Ráfagas

[Ramón Castro Méndez]

"Y regresas
con otra faz de flor recién abierta..."
ROSARIO CASTELLANOS


En el silencio escucho al corazón quebrarse
como un golpe de mar, pero aún hay lágrimas
de árboles adentro, y el día apenas está naciendo.
He dejado atrás ese tiempo en que siempre
no era siempre, que ha envenenado mis huesos.

Un piano suena entre la hojarasca de la avenida
como un cuerpo que se hiere en la edad madura
de sombras de gente que ha huido sin saber adónde.

Una solitaria nube se asoma a las tardes de la infancia
como un sueño entorchado en octavas de fiebre,
o como un sol de la cosecha mientras mis manos
vuelan como un río sobre el pecho ígneo
de las vísperas, y mi boca te corona de guirnaldas.

La mirada, apenas como un mar de olas calmas,
trocando en la pupila el paisaje que gime
a nuestro lado: playas mudas con hombres vacíos
paseando en sus orillas como pájaros furtivos.

Pero hay tanto amor en tus ojos licuados
que la rueda cósmica sigue girando
y el universo extiende su memoria
haciéndose fuente de belleza inagotable.

La noche nace vulnerada, y vuelve a ser milagro
con la tinta humeante de unos versos.
Pero de repente todo cambia, aúllan los fantasmas,
la noche acosa a su presa, alguien sueña que existes,
pero celebramos tu ausencia, y el mundo gime
en mi sombra a solas.

[Alejandro Costa]

Estas ráfagas son una pequeña maravilla.

Las podría valorar como una lección, un buen diccionario de metáforas poéticas de gran valor y de belleza.

Las he leído varias veces con la intención de valorar la que más me ha llegado, o simplemente la que más me ha gustado. Y aunque he tenido la intención de marcar alguna, al leer la siguiente, me he dado cuenta de que era igual o mejor incluso que la anterior, y con la siguiente me ha sucedido lo mismo. Al final, es, de principio a fin, su lectura, una auténtica delicia.

Un abrazo, compañero.

Salud, paz y felicidad.

[Marisa Peral]

"Y regresas
con otra faz de flor recién abierta..."
ROSARIO CASTELLANOS



Una solitaria nube se asoma a las tardes de la infancia
como un sueño entorchado en octavas de fiebre,
o como un sol de la cosecha mientras mis manos
vuelan como un río sobre el pecho ígneo
de las vísperas, y mi boca te corona de guirnaldas.

La mirada, apenas como un mar de olas calmas,
trocando en la pupila el paisaje que gime
a nuestro lado: playas mudas con hombres vacíos
paseando en sus orillas como pájaros furtivos.

Pero hay tanto amor en tus ojos licuados
que la rueda cósmica sigue girando
y el universo extiende su memoria
haciéndose fuente de belleza inagotable.

Desde la cita de Rosario Castellanos hasta el final, todo el poema es un regalo lleno de aciertos.
Pero dejo las tres estrofas centrales que son una joya plena de lirismo, nostalgia, evocación.

Echaba de menos tus letras, gracias y felicidades, Ramón.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

[Pilar Morte]

Es un regalo la llegada de un nuevo poema tuyo. Los versos transmiten con lirismo y acierto todo un mundo de sensaciones y sentimientos. Una delicia leerte.
Un abrazo grande y salud

[Gia Nuage]

Ay Ramón, me dejas sin palabras.
Que manera de hilar imágenes, de espejear en las esquinas,
de darle espacio al alma para divagar ..
Exquisita melancolía!
Uno de mis favoritos!

Un abrazo Amigo.

[Rafel Calle]

Un bello e interesante poema donde propones una imaginería muy personal, amigo Ramón.
Felicidades y un abrazo.

[E. R. Aristy]

"Y regresas
con otra faz de flor recién abierta..."
ROSARIO CASTELLANOS


En el silencio escucho al corazón quebrarse
como un golpe de mar, pero aún hay lágrimas
de árboles adentro, y el día apenas está naciendo.
He dejado atrás ese tiempo en que siempre
no era siempre, que ha envenenado mis huesos.

Un piano suena entre la hojarasca de la avenida
como un cuerpo que se hiere en la edad madura
de sombras de gente que ha huido sin saber adónde.

Una solitaria nube se asoma a las tardes de la infancia
como un sueño entorchado en octavas de fiebre,
o como un sol de la cosecha mientras mis manos
vuelan como un río sobre el pecho ígneo
de las vísperas, y mi boca te corona de guirnaldas.

La mirada, apenas como un mar de olas calmas,
trocando en la pupila el paisaje que gime
a nuestro lado: playas mudas con hombres vacíos
paseando en sus orillas como pájaros furtivos.

Pero hay tanto amor en tus ojos licuados
que la rueda cósmica sigue girando
y el universo extiende su memoria
haciéndose fuente de belleza inagotable.

La noche nace vulnerada, y vuelve a ser milagro
con la tinta humeante de unos versos.
Pero de repente todo cambia, aúllan los fantasmas,
la noche acosa a su presa, alguien sueña que existes,
pero celebramos tu ausencia, y el mundo gime
en mi sombra a solas.

Se siente el gemido, el frío, el desasosiego, el extraño dolor de la ausencia, se siente cómo envuelve y traspasa entre estos versos inspirados de belleza quimérica y vulnerables fibras. Te felicito, Ramón Castro Méndez! Abrazos.

[Ana Muela Sopeña]

Escribes muy bien, Ramón:

Tus imágenes y metáforas son muy originales.

Un poema lleno de significados y aciertos.

Una maravilla.

Enhorabuena
Un beso grande
Ana

[Antonio Justel]

"Pero de repente todo cambia, aúllan los fantasmas,
la noche acosa a su presa, alguien sueña que existes,
pero celebramos tu ausencia, y el mundo gime
en mi sombra a solas".

... la belleza de poder enmarcar las ausencias de forma capital e íntima para el autor-protagonista en vida del suceso...; enhorabuena, poeta, enhorabuena, amigo ... Venga .... a. justel/Orión

[F. Enrique]

He dejado atrás ese tiempo en que siempre
no era siempre, que ha envenenado mis huesos.

Un piano suena entre la hojarasca de la avenida
como un cuerpo que se hiere en la edad madura
de sombras de gente que ha huido sin saber adónde.

Una solitaria nube se asoma a las tardes de la infancia
como un sueño entorchado en octavas de fiebre,
o como un sol de la cosecha mientras mis manos
vuelan como un río sobre el pecho ígneo
de las vísperas, y mi boca te corona de guirnaldas.

Yo no sé si he aprendido a leer tus versos como se merecen, quizás reflejen pensamientos que quisiéramos retener, sentimientos que nos acosan y nos hieren, sensaciones que no han sabido morir y permanecen para siempre en la poesía que miramos con amor y un poco de resentimiento, porque tú logras abrir paso a esas sensaciones que otros perseguimos.

Inmenso, entre lo mejor que he leído en estos días.

Un abrazo.

[F. Enrique]

En el silencio escucho al corazón quebrarse
como un golpe de mar, pero aún hay lágrimas
de árboles adentro, y el día apenas está naciendo.
He dejado atrás ese tiempo en que siempre
no era siempre, que ha envenenado mis huesos.

Un piano suena entre la hojarasca de la avenida
como un cuerpo que se hiere en la edad madura
de sombras de gente que ha huido sin saber adónde.


Se me hace duro destacar algún verso, dejo aquí el esplendoroso comienzo.

Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Bro, te ha salido un bello blues, lírico y profundo como no podría ser de otra manera naciendo de tu sensibilidad. Digno de estar entre tus obras más reconocidas el Corumelo te hece una reverencia a modo de ablución espiritual.
Ya vente a dejarnos saborear tu buen hacer.
Un abrazototote Frodi

[Ramón Carballal]

Excelentes versos. Un placer la lectura. Saludos cordiales.

[Ricardo López Castro]

"Y regresas
con otra faz de flor recién abierta..."
ROSARIO CASTELLANOS


En el silencio escucho al corazón quebrarse
como un golpe de mar, pero aún hay lágrimas
de árboles adentro, y el día apenas está naciendo.
He dejado atrás ese tiempo en que siempre
no era siempre, que ha envenenado mis huesos.

Un piano suena entre la hojarasca de la avenida
como un cuerpo que se hiere en la edad madura
de sombras de gente que ha huido sin saber adónde.

Una solitaria nube se asoma a las tardes de la infancia
como un sueño entorchado en octavas de fiebre,
o como un sol de la cosecha mientras mis manos
vuelan como un río sobre el pecho ígneo
de las vísperas, y mi boca te corona de guirnaldas.

La mirada, apenas como un mar de olas calmas,
trocando en la pupila el paisaje que gime
a nuestro lado: playas mudas con hombres vacíos
paseando en sus orillas como pájaros furtivos.

Pero hay tanto amor en tus ojos licuados
que la rueda cósmica sigue girando
y el universo extiende su memoria
haciéndose fuente de belleza inagotable.

La noche nace vulnerada, y vuelve a ser milagro
con la tinta humeante de unos versos.
Pero de repente todo cambia, aúllan los fantasmas,
la noche acosa a su presa, alguien sueña que existes,
pero celebramos tu ausencia, y el mundo gime
en mi sombra a solas.

Muy bueno Ramón, me ha encantado tu poema.
Escribiendo y exaltando la belleza recóndita y sin variar un ápice el fondo y el tono del mismo.
Gracias por compartir.
Abrazos y felicidad!