El botijo

[Alonso Vicent]

EL BOTIJO
No sé si ustedes
conocen el botijo;
para los que no lo sepan
yo se lo explico.

El botijo es cual vasija,
es de barro y barrigudo,
con un asa y dos pitones,
uno gordo y otro enjuto.
Para calmarnos la sed
es un recipiente único,
refresca el agua que alberga,
se comparte el usufructo.
Cuando aprietan las calores
tenerlo a mano es un lujo.
Para beber no hay problema
cuando le coges el truco:
levantar, empinar codo
y apuntar pitón enjuto
al redondel de la boca
abierta para este asunto.
Si se mojan la pechera
es que no entrenaron mucho.
Aunque estemos en invierno,
creo el romance oportuno.

Anímense este verano,
ahorren y compren uno;
para calmarnos la sed,
para aliviar el reflujo,
como el botijo de barro
no busquen que no hay ninguno.
https://i0.wp.com/efe.com/wp-content/up ... 1278&ssl=1

[Pilar Morte]

Yo he bebido de él en el pueblo durante el verano. Me gustó mucho leerte este rítmico poema. La foto está genial.
Un abrazo grande y felicidad

[Alejandro Costa]

Original, simpático y fresco este romance que nos dejas.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Marisa Peral]

¡Qué buen invento y qué bien lo dibujas!

No es fácil beber del botijo sin darse una mini ducha, jajaja
En mi Patio siempre hay botijo y también porrón, que es más ligero y facilita el aprendizaje.

Me encanta leerte, Alonso, gracias por compartir tus poemas,

Un abrazo.

[Armilo Brotón]

¡Qué buen invento y qué bien lo dibujas!

No es fácil beber del botijo sin darse una mini ducha, jajaja
En mi Patio siempre hay botijo y también porrón, que es más ligero y facilita el aprendizaje.

Me encanta leerte, Alonso, gracias por compartir tus poemas,

Un abrazo.

Hermana Marcisa de las Mercedarias romanas que conquistaron Sefarad, tierra de conejos, no va con segundas, con sudor y lágrimas: ¡Lo que te gusta el drinqui, sor! El notable teólogo Alonso hablando de agua desde su monasterio y tú lo calientas con el porrón de vino, ¡qué ingrata!

Un beso amiga

[Armilo Brotón]

¡Qué intensa emoción me ha creado este bello poema Alonso!
Me has trasladado a Orihuela con mi padre. Ese botijo de barro, la bota de vino y la fiambrera eran parte de nuestra vida en el campo. Lo dejábamos bajo un pino mientras acompañaba a mi papá labrando con una mula y un arado romano.
¡Cómo pasa el tiempo amigo!
Un abrazo haste ese, mi otro con tu permiso, monasterio.
Bendiciones

[Marisa Peral]

¡Qué buen invento y qué bien lo dibujas!

No es fácil beber del botijo sin darse una mini ducha, jajaja
En mi Patio siempre hay botijo y también porrón, que es más ligero y facilita el aprendizaje.

Me encanta leerte, Alonso, gracias por compartir tus poemas,

Un abrazo.

Hermana Marcisa de las Mercedarias romanas que conquistaron Sefarad, tierra de conejos, no va con segundas, con sudor y lágrimas: ¡Lo que te gusta el drinqui, sor! El notable teólogo Alonso hablando de agua desde su monasterio y tú lo calientas con el porrón de vino, ¡qué ingrata!

Un beso amiga.


Es de las "Mercenarias" y hablando del drinqui, no olvides que yo desciendo de La Rioja, tierra de vino y juglares y cuna de las lenguas castellana y vasca.

https://www.larioja.com/la-rioja/seis-p ... -ntvo.html

A la Paz de Dios, hermano.
Un beso.

[Armilo Brotón]

Marciña que me estás liando con tu verborrea. Yo, a estas alturas, no sé cuál de las dos te hace más feliz, si la del norte o la del sur.
Entre el porrón y el botijo hay notables diferencias: uno lo tiene corto y ancho y otro largo y estrecho.

[Marisa Peral]

Marciña que me estás liando con tu verborrea.

Yo creo que al que le estamos quitando protagonismo es a nuestro compañero Alonso Vicent y a su acertado poema.
Así que, mejor dejamos aquí nuestra “verborrea”

Un beso, amigo.

[Concha Vidal]

Esto sólo se le ocurre a alguien que vive entre naranjos y es mediterráneo.
Genial...¡¡ ni te imaginas la tiricia que me da el botijo por Dios¡¡¡

Abrazos mediterráneos. El domingo de ruta en Jesús Pobre.

[Ana García]

Hace mil años que no bebo del botijo. A buen seguro que me calo. Es menester la vuelta a la práctica. Si es que en mi mini-casa no cabe tal prenda.
Desde que vendimos la casa del pueblo no tenemos estas buenas costumbres. Menos mal que tu poema refresca.
Me hiciste reír.
Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Impagable este utensilio, sencillo y eficaz. Ahora, junto a un par de porrones, descansa como cosa ornamental y para asombro de futuros nietos en su repisa, pero en mi infancia no dejó de ser muy útil, sobre todo en aquellos días de trilla al sol de los meses de agosto. Muy agradecido por el romance, estrofa que le va muy bien al botijo. Salud.

[Alonso Vicent]

Yo he bebido de él en el pueblo durante el verano. Me gustó mucho leerte este rítmico poema. La foto está genial.
Un abrazo grande y felicidad

Llenita tengo la casa de la aldea de botijos, y en el refugio de primaveras y veranos aún me encuentro algunos entre las puedras cuando reconstuyo calzadas o desbrozo los caminos. Por algo se llama esta última "El barranco de los Cantaricos".
Un gran abrazo, Pilar, de parte de este cerril de azadas y botijos.

[Alonso Vicent]

Original, simpático y fresco este romance que nos dejas.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Es lo que hay y hubo, podemos aún aprovecharnos de las ventajas del ayer y su analógica y comprobada eficacia.
Un abrazo, Alejandro, de vuelta de los campos con una plástica garrafa de agua que lleno en la fuente de la plaza de la aldea, para la cuadrilla... ya nos cambiaron los tiempos.

[Alonso Vicent]

¡Qué buen invento y qué bien lo dibujas!

No es fácil beber del botijo sin darse una mini ducha, jajaja
En mi Patio siempre hay botijo y también porrón, que es más ligero y facilita el aprendizaje.

Me encanta leerte, Alonso, gracias por compartir tus poemas,

Un abrazo.

Caray, porrón no tengo ninguno por casa, pero también los he probado y los apruebo en cualquier botiquín de primeros y segundos auxilios. En el campo solemos ponerle una caña a la botella de vino, y el resultado a la hora de beber es parecido al del botijo o el porrón. Pero si no aciertas mancha más, je, je.
Un abrazo, Marisa, de patio a patio.