Andar, correr, volar

[Carmen Moro Frías]

Andar, correr, volar

No sé bien el lugar donde transcurren mis pasos
hay veces que voy flotando,
saltando de guijarro en guijarro
sin saber si subo, bajo o llaneo,
o si me dejo llevar.

Otras veces simplemente siento mi pisada
fuerte con el talón, bajo tierra firme,
sin conocer la meta final.

Las perspectivas con fecha de caducidad
ya han expirado y junto a ellas
he perdido mi hipotético camino.

Grave problema para quien no sabe
dónde va.

Igual resulta que no va,
regresando de algún lejano lugar.

Ya hemos visto que el espacio ha mutado.
Ahora la pregunta es cómo voy sin tener un ¿dónde?
puede ser que vaya andando, o bien corriendo,
o que tal si voy volando?
andando está un poco lejos,
y corriendo, necesito mucho aire
para respirar profundo.

Así que se impone volar,
pero no tengo alas. Voy a solicitar
unas alas de mi tamaño a los
ángeles celestiales y necesito su correo postal.

Ya contemplamos la manera de escapar.
Falta en compañía de quién
solo falta encontrar alguien que desee
una imprevisible y loca amistad.

[F. Enrique]

Buen poema, Carmen.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Da igual, Carmen.

Andar, correr o volar.

En este mundo hay que andar de aquí para allá, de un lugar a otro. A veces tenemos que correr, en busca de algo que se antoja lejano o que lo necesitamos con urgencia. Otras, qué triste, nos toca correr para huir, para protegernos, o simplemente para evitar males mayores. Y, bueno, volar también podemos hacerlo. Tan solo hay que soñar y de eso, estamos sobrados los poetas, estás sobrada tú.

Buen escrito.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

[Carmen Moro Frías]

Hola F. Enrique,
Me gusta tu comentario pero sobre todo lo que viene después, esa especie de post data tan tuya. Me encanta.
Gracias de todas formas y un abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Alejandro
Gracias por tu comentario.
Tienes toda la razón en ese trasiego precipitado que nos lleva de aquí para allá y de cualquier forma, andando o corriendo.
Y me encanta sentirme poeta y estar sobrada de sueños. Un abrazo

[xaime oroza carballo]

Todo es válido en la espiral del remolino, con o sin alas, en el vértigo hacia el otro lado. Te pido perdón por el comentario, es lo que me ha sugerido tu poema. Gracias, Carmen.

Unha aperta.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me ha gustado mucho, amiga Carmen. Estás en muy buena racha. Tus últimas creaciones son de lo mejor que te he leído.

Todo un placer de lectura.

Bicos

[Carmen Moro Frías]

Hola Xaime
No comprendo porque pedir perdón.
Me encantan tus comentarios.
Un abrazo con los brazos y el corazón

[Carmen Moro Frías]

Hola Ferreiro (perdón por el apellido)
El mejor comentario que he recibido, pues me anima muchísimo.
Sinceramente muchas gracias y un abrazo

[Julio Bonal]

Así, como quien no quiere la cosa, dejas aquí un muy buen poema, aparentemente fácil, ligero, pero ay, esas alas de menos, esos vuelos que nos permitirían qué? Esta forma de poetizar es una brisa de aire fresco entre tanto espesor que (algunos) nos damos.

[Carmen Moro Frías]

Hola Julio
Muchísimas gracias por el comentario. Parece que consigo mi deseo que es escribir poesía de forma que las palabras sean ligeras y el contenido ... depende.
Un abrazo

[E. R. Aristy]

Andar, correr, volar

No sé bien el lugar donde transcurren mis pasos
hay veces que voy flotando,
saltando de guijarro en guijarro
sin saber si subo, bajo o llaneo,
o si me dejo llevar.

Otras veces simplemente siento mi pisada
fuerte con el talón, bajo tierra firme,
sin conocer la meta final.

Las perspectivas con fecha de caducidad
ya han expirado y junto a ellas
he perdido mi hipotético camino.

Grave problema para quien no sabe
dónde va.

Igual resulta que no va,
regresando de algún lejano lugar.

Ya hemos visto que el espacio ha mutado.
Ahora la pregunta es cómo voy sin tener un ¿dónde?
puede ser que vaya andando, o bien corriendo,
o que tal si voy volando?
andando está un poco lejos,
y corriendo, necesito mucho aire
para respirar profundo.

Así que se impone volar,
pero no tengo alas. Voy a solicitar
unas alas de mi tamaño a los
ángeles celestiales y necesito su correo postal.

Ya contemplamos la manera de escapar.
Falta en compañía de quién
solo falta encontrar alguien que desee
una imprevisible y loca amistad.

Qué nítida proposición para la amistad, Carmen. Nadie sabe a dónde va, pero va y viene. La sugerencia a la inexistencia de "los ángeles " ( dónde no hay correo postal) reafirma el hecho de que nos dirigen nuestros propios pasos. Concuerdo con nuestro colega Xaime que vamos hacia la puerta de salida hacia el otro lado. Pero creo que esas direcciones ( hasta la de los ángeles) son pautas que nos suceden en forma diferente en cada etapa. A los niños no les importa, al adolescente no le concierne porque se siente inmortal, al adulto le empieza a preocupar después de ir todos los días a trabajar. Al sobreviente de lo que sea, lo considera mucho, porque muchas veces la vida es un secuestro, una esclavitud, un cautiverio por personas y sistemas. Lo mas bello son las alas, volar a una exploración, una incursión, con temererudad e imaginación. Esas alas que ya tienes y nos sacan de cualquier prisión. Vuelas alto Carmen!

[Carmen Moro Frías]

Hola ERA
Tu comentario me parece un tratado filosófico. Me ha gustado mucho y no por lo que dices al final sino por toda la grandeza del debate que inicias.
Muchísimas gracias y un abrazo muy grande.

[Rafel Calle]

Ciertamente, tu poesía, amiga Carmen, sigue subiendo el nivel, prueba de ello es este "Andar, correr, volar", donde el grado de ingenuidad rítmico-literaria de tus comienzos, va quedando en el olvido, de lo cual, obviamente, me alegro mucho.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por este poema.
Un cordial abrazo.

[Pilar Morte]

Tu poema vuela alto así que no hay que preocuparse si corre o salta. Un poema logrado y hermoso.
Un abrazo grande