Lamentos

[Alejandro Costa]

Quisiera que, al decir adiós,
no se escucharan lamentos.

La lluvia tan solo es mensajera
de la tristeza del cielo,
las lágrimas,
el desencanto del alma,
el dolor de un corazón herido
y el silencio de un cuerpo.

Ya nada se apiada de la mente,
nada suplanta la locura interna,
el remanso de un río es un sonido de ayer
como aquel canto de jilguero,
que daba los buenos días
cuando la imagen dibujaba una sombra en el asfalto.

Era ayer cuando se anidaba la luz,
cuando la piel brillaba cual porcelana
y el otoño ofrecía su alfombra seca en señal de cortesía.

Hoy, la mente se acobarda,
la piel se arruga demasiado aprisa
y solo se escuchan lamentos.

Tan solo me queda decir adiós y callarlos.

[Marisa Peral]

Hoy tu poema es muy triste, Alejandro, parece una irremediable despedida.
El tiempo se va pero, a pesar de las arrugas el que manda es el corazón y el coraje para seguir adelante.
Tus versos me han dejado muy tocada.

Ánimo y besos.

[Ana García]

A veces tenemos esos días, verdad?
Cachis!
Pero a pesar de esa tremenda tristeza que nos transmites, es de una belleza singular. Debe ser porque el escritor es una bellísima persona.
Vamos a acallar esos lamentos, que hoy no toca.
Un fuerte abrazo, amigo mío.

[Ara López]

Qué tristeza tan grande, Alejandro... Aunque al final nos dejas esa fuerza para respirar profundo y seguir.

Un gran abrazo.

[Pilar Morte]

Un poema triste pero real, solo que te has adelantado en el tiempo. Tienes que escribir, todavía, muchos poemas buenos como éste. Me gustaron tus versos.
Un abrazo grande y felicidad

[E. R. Aristy]

Quisiera que, al decir adiós,
no se escucharan lamentos.

La lluvia tan solo es mensajera
de la tristeza del cielo,
las lágrimas,
el desencanto del alma,
el dolor de un corazón herido
y el silencio de un cuerpo.

Ya nada se apiada de la mente,
nada suplanta la locura interna,
el remanso de un río es un sonido de ayer
como aquel canto de jilguero,
que daba los buenos días
cuando la imagen dibujaba una sombra en el asfalto.

Era ayer cuando se anidaba la luz,
cuando la piel brillaba cual porcelana
y el otoño ofrecía su alfombra seca en señal de cortesía.

Hoy, la mente se acobarda,
la piel se arruga demasiado aprisa
y solo se escuchan lamentos.

Tan solo me queda decir adiós y callarlos.

Dentro de su austera tristeza, tu poema es bello, Alejandro. Un fuerte abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Una triste despedida la que plasmas aquí, Alejandro:

Siempre tus versos son elegantes.

Un beso grande
Ana

[Ramón Castro Méndez]

Un muy hermoso poema sobre la tristeza y el ir haciendose mayor.
Enhorabuena.. Me ha gustado mucho el poema
Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Teñido de melancolía este bello poema. Los que tenemos ya algunos años nos identificamos y mucho con tu poesía, siempre brillante. Un abrazo.

[Pascual Pérez]

Quisiera que, al decir adiós,
no se escucharan lamentos.

La lluvia tan solo es mensajera
de la tristeza del cielo,
las lágrimas,
el desencanto del alma,
el dolor de un corazón herido
y el silencio de un cuerpo.

Ya nada se apiada de la mente,
nada suplanta la locura interna,
el remanso de un río es un sonido de ayer
como aquel canto de jilguero,
que daba los buenos días
cuando la imagen dibujaba una sombra en el asfalto.

Era ayer cuando se anidaba la luz,
cuando la piel brillaba cual porcelana
y el otoño ofrecía su alfombra seca en señal de cortesía.

Hoy, la mente se acobarda,
la piel se arruga demasiado aprisa
y solo se escuchan lamentos.

Tan solo me queda decir adiós y callarlos.

Muy bello poema melancólico!! La verdad es, Alejandro, que a veces dan ganas de apartarse de todo y de todos en este mundo. Un abrazo!

[Alejandro Costa]

Hoy tu poema es muy triste, Alejandro, parece una irremediable despedida.
El tiempo se va pero, a pesar de las arrugas el que manda es el corazón y el coraje para seguir adelante.
Tus versos me han dejado muy tocada.

Ánimo y besos.

Triste, probablemente, pero no es de mi persona.

Soy un enamorado de Miguel Hernández, ¿recuerdas muchos poemas de felicidad de Miguel?

Es mi estilo de poesía, espero que no lo vean demasiado repetitiva mi forma de poetizar.

Gracias.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

A veces tenemos esos días, verdad?
Cachis!
Pero a pesar de esa tremenda tristeza que nos transmites, es de una belleza singular. Debe ser porque el escritor es una bellísima persona.
Vamos a acallar esos lamentos, que hoy no toca.
Un fuerte abrazo, amigo mío.

¿Esos días?

No, Ana, pueden haberlos, normalmente casi siempre, pero yo no pienso en ello y trato de vivir con el mayor humor, tratando de tirar del carro con una sonrisa.

Para tu información, aún me río mucho.

Eres un encanto, una genial persona y desde esta red te diré que siento tu cariño.

Un besazo, corazón.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Qué tristeza tan grande, Alejandro... Aunque al final nos dejas esa fuerza para respirar profundo y seguir.

Un gran abrazo.

¿Tristeza? No, Ara, tan solo una manera de poetizar.

Soy hernandiano, difícil es que no escriba triste.

Un besazo, corazón.

Espero y deseo, te encuentres bien.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Un poema triste pero real, solo que te has adelantado en el tiempo. Tienes que escribir, todavía, muchos poemas buenos como éste. Me gustaron tus versos.
Un abrazo grande y felicidad

Espero y deseo seguir haciéndolo.

Gracias, Pilar.

Siempre tan amable.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Armilo Brotón]

Interpreto este poema como un canto de esperanza —decir adiós a los lamentos—, hacer prevalecer sobre la realidad, a veces dura, la ilución por despertarse mañana y ver el sol.
Un abrazo amigo Alejandro, feliz día