Esta noche

[Francisco Lobo]

En verdad que tu poema me parece magnífico. Uno, que ya pinta muchos años, siente aprehensión hacia los símbolos de la muerte, por lo que la calavera que preside tus trabajo... Como verás, por un comentario que te hago en privado, no entro mucho en el foro: el motivo es no tener que alabar poemas que me parecen deleznables. No sé ni adular ni mentir. Si digo lo que pienso, me busco enemigos; sin no comento por no criticar un trabajo como malo, también. Un abrazote. Paco.

[Ramón Carballal]

Hola Ramón
A traves de lo cotidiano enlazamos con el hilo del amor. No importa que sea actual o pasado.
Un abrazo

Gracias, Carmen, por leer y comentar. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Ensoñación, antesala del descanso. Las palabras bordan el tapiz del sueño. Hermoso poema, muy delicado con las palabras escogidas. Un gusto leerte. Gracias por compartir, Ramón.

Un abrazo.

Gracias a ti, Raúl, por la lectura y el comentario que dejas. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Toca el poema la sensible y frágil pervivencia del amor con un dolor contenido. El verso de cierre es hermosamente definitivo. Un abrazo, Ramón. Salud.

Gracias, Julio por leer y comentar. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Y la vida sigue, con lo pasado enraizándose en la palabra.
Me encantó el poema cuando lo leí por primera vez, y a él vuelvo.
Un saludote, Ramón, ya de paso.

Gracias, Alonso, por tus palabras y por el rescate de este poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

En verdad que tu poema me parece magnífico. Uno, que ya pinta muchos años, siente aprehensión hacia los símbolos de la muerte, por lo que la calavera que preside tus trabajo... Como verás, por un comentario que te hago en privado, no entro mucho en el foro: el motivo es no tener que alabar poemas que me parecen deleznables. No sé ni adular ni mentir. Si digo lo que pienso, me busco enemigos; sin no comento por no criticar un trabajo como malo, también. Un abrazote. Paco.

Es una calavera y a la vez un espejo, si te fijas bien en el avatar. Cada cuál lo puede interpretar a su manera. Me alegra que te haya gustado el poema, y entiendo y respeto lo que expresas en el resto del comentario. Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Podría decirte que la alegría es una rosa que se desangra en el viento,
podría, quizá, entornar los ojos desde el soliloquio de la bruma solo para
que fueras real en mi pupila, podría bajo los pórticos adormecer tus cabellos
como entonces lo hice con los anulares tocando el rubio candil de tus hebras,
deslizándose por la lacia red que se enrosca a mis uñas como un látigo de amor,
como un hilo que me atase a tu ardid con la voz de una niña buena.
Pero yo quería hablar de por qué el ácido del deseo no puso raíz
en tu sombra cuando la palabra, con su luna de fugaz arpegio,
te cubrió de amanecer y la luz como un diluvio incandescente
mojó nuestra piel aterida de ansias, sin que abril llegara con la flor
ambigua del miedo a posarse en las hojas de un árbol que fue humedad
de lluvia fértil sobre el pálpito de aquel eco que aún retumba y no calla.
Esta noche la memoria se viste de ti y no deja pasar a la vida.

Percibo un fino erotismo, un poema a la amada, a su ausencia y al recuerdo de su presencia. Bello y velado como una novia en el altar. Siempre es un placer estético, intelectual, poético, leerte Ramón. Abrazos

[Ramón Carballal]

Podría decirte que la alegría es una rosa que se desangra en el viento,
podría, quizá, entornar los ojos desde el soliloquio de la bruma solo para
que fueras real en mi pupila, podría bajo los pórticos adormecer tus cabellos
como entonces lo hice con los anulares tocando el rubio candil de tus hebras,
deslizándose por la lacia red que se enrosca a mis uñas como un látigo de amor,
como un hilo que me atase a tu ardid con la voz de una niña buena.
Pero yo quería hablar de por qué el ácido del deseo no puso raíz
en tu sombra cuando la palabra, con su luna de fugaz arpegio,
te cubrió de amanecer y la luz como un diluvio incandescente
mojó nuestra piel aterida de ansias, sin que abril llegara con la flor
ambigua del miedo a posarse en las hojas de un árbol que fue humedad
de lluvia fértil sobre el pálpito de aquel eco que aún retumba y no calla.
Esta noche la memoria se viste de ti y no deja pasar a la vida.

Percibo un fino erotismo, un poema a la amada, a su ausencia y al recuerdo de su presencia. Bello y velado como una novia en el altar. Siempre es un placer estético, intelectual, poético, leerte Ramón. Abrazos

Gracias, ERA, por tus amables palabras y por rescatar este poema. Un abrazo, amiga.