la articulación es sujeto a las mentiras y la manipulación y la impartimos del miedo. Sin embargo, el sonido o el silencio de una verdad es entrañable, innegable. Me gustan tus incursiones en metafísica, en la humanidad y significados. Me gusta tu frondoso sendero inquisitivo en lo inexpugnable del ser. Un abrazo grande, Julio Bonal.