Volver (tango estrangulado)

[Ramón Castro Méndez]

De "Las razones de la sacavera" (*)
Para Armilo Brotón de Nilo Borbotón
(*) sacavera: salamandra en asturiano.

Volver porque todas las señales salen a mi encuentro.
Soy también memoria y los recuerdos desfilan siendo su voz primera.
He visto en el espejo de ayer una imagen de mí con un temblor
en la mirada, mis ojos regresando al inicio de ese cielo de coral tibio,
aunque se agiten los sentidos entre la nausea y un pésame,
pero siempre hay un latido que persiste como vieja mancia.
Las calles me llaman desde el silencio recogido de las aceras,
y hay presentidos aromas de la infancia elevándose en el aire.
Sé que la vida es viajera hasta perderse, y busca del destino
la buena estrella.
Una ciudad recibe mis pasos con sus puertas entreabiertas
y sé que bastan unas pocas palabras reivindicando heridas
de otro tiempo para que nada tenga más memoria que la ausencia.
Un coro de olas como antorchas enfrentan la oscuridad
en las paredes mudas que me devuelven a los viejos edificios,
ahora casi transparentes. Los bares me reciben con la púrpura
abierta de sus branquias y me muestran su botín de ánforas
y anclas. Princesas que vienen de Abisinia encienden la noche
como ríos de escamas plateadas, y la noche, que mira hacia adentro
para despeñarse como un párpado al apagarse la última luz
del cielo, es un barco en alta mar.
Me pregunto si el mundo, siempre demasiado grande, se vuelve
ahora más pequeño al sumergir mis pensamientos en un vaso
de cerveza, y doy vuelta a los mapas, el norte es el sur
sin la penumbra bajo el vuelo de los gansos de nieve, y hay ciudades
que pasan de largo, paisajes de fiebre salina donde el agua es un país
vacío, pero el corazón siempre me aprieta a volver.
Una súplica arrastrada por la nostalgia y la melancolía de pájaros
que caen desde inmutables ventanas cautivos del vértigo
que atraviesa un mar sepultado bajo fallidos acordes en que la luz
quiebra su sentencia.
Regresar´será como volver a lo que fui: silueta transparente de puro azar
sustentada por el peso de mi insignificancia y con una impertérrita fe
en el blanco sol de las noches.
Volver, sí, pero como dice el tango.

[Marisa Peral]

Gran poema, Ramón, como todos a los que nos tienes acostumbrados.
Me alegro muchísimo de este “Volver” y espero que esta vez, la estancia sea más larga.
Felicidades por el poema y un abrazo muy fuerte.

[E. R. Aristy]

De "Las razones de la sacavera" (*)
Para Armilo Brotón de Nilo Borbotón
(*) sacavera: salamandra en asturiano.

Volver porque todas las señales salen a mi encuentro.
Soy también memoria y los recuerdos desfilan siendo su voz primera.
He visto en el espejo de ayer una imagen de mí con un temblor
en la mirada, mis ojos regresando al inicio de ese cielo de coral tibio,
aunque se agiten los sentidos entre la nausea y un pésame,
pero siempre hay un latido que persiste como vieja mancia.
Las calles me llaman desde el silencio recogido de las aceras,
y hay presentidos aromas de la infancia elevándose en el aire.
Sé que la vida es viajera hasta perderse, y busca del destino
la buena estrella.
Una ciudad recibe mis pasos con sus puertas entreabiertas
y sé que bastan unas pocas palabras reivindicando heridas
de otro tiempo para que nada tenga más memoria que la ausencia.
Un coro de olas como antorchas enfrentan la oscuridad
en las paredes mudas que me devuelven a los viejos edificios,
ahora casi transparentes. Los bares me reciben con la púrpura
abierta de sus branquias y me muestran su botín de ánforas
y anclas. Princesas que vienen de Abisinia encienden la noche
como ríos de escamas plateadas, y la noche, que mira hacia adentro
para despeñarse como un párpado al apagarse la última luz
del cielo, es un barco en alta mar.
Me pregunto si el mundo, siempre demasiado grande, se vuelve
ahora más pequeño al sumergir mis pensamientos en un vaso
de cerveza, y doy vuelta a los mapas, el norte es el sur
sin la penumbra bajo el vuelo de los gansos de nieve, y hay ciudades
que pasan de largo, paisajes de fiebre salina donde el agua es un país
vacío, pero el corazón siempre me aprieta a volver.
Una súplica arrastrada por la nostalgia y la melancolía de pájaros
que caen desde inmutables ventanas cautivos del vértigo
que atraviesa un mar sepultado bajo fallidos acordes en que la luz
quiebra su sentencia.
Regresar´será como volver a lo que fui: silueta transparente de puro azar
sustentada por el peso de mi insignificancia y con una impertérrita fe
en el blanco sol de las noches.
Volver, sí, pero como dice el tango.

Evocador y bello sentir en aros de ese " sol blanco "de la noche"
. Es deciir, despreocupado y en plena presencia. Te felicito por tan bella obra, además dedicado a Miguel, un lujo! Felicidades, Ramón Castro Méndez

[Armilo Brotón]

A borbotones te han salido un montón de sugerentes imágenes que vas enlazando con maestría de orfebre. Este cuasi tango con reminiscencias de tu querido blues, me ha hecho recordar esos paseos que tanto extraño por las ciudades; andando solo, observando el devenir entre el humo de un cigarro en el parque y el olor a cerveza de los bares. Tiempo de reflexión sobre el pasado que a veces pensamos fue mejor.
No te me irás a volver arrabalero, hermano Nilo, aunque las nieves del tiempo plateen tu sien. Pero siempre es bueno, hasta conveniente, echar una mirada al pasado aunque solo sea para darse uno cuenta de que todo se repite, aunque sea para no caer en los mismos errores, como cantaba otro grande: José Alfredo Jiménez.
Gracias, querido Nilo Borbotón, por dedicarme tan bello poema. Dios te lo pague con una rotunda abisinia, princesa de ébano que te alivie de las penas políticas que te asedian.

Un abrazotote y felicidades por esa inspiración que te empreña.

[Pilar Morte]

Me encanta este poema, además me identifica y me trae recuerdos de nostalgia feliz y dolor de ausencias.
Disfruto mucho tus poemas. Felicidades para tí y para tu hermano de alma.
Un abrazo grande y felicidad con tus recuerdos

[Ramón Castro Méndez]

Gran poema, Ramón, como todos a los que nos tienes acostumbrados.
Me alegro muchísimo de este “Volver” y espero que esta vez, la estancia sea más larga.
Felicidades por el poema y un abrazo muy fuerte.

Muchas gracias, querida Marisa por acercarte a este poema. He pasado una larga travesía del desierto, pero la poesía siempre está ahí, siempre está en mi cabeza, aunque, a veces, se niega a salir. Por otra parte, he estado ordenándome la vida, a pelo, sin resilencias ni esas tonterías, como un paisano duro, de los de antes. Ni siquiera ecofriendly. Ecofriendly era el paisano que tiraba en invierno para el puerto para pasarlo allí en compañía de cincuenta vacas y dos perros pastores, tabaco de liar, una navaja, un plato de latón y una maquinilla de afeitar de aquellas que ya no hay y hacía algún queso, aunque fuera de afuega el pitu y no de cabrales. En cuanto a lo de las estancias, a veces necesito un descanso para coger impulso y volver. Gracias, de nuevo, amiga por estar ahí siempre. Disculpa por el mitin.

Un abrazo grande

[Ramón Castro Méndez]

De "Las razones de la sacavera" (*)
Para Armilo Brotón de Nilo Borbotón
(*) sacavera: salamandra en asturiano.

Volver porque todas las señales salen a mi encuentro.
Soy también memoria y los recuerdos desfilan siendo su voz primera.
He visto en el espejo de ayer una imagen de mí con un temblor
en la mirada, mis ojos regresando al inicio de ese cielo de coral tibio,
aunque se agiten los sentidos entre la nausea y un pésame,
pero siempre hay un latido que persiste como vieja mancia.
Las calles me llaman desde el silencio recogido de las aceras,
y hay presentidos aromas de la infancia elevándose en el aire.
Sé que la vida es viajera hasta perderse, y busca del destino
la buena estrella.
Una ciudad recibe mis pasos con sus puertas entreabiertas
y sé que bastan unas pocas palabras reivindicando heridas
de otro tiempo para que nada tenga más memoria que la ausencia.
Un coro de olas como antorchas enfrentan la oscuridad
en las paredes mudas que me devuelven a los viejos edificios,
ahora casi transparentes. Los bares me reciben con la púrpura
abierta de sus branquias y me muestran su botín de ánforas
y anclas. Princesas que vienen de Abisinia encienden la noche
como ríos de escamas plateadas, y la noche, que mira hacia adentro
para despeñarse como un párpado al apagarse la última luz
del cielo, es un barco en alta mar.
Me pregunto si el mundo, siempre demasiado grande, se vuelve
ahora más pequeño al sumergir mis pensamientos en un vaso
de cerveza, y doy vuelta a los mapas, el norte es el sur
sin la penumbra bajo el vuelo de los gansos de nieve, y hay ciudades
que pasan de largo, paisajes de fiebre salina donde el agua es un país
vacío, pero el corazón siempre me aprieta a volver.
Una súplica arrastrada por la nostalgia y la melancolía de pájaros
que caen desde inmutables ventanas cautivos del vértigo
que atraviesa un mar sepultado bajo fallidos acordes en que la luz
quiebra su sentencia.
Regresar´será como volver a lo que fui: silueta transparente de puro azar
sustentada por el peso de mi insignificancia y con una impertérrita fe
en el blanco sol de las noches.
Volver, sí, pero como dice el tango.

Evocador y bello sentir en aros de ese " sol blanco "de la noche"
. Es deciir, despreocupado y en plena presencia. Te felicito por tan bella obra, además dedicado a Miguel, un lujo! Felicidades, Ramón Castro Méndez

Muchas gracias, querida ERA, por contar con tu presencia entre mis letras. Me alegra que hayan sido de tu agrado, aunque diría que queda pendiente darles una capa de barniz. Y sí, Miguel, es un lujo. Se merece un totus tuus. Quería hacer esta reentrada dedicándole unos versitos, que no sé sin los adecuados, aunque la intención es lo que cuenta. Digo yo.

Un afectuoso abrazo, paz y salud.

[Alejandro Costa]

Volver es señal de que nunca te habrías querido ir, o que la añoranza está en tu corazón.

Al margen de ello, siempre te lo he dicho, tienes una manera de escribir que me encanta.

Desarrollas todos tus escritos con un léxico claro y siempre lleno de pasajes que alimentan su calidad y su ágil lectura.

Muy buen escrito.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alonso Vicent]

Me gustan los tangos (y las rancheras de José Alfredo Jiménez) y más este. poema con dedicación incluida.
Ir y volver cuantas veces haga falta para que nos encuentren los pasos, no nos cierren los bares y las calles se conviertan en otro buen argumento.
Un placer leerte, Ramón, desde un bar de carretera. Abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

A borbotones te han salido un montón de sugerentes imágenes que vas enlazando con maestría de orfebre. Este cuasi tango con reminiscencias de tu querido blues, me ha hecho recordar esos paseos que tanto extraño por las ciudades; andando solo, observando el devenir entre el humo de un cigarro en el parque y el olor a cerveza de los bares. Tiempo de reflexión sobre el pasado que a veces pensamos fue mejor.
No te me irás a volver arrabalero, hermano Nilo, aunque las nieves del tiempo plateen tu sien. Pero siempre es bueno, hasta conveniente, echar una mirada al pasado aunque solo sea para darse uno cuenta de que todo se repite, aunque sea para no caer en los mismos errores, como cantaba otro grande: José Alfredo Jiménez.
Gracias, querido Nilo Borbotón, por dedicarme tan bello poema. Dios te lo pague con una rotunda abisinia, princesa de ébano que te alivie de las penas políticas que te asedian.

Un abrazotote y felicidades por esa inspiración que te empreña.

Gracias por tus palabras cálidas y amables. Arrabalera no, amigo, soy una verdulera con clase, aunque clase y verdulera no casan bien y se contradicen. A ciertas edades, incluso antes de esas edades, no es raro sentir nostalgia, de un pasado, en que en algunas cosas fue mejor. Salvo, poéticamente, no soy partidario de mirar mucho al pasado. Uno termina recreándose en él y creo que eso no es bueno. Quizás esa nostalgia del pasado solo busque un poco de felicidad. El pasado te hace perder la perspectiva del presente y, tal vez, de un futuro que tal vez sea más esperanzador. Aunque ni pasado ni futuro existen, todo es presente. Me vale también nubia, siempre que sea rotunda como tu señalas. No son penas políticas, amigo, me da que nos quedamos sin país y cuando se quiera reconstruir, va a haber que llevarlo a otra parte, porque no nos va servir ni el solar. Me ha dejado tocado lo ocurrido en Valencia, ahora estamos con la plandemia climática. Me jode, como se está jugando con los muertos, unos y otros, para arrojárselos políticamente. España hace tiempo que es solo fachada (no por facha, sino por elemento arquitectónico).

Un abrazo, bro (bra, bre, bri, bru)

[Ramón Castro Méndez]

Volver es señal de que nunca te habrías querido ir, o que la añoranza está en tu corazón.

Al margen de ello, siempre te lo he dicho, tienes una manera de escribir que me encanta.

Desarrollas todos tus escritos con un léxico claro y siempre lleno de pasajes que alimentan su calidad y su ágil lectura.

Muy buen escrito.

Un abrazo.

Sa

lud, paz y felicidad.



Muchas gracias, Alejandro, celebro que estas letras hayan sido de tu agrado.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Me encanta este poema, además me identifica y me trae recuerdos de nostalgia feliz y dolor de ausencias.
Disfruto mucho tus poemas. Felicidades para tí y para tu hermano de alma.
Un abrazo grande y felicidad con tus recuerdos

Muchas gracias, querida Pilar, por tus palabras.
Un gran abrazo y mucha felicidad.

[Ramón Castro Méndez]

Me gustan los tangos (y las rancheras de José Alfredo Jiménez) y más este. poema con dedicación incluida.
Ir y volver cuantas veces haga falta para que nos encuentren los pasos, no nos cierren los bares y las calles se conviertan en otro buen argumento.
Un placer leerte, Ramón, desde un bar de carretera. Abrazo.

Muchas gracias, Alonso, por tu lectura y apreciado comentario.

Un fuerte abrazo.

[Marisa Peral]

Gran poema, Ramón, como todos a los que nos tienes acostumbrados.
Me alegro muchísimo de este “Volver” y espero que esta vez, la estancia sea más larga.
Felicidades por el poema y un abrazo muy fuerte.

Muchas gracias, querida Marisa por acercarte a este poema. He pasado una larga travesía del desierto, pero la poesía siempre está ahí, siempre está en mi cabeza, aunque, a veces, se niega a salir. Por otra parte, he estado ordenándome la vida, a pelo, sin resilencias ni esas tonterías, como un paisano duro, de los de antes. Ni siquiera ecofriendly. Ecofriendly era el paisano que tiraba en invierno para el puerto para pasarlo allí en compañía de cincuenta vacas y dos perros pastores, tabaco de liar, una navaja, un plato de latón y una maquinilla de afeitar de aquellas que ya no hay y hacía algún queso, aunque fuera de afuega el pitu y no de cabrales. En cuanto a lo de las estancias, a veces necesito un descanso para coger impulso y volver. Gracias, de nuevo, amiga por estar ahí siempre. Disculpa por el mitin.

Un abrazo grande

Tus respuestas nunca son un "mitin" Ramón, solo fíjate en todas las cosas que me cuentas:
Tu travesía del desierto sin perder de vista la poesía, la organización de tu vida aunque sin resiliencias, sino como lo haría un paisano duro, esos si que eran héroes y encima hacían quesos, el afuega el pitu no me entusiasma, un buen cabrales no está nada mal pero entenderás que a mi, el que más me gusta es el de "La Peral"
Comprendo que los descansos son necesarios, para todos lo son, pero se te echa de menos.
Creo que a todos, no solo a mi, nos gusta leerte.
Ahora el mitin es mío.

Otro abrazo fuerte para ti, querido Ramón.

[Ramón Castro Méndez]

Gran poema, Ramón, como todos a los que nos tienes acostumbrados.
Me alegro muchísimo de este “Volver” y espero que esta vez, la estancia sea más larga.
Felicidades por el poema y un abrazo muy fuerte.

Muchas gracias, querida Marisa por acercarte a este poema. He pasado una larga travesía del desierto, pero la poesía siempre está ahí, siempre está en mi cabeza, aunque, a veces, se niega a salir. Por otra parte, he estado ordenándome la vida, a pelo, sin resilencias ni esas tonterías, como un paisano duro, de los de antes. Ni siquiera ecofriendly. Ecofriendly era el paisano que tiraba en invierno para el puerto para pasarlo allí en compañía de cincuenta vacas y dos perros pastores, tabaco de liar, una navaja, un plato de latón y una maquinilla de afeitar de aquellas que ya no hay y hacía algún queso, aunque fuera de afuega el pitu y no de cabrales. En cuanto a lo de las estancias, a veces necesito un descanso para coger impulso y volver. Gracias, de nuevo, amiga por estar ahí siempre. Disculpa por el mitin.

Un abrazo grande

Tus respuestas nunca son un "mitin" Ramón, solo fíjate en todas las cosas que me cuentas:
Tu travesía del desierto sin perder de vista la poesía, la organización de tu vida aunque sin resiliencias, sino como lo haría un paisano duro, esos si que eran héroes y encima hacían quesos, el afuega el pitu no me entusiasma, un buen cabrales no está nada mal pero entenderás que a mi, el que más me gusta es el de "La Peral"
Comprendo que los descansos son necesarios, para todos lo son, pero se te echa de menos.
Creo que a todos, no solo a mi, nos gusta leerte.
Ahora el mitin es mío.

Otro abrazo fuerte para ti, querido Ramón.

Querida Marisa, gracias por la réplica. Ahí va mi dúplica. A mí el queso, gustándome casi todo él, que más me gusta es el Gamonedo, algo más que el Cabrales. El afuega el pitu no me entusiasma tampoco.
Respecto a la poesía haber si me pongo un poco al día con la página. Por otra parte, estoy haciendo una selección de poemas por si me da por sacarlos en algún librillo. Ya veremos, que no es barato. Así que cuando dispongo de un poco de tiempo me dedico a revisar poemas, retocar algunos, etc.
No estoy escribiendo nada nuevo, por falta de tiempo y de inspiración, por así decirlo, por ganas desde luego no es. Pues, nada más.

Un enorme abrazo.