Los belenes se han perdido en las costuras de los pañales

[Alejandro Costa]

Cae la luz cuando al cielo le incomoda el paisaje,
las estrellas llaman a batalla
para combatir la sequedad de la visión convertida en oscuridad.

Y el niño se ilusiona,
sonríe buscando a su alrededor algo cómplice,
algo que le permita soñar,
descontar los días y esperar la bienaventuranza.

Los patios se esconden entre humedades y hollín,
las calles se arrinconan entre braseros de tea, anea y picón,
guantes de lana mugrienta con los dedos amputados,
manos de negra hornada,
sartén perforada, castañas asadas y mantas de negro linaje.

Calles desordenadas,
vacías cuando el frío ataca sin piedad,
la luz de unas bombillas desgastadas,
las casetas de madera con sus figuritas de barro,
el silencio durmiendo en la azotea,
la escarcha helada,
llorando en los adoquines desgastados,
mi calle callada, la suya adormecida,
la de ellos, entre cartones y ratas amigas.

Y los días pasan y las nubes no paran,
dicen que ya queda menos,
que casi ya está aquí,
y el niño mira y mira, vibra y vibra,
y tiembla de ilusión,
y se llena de esperanza.

Suenan zambombas, carracas, panderetas,
las calles se iluminan cuando el cielo se acuesta,
niños cantan villancicos,
la gente sonríe al ver el belén.

Abrazados en sueños, llegan a Nochebuena,
un trocito de pollo asado,
unas cuantas patatas,
sidra, algún polvorón, un trocito de turrón de cacahuete,
abrigos, bufandas, las doce menos diez,
misa de gallo.

Vuelta a casa, con visita al belén,
los reyes ya casi llegan,
la ilusión sigue viva,
y el rezo para que sepan que he sido bueno.

La noche de reyes nos envuelve entre viejas mantas,
sabanas de rayas y colchón de borra,
zapatos cosidos varias veces por el zapatero remendón
junto a la ventana,
a la espera del rey favorito y aquello que le pedí.

Amanece, pero al cielo aún le incomoda el paisaje.

Todo continua oscuro,
y junto a la ventana
tan solo se vislumbra la sombra de unos viejos zapatos.

Ahora me despierto con la calefacción encendida,
las luces de colores por toda la casa,
infinidad de regalos,
-apenas me hace falta nada-,
y una bata, unas zapatillas
y chocolate caliente para desayunar.

Junto a la ventana,
la sombra de unos viejos zapatos,
y la cara de un niño con lágrimas en los ojos.

A pesar de ello,
las arrugas ya nunca recuperarán aquella ilusión.

Los belenes se han perdido en las costuras de los pañales,
la Navidad nunca más volverá a ser aquella.

Tan solo nos quedan los recuerdos
y el sonido de una zambomba cuando cantábamos villancicos.

[Pascual Pérez]

Qué bonito este poema nostálgico, medio villancico medio balada navideña evocadora de la infancia. Y cómo me recuerda ciertas escenas y ambientes de los cuentos de Navidad de Dickens. Un abrazo, querido Alejandro!

[Ramón Carballal]

Nostálgico, entrañable y conmovedor. Excelente aportación a estas fechas navideñas. Un abrazo.

[Armilo Brotón]

¡Chacho Alejandro, qué trágico te pones a veces! ¿Me vas a joder la Navidad?
Yo, que soy de los que pienso que no todo pasado fue mejor la vivo con entusiasmo y lo que no existe me lo invento. La Navidad está en el corazón. Venga, unos tramusitos con jumillano y todo se ve mejor.
Abrazo amigo

[Marisa Peral]

Recuerdos imborrables de la infancia, nostalgia y sentimiento en este poema, Alejandro.

Un beso

[Julio Gonzalez Alonso]

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.…

A lo mejor no importa desconocer la respuesta; lo importante es tener la lucidez de hacerse la pregunta. Salud,

[Concha Vidal]

Felicidad para todos vosotros. Abrazos a tu hermano.
. MI mar y yo así lo deseamos.

[Ana Muela Sopeña]

Qué bien has explicado esa nostalgia de las Navidades de la infancia, Alejandro:

Un poema entrañable que apetece leer y leer.

Enhorabuena
Volveré
Un beso enorme
Ana

[Pilar Morte]

Un poema nostálgico y entrañable que nos trae tantos recuerdos.
Un abrazo grande y felices días

[E. R. Aristy]

Creo que lis niños que llegan a disfrutar de algo así, lo encuentran siempre aunque sea en un buen chocolate caliente. Captas todas las luces, los colores, los sabores los sonidos de la Navidad. Claro que hay nostalgia. Un abrazo cariñoso, Alejandro.

[Alejandro Costa]

Qué bonito este poema nostálgico, medio villancico medio balada navideña evocadora de la infancia. Y cómo me recuerda ciertas escenas y ambientes de los cuentos de Navidad de Dickens. Un abrazo, querido Alejandro!

Estoy contigo, Pascual.

Dudo que esto vuelva.

Un abrazo.

Felicidades.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Nostálgico, entrañable y conmovedor. Excelente aportación a estas fechas navideñas. Un abrazo.

Gracias, compañero.

Un fuerte abrazo.

Felices Fiestas.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

¡Chacho Alejandro, qué trágico te pones a veces! ¿Me vas a joder la Navidad?
Yo, que soy de los que pienso que no todo pasado fue mejor la vivo con entusiasmo y lo que no existe me lo invento. La Navidad está en el corazón. Venga, unos tramusitos con jumillano y todo se ve mejor.
Abrazo amigo

No soy trágico, Armilo, ni quiero hacerlo ver.

Es la fecha del año que más me gusta y que, por distintas circunstancias, este año no la llevo lo mejor que quisiera.

De todas formas no lo veo trágico, tan solo lo veo real.

Pero son distintas maneras de ver las cosas.

Un fuerte abrazo.

Felices Fiestas.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Recuerdos imborrables de la infancia, nostalgia y sentimiento en este poema, Alejandro.

Un beso

Tú lo has dicho, Marisa, imborrables.


Un beso.

Felices Fiestas.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.…

A lo mejor no importa desconocer la respuesta; lo importante es tener la lucidez de hacerse la pregunta. Salud,

Perdona, Julio, pero no entiendo nada del comentario.

Esto es un pasaje de un poema de Miguel Hernández que lo tengo como firma y que no tiene, evidentemente, nada que ver con la Navidad.

Ahora bien, si has querido esconder algo entre tus letras, no he sabido exprimirlas para entenderlo.

Sea como sea, un fuerte abrazo.

Felices Fiestas.

Salud, paz y felicidad.