Paseo por el amor y la muerte

[Ramón Castro Méndez]

Imagina la muerte
como un pájaro que el tiempo destruye,
o una noche vacía y ya vencida.
La noche como un sueño interminable
a la sombra de un somnífero y esa ceguera
en forma de ceniza. Acaso la orfandad
que hemos heredado.
Hay torres que caen sobre el espejo convexo
de los labios, borrosa caligrafía en la lejanía
de las selvas, y la tarde que se hace
cosecha ardiendo.
Yo te cubro, entonces, con mis versos,
y te digo amor mientras escribo,
y mi corazón cambia de sitio
porque mi tacto piensa que te has ido.
Si aún sigues aquí, hazme una señal que yo entienda,
muéstrate en tu sombra de coral y anclas,
y quiébrame por mi costado por donde ha de manar
el agua. Que mis palabras no se queden al borde
de tu olvido ni tu mirada dibuje sombras de ausencia.
Hay días que me siento más cerca de tu alma,
que me llama por mi sangre. Sé tú el pecho
que me colme, el latido que me empuje,
la mano que me construya, el sepulcro que me acoja.

[F. Enrique]

Ya el título crea grandes expectativa y una vez que has leído el poema das por cierto que se cumplen, vaya si se cumplen. Te has lucido, Ramón; me alegro mucho.

Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

No podías habernos acercado mejor a esos días que se cuelan por tus versos; y, además, de manera magistral. Me ha gustado mucho, Ramón. Abrazo y salud.

[E. R. Aristy]

Imagina la muerte
como un pájaro que el tiempo destruye,
o una noche vacía y ya vencida.
La noche como un sueño interminable
a la sombra de un somnífero y esa ceguera
en forma de ceniza. Acaso la orfandad
que hemos heredado.
Hay torres que caen sobre el espejo convexo
de los labios, borrosa caligrafía en la lejanía
de las selvas, y la tarde que se hace
cosecha ardiendo.
Yo te cubro, entonces, con mis versos,
y te digo amor mientras escribo,
y mi corazón cambia de sitio
porque mi tacto piensa que te has ido.
Si aún sigues aquí, hazme una señal que yo entienda,
muéstrate en tu sombra de coral y anclas,
y quiébrame por mi costado por donde ha de manar
el agua. Que mis palabras no se queden al borde
de tu olvido ni tu mirada dibuje sombras de ausencia.
Hay días que me siento más cerca de tu alma,
que me llama por mi sangre. Sé tú el pecho
que me colme, el latido que me empuje,
la mano que me construya, el sepulcro que me acoja.

Belleza en su absoluta liberación. Una entrega inspirada e inspiradora. Abrazos, Ramón Castro Méndez.

[Marisa Peral]

Leo excelencia en estos versos sentidos y entregados, un hermoso paseo por el amor, sin duda, también por la vida, porque para llegar a morir, antes hay que vivir
Me ha gustado mucho. Ramón, mucho.

Felicidades y un abrazo fuerte.

[Pilar Morte]

Magnífico recorrido por el amor y la muerte. Todo un logro poético para disfrutar de buena poesía. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

[Alejandro Costa]

Imagina la muerte
como un pájaro que el tiempo destruye,
o una noche vacía y ya vencida.
La noche como un sueño interminable
a la sombra de un somnífero y esa ceguera
en forma de ceniza.

Estos versos del comienzo ya te invitan a saber lo que te vas a encontrar.

Maravillosas imágenes, llenas de sentimiento, amor y metáforas.

Y he paseado entre ellas con sumo placer.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Armilo Brotón]

¡Qué romántico eres bro! Más Eros que Thanatos, me conquistaste por versos así de sentidos, así de bien escritos. Así, terminamos maricones perdidos en el Corumelo cuando te admitimos de monje, cuando tu julajó nos recordaba la órbita de los planetas alrededor del amor, tu anhelo y el nuestro. Es una suerte, y un gran plus para el monasterio por las novicias, como palomas de fuego que nos peregrinan los notables, contar con tu adhesión incondicional, pues nosotros no sabemos cantar la dicha eterna como tú lo haces.
Abrazotote con un piquito querido Frodimir

[F. Enrique]

Si Armilo te dice que es un grandísimo poema no hay duda posible.

Un abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ramón
A mi también me parece un gran poema.
Ese paseo por el amor y la muerte.
Un abrazo

[Ramón Carballal]

Un poema muy hermoso y muy bien escrito. Felicidades, tocayo y un abrazo.

[Armilo Brotón]

No te pongas celosona, bien sabes que tú eres la primera aunque te engañaría con cualquiera.
Abrazotote bro

[Julio Bonal]

Labios cayendo sobre el espejo, sombras de ceniza..., hay un hallazgo de imágenes que se precipitan en el verso para dar forma a loq eu, por definición?, hubiera de ser inexpresable. Esta lucha cuerpo a cuerpo con la palabra es lo que conduce a algo, no sé si al sentido, pero sí a la expresión fuerte de algo y no sólo al recreo formal. Densidad fluida que envuelve al lector. Muy bueno.

Una abraçada.

[Ramón Castro Méndez]

Ya el título crea grandes expectativa y una vez que has leído el poema das por cierto que se cumplen, vaya si se cumplen. Te has lucido, Ramón; me alegro mucho.

Un abrazo.

El título del poema está sacado, o tomado prestado, de una película de John Houston, creo, del mismo título. Como ya hace muchos años que la vi, no la recuerdo muy bien. Tengo que revisarla. Pero me había gustado mucho, debía tener yo entonces unos 17 o 18 años, si mal no recuerdo. La vi en uno de aquellos cines que se denominaban de arte y ensayo, Palladium, que, lógicamente, ya desapareció. La desaparición de salas de cine, puedo casi decir que ha sido algo que me ha ido marcando. Ahora en plena ciudad no hay ninguna, tienes que desplazarte a un centro comercial en las afueras de Oviedo. Yo suelo echar mano a un canal de Youtube donde se programa bastante cine clásico, desde "Metrópolis" hasta "La fiera de mi niña".

Gracias, F.Enrique.

Un abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

No podías habernos acercado mejor a esos días que se cuelan por tus versos; y, además, de manera magistral. Me ha gustado mucho, Ramón. Abrazo y salud.

Muchas gracias, Julio, celebro que te hayan gustado estas letras.

Un abrazo y salud.