
de todas las cometas que llegaron al cielo,
se salvó el reflejo de la luna,
oronda madrugada, sin saetas,
reloj incombustible de la aurora,
ah, vuelo sostenido por el hilo del tiempo
de todas las mareas.
La madera celeste se endurece y compacta,
nube arriba del mundo,
estrella del ocaso,
cuando riega el relente los recodos sin pátina,
y la luz se presenta inalcanzable,
y el instante discorde con tanta intermitencia,
ante la claridad, dueña del sotavento más profundo.
"El aire la traerá,
él moverá la tierra y los ciegos rincones,
hará girar la patria del origen,
disipará tinieblas y penumbras,
devolverá la lumbre a las estrellas,
susurrando al oído del incendio palabras que no queman,
respirando en la grieta de la luna,
retrayendo la inercia de la carne.
La traerá,
el aire...
Dará paso al error de nuestra creación.
El aire la traerá, y su esencia se borrará del cosmos,
el aire la traerá solo por un momento.
De la mano del aire vendrá la tradición...
La costumbre del orden en el caos."